jueves, 30 de octubre de 2008

CRISIS FINANCIERA: UNA LECCION DE ECONOMIA


























Adam Smith y Karl Marx dialogan sobre el desplome del actual capitalismo financiero

por Antoni Domènech



Karl.- ¿Viste, viejo, que este chico, Joseph Stiglitz, anda diciendo por ahí que el colapso de Wall Street equivale al desplome del muro de Berlín y del socialismo real?

Adam.- No es para estar contentos, ni tú ni yo. Y tú, menos aún que yo, Carlitos.

Karl.- Hombre, a cuenta del suicidio del capitalismo financiero, mi nombre vuelve a estar en boga, mis libros, según informa The Guardian, se agotan. Hasta los más conservadores, como el ministro de finanzas alemán, reconocen que en mi teoría económica hay algo que aún merece la pena tener en cuenta…

Adam.- … no me vengas ahora con mezquinas vanidades académicas post mortem, Carlitos, que en vida jamás te abandonaste a ellas. Yo hablo en un sentido más fundamental, más político. Ninguno de los dos puede estar contento, y, te repito, tú menos todavía que yo.

Karl.- ¿Y eso?

Adam.- El “socialismo real” que se construyó en tu nombre no tenía nada que ver contigo. Pero al menos, tú sí que te llamaste “socialista”. Yo, en cambio, ¡ni siquiera me llamé nunca a mí mismo “liberal”! Eso del “liberalismo” es una cosa del siglo XIX (la palabra, como sabes, la inventaron los españoles en 1812), y van y me lo endosan a mí, un tipo que murió oportunamente en 1793. ¡Es ridículo! ¿Cómo va a afectarme eso?

Karl.- Ya veo por dónde vas. Quieres decir que ni el desplome del muro de Berlín ni el colapso del capitalismo financiero en 2008 tienen mucho que ver ni contigo ni conmigo, pero que, aun así, nos cargan el muerto.

Adam.- Exactamente. Pero en tu caso es peor, Carlitos: porque tú sí te dijiste socialista, y el socialismo real, quieras que no, contaminó al ideario socialista. A mí me importa un higo que fracase el “liberalismo”, cualquier liberalismo. No tendré que explicarte a ti, precisamente, uno de mis discípulos más inteligentes, que ni mi teoría económica ni mi filosofía moral tenían nada que ver con el tipo de ciencia económica, positiva y normativa, que empezó a imponerse en tus últimos años de vida, eso que tú aún alcanzaste a llamar “economía vulgar” y que tanto gustó a los liberales de impronta decimonónica.

Karl.- Desde luego; tú y yo fuimos aún clásicos. Luego vino esa caterva vulgar de neoclásicos, incapaces de distinguir nada.

Adam.- Por ejemplo, entre actividades productivas e improductivas, entre actividades que generan valor y riqueza tangible y actividades económicas que se limitan a recoger rentas no ganadas (rentas derivadas de la propiedad de bienes raíces, rentas derivadas de los patrimonios financieros, rentas resultantes de operar en mercados no-libres, monopólicos u oligopólicos). Nunca ha dejado de impresionarme la agudeza con que elaboraste críticamente algunas de estas distinciones mías, por ejemplo, en las Teorías de la plusvalía.

Karl.- Es evidente. Tú hablaste repetidas veces de la necesidad imperiosa de intervenir públicamente en favor de la actividad económica productiva. Eso es lo que para ti significaba “mercado libre”; nada que ver con el imperativo de parálisis pública de los liberales y de los economistas vulgares, incapaces de distinguir entre actividad económica generadora de riqueza y actividad parasitaria buscadora de rentas.

Adam.- En mi mercado libre los beneficios de las empresas de verdad competitivas y productivas y los salarios de los trabajadores de esas empresas ni siquiera tendrían que tributar. En cambio, para mantener un mercado libre en mi sentido, los gobiernos tendrían que matar a impuestos a las ganancias inmobiliarias, a las ganancias financieras y a todas las rentas monopólicas…

Karl.- … es decir, a todo lo que, después de darme a mí por perro muerto, y en tu nombre, Adam, ¡en tu nombre!, se ha hecho que dejara prácticamente de pagar impuestos en los últimos 25 años. ¡Hay que joderse!

