¡Israel debe detener su agresión!
por Ismael Haniyeh (*)
Mientras que la guerra israelí y el bloqueo egipcio, ambos financiados por Arabia Saudí, continúan martirizando a la población de Gaza, el Primer Ministro palestino Ismael Haniyeh dirige este mensaje a Occidente. Pide ayuda en nombre del millón y medio de personas prisioneras en el gueto y sometidas al bombardeo.
Escribo este artículo destinado a los lectores occidentales, sea cual sea su posición en el espectro político y social, mientras la máquina de guerra israelí continúa masacrando a mi pueblo en la banda de Gaza.
Al día de hoy, más de 1000 personas han sido asesinadas. De las cuales la mitad son mujeres y niños.
La semana pasada, el bombardeo de la escuela de la UNRWA (Agencia de los Refugiados de las ONU) en el campo de refugiados de Jabalya ha sido uno de los más odiosos crímenes imaginables. Centenares de civiles que habían abandonado sus hogares para buscar refugio en la agencia internacional fueron bombardeados y atacados implacablemente por Israel. Cuarenta y seis mujeres y niños fueron masacrados y muchas otras personas fueron heridas.
Todo el mundo sabe que la retirada de Israel de la banda de Gaza del 2005 no puso fin a la ocupación, ni por lo tato a sus obligaciones internacionales como potencia ocupante. Israel continuó controlando y dominando nuestras fronteras terrestres, marítimas y aéreas.
La ONU ha confirmado que entre el 2005 y el 2008, el ejercito israelí ha matada a unos 1250 palestinos en la banda de Gaza, entre los cuales 222 niños.
Durante este período los pasos fronterizos han permanecido cerrados de forma implacable. Sólo autorizaron el paso de cantidades limitadas de alimentos, gasoil industrial, comida para animales y algunos otros artículos de primera necesidad.
A pesar de todos los esfuerzos para disimularlos, el origen de esta guerra criminal contra Gaza se encuentra en las elecciones de enero del 2006 que dieron la victoria a Hamas por una amplia mayoría. Después de esto, Israel, Estados Unidos y la Unión Europea han unido sus fuerzas en el intento de anular la voluntad democrática del pueblo palestino.
Primero trataron de invertir el resultado obstaculizando la formación de un gobierno de unidad nacional, después creando un verdadero infierno para el pueblo palestino a través de la asfixia económica.
El lamentable fracaso de todas estas maquinaciones ha conducido finalmente a esta guerra odiosa. El objetivo de Israel es el de reducir al silencio a todas las voces que expresan la voluntad de los Palestinos, para acto seguido imponer sus propias condiciones para un arreglo final que nos prive de nuestra tierra, de nuestro derecho a Jerusalen como capital de nuestro futuro estado palestino y del derecho de regresar a su hogares de los refugiados.
A fin de cuentas, el estado de sitio impuesto a la banda de Gaza, que manifiestamente viola la cuarta Convención de Ginebra, ha prohibido la mayor parte de abastecimientos médicos de base para nuestros hospitales. Ha impedido la entrega de carburante y el abastecimientote electricidad a nuestra población, Y además de todas estas barbaries, Israel impide la libertad de movimiento a aquellos que necesitan tratamientos médicos.
Esta situación ha conducido a la muerte –que podría haber sido evitada- de cientos de pacientes y a un aumento imparable de la malnutrición de los niños.
Los Palestinos están consternados al ver que los miembros de la Unión Europea no consideran este sitio obsceno como una forma de agresión. A pesar de las pruebas irrefutables, afirman sin vergüenza que Hamas es el origen de esta catástrofe sobre el pueblo palestino debido a que Hamas no ha renovado la tregua.
No obstante, preguntémonos, ¿acaso Israel ha respetado el alto el fuego negociado con la mediación de Egipto en junio? No lo ha hecho. El acuerdo preveía el final del bloqueo y el final de los ataques en Cisjordania y en la banda de Gaza. Mientras que nosotros respetamos totalmente nuestros compromisos, los israelíes han persistido en el asesinato de Palestinos en la banda de Gaza así como en Cisjordania, a lo largo de eso que fue conocido con el nombre del año de la paz de Annapolis.
Ninguna de las atrocidades cometidas contra nuestras escuelas, universidades, mezquitas, ministerios e infraestructuras civiles nos disuadirá de querer conquistar nuestros derechos nacionales. Sin lugar a dudas, Israel podrá destruir todas las construcciones y edificios de la banda de Gaza, pero no podrá jamás romper nuestra determinación y nuestra tenacidad de querer vivir con dignidad en nuestra tierra.
Ciertamente, si reunir a civiles en un edificio para bombardearlo a continuación, o si utilizar bombas de fósforo y misiles contra la población civil no son crímenes de guerra, entonces ¿qué son? ¿Cuántas convenciones y tratados internacionales deben violar los sionistas antes de que nadie les pida cuentas? No hay ninguna capital del mundo hoy día en la que la gente libre y honesta no esté indignada por esta brutal opresión.
Ni Palestina ni el mundo serán los mismos después de estos crímenes.
No hay más que un camino. Nuestras condiciones para un alto el fuego son claras y simples: Israel debe poner fin a su guerra criminal y a la mascre de nuestro pueblo, levantar totalmente y sin condiciones el estado de sitio ilegal de la banda de Gaza, abrir todos nuestros pasos fronterizos y retirarse completamente de la banda de Gaza.
Después de esto, consideraremos las opciones futuras.
Para terminar, los Palestinos son un pueblo que lucha para liberarse de la ocupación y por la creación de un Estado independiente con Jerusalen como capital, así como por el retorno de los refugiados a las ciudades de las que fueron expulsados.
Sea cual sea el precio, la continuación de las masacres perpetradas por Israel no romperá nuestra voluntad ni nuestro deseo de libertad y de independencia.
Ismael Haniyeh
Premier Ministre del Gobierno de Gaza
16 enero 2009
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