Adam.- ¡Hay que joderse, Carlitos! Porque lo que yo dije es que una economía verdaderamente libre, al tiempo que estimulaba la producción de riqueza tangible, podía generar, gracias entre otras cosas a un tratamiento fiscalmente agresivo del parasitismo rentista y de su pseudoriqueza intangible, amplios caudales públicos que podrían ser destinados a servicios sociales, a la promoción del arte y de la ciencia básica –que es, como el arte, incompatible con el lucro privado—, a establecer una renta básica universal e incondicional de ciudadanía, como quería mi coetáneo Tom Paine, etc. Ya ves, Carlitos, yo, que no pasé de ser un modesto republicano whig de mi tiempo, ahora, si no me falsificaran cuatro profesorcillos más perezosos aún que ignorantes, y si se me leyera con conocimiento histórico de causa, hasta podría pasar por un peligrosísimo socialista de los tuyos. Y te diré, si ha de quedar entre nosotros, que, visto lo visto, la vuestra me resulta una compañía bastante grata…

Karl.- En realidad, toda tu ciencia, como la de tantos republicanos atlánticos de tu generación, estaba puesta al servicio del principio enunciado por el gran florentino malfamado, a saber: que no puede florecer la libertad republicana en ningún pueblo que consienta la aparición de magnates y gentilhuomini, capaces de desafiar a la república. Y si lo ves así, la falsificación en tu caso es aún peor que en el mío: el “socialismo real” abusó aberrantemente de la palabra “socialismo”, dando pie a la refocilación general de todos mis enemigos; ¡pero es que tú ni siquiera llegaste a enterarte de qué era eso del “liberalismo”!

Adam.- Quien no se consuela es porque no quiere, Carlitos. Lo cierto es que lo que ha pasado en los 30 últimos años en el mundo va en contra de todo lo que tú y yo, como economistas y como filósofos morales, queríamos. Mira a estos pobres españoles, inventores del término “liberalismo”. A ti y a mí nos importaba, sobre todo, la distribución funcional del producto social (eso que ahora tratan de medir con el PIB): pues bien, la proporción de la masa salarial en relación al PIB no ha dejado de bajar en España, y ha seguido bajando incluso después de que volviera a asumir el gobierno en 2004 un partido sedicentemente marxista hasta hace muy poco…

Karl.- Sí, sí, un horror. Pero el caso es que cuando estos chicos, supuestamente, me dejaron a mí por ti, y pasaron a llamarse “social-liberales” a comienzos de los 80, lo que hicieron fue una cosa que te habría puesto a ti también los pelos de punta. Fíjate que no sólo retrocedió la proporción de la masa salarial en relación con el PIB, sino que, en la España del pelotazo y el enrichisez-vous de Felipe González, lo mismo que en la Argentina de “la pizza y el champán” de Menem y en casi todo el mundo, los beneficios empresariales propiamente dichos empezaron a retroceder también en relación con la parte que en el PIB desempeñaban las rentas inmobiliarias, las rentas financieras y las rentas monopólicas…

Adam.- ¡Cómo nos han jodido, Carlitos!

Karl.- No desesperes, Adam. La historia es caprichosa, y ¿quién sabe?, a lo mejor, ahora, hasta empiezan a tomarnos en serio. Fíjate que le acaban de dar el Premio Nobel a un chico bastante espabilado que desde hace años estudia la competición monopólica y rescata a Chamberlain y a Keynes, esos muchachos que al menos se esforzaron por entendernos, a ti y a mí, en los años 30 del siglo XX y que querían proceder a la “eutanasia del rentista”…

Adam.- Yo fui un republicano whig bastante escéptico, Carlitos. No viví el movimiento obrero del XIX y del XX y la epopeya de su lucha por la democracia. No puedo entregarme tan fácilmente al Principio Esperanza de aquel famoso discípulo tuyo, ahora, por cierto, casi olvidado.

Antoni Domènech es catedrático de Filosofía Moral en la Facultad de Ciencias Económicas de la UB y editor de la revista política internacional SinPermiso.

Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=2138

Entrevista con el filósofo Salvador Pániker

''Intento asombrarme por cualquier cosa''

Este hombre vitalista y polifacético afirma que, en la época actual de incertidumbre, intenta ver todo lo que ocurre como un milagro, y vivirlo a fondo.

por Gaspar Hernández


--Háganos, por favor, un diagnóstico de la época actual.
--Estamos en la era del hibridismo. Se puede ser a un tiempo anarquista y budista, homosexual y cristiano, ateo y místico, socialista y nacionalista. O puede haber un capitalismo y comunismo a la vez, como en China. Y, con esta crisis actual, vencerá el hibridismo. Será una mezcla de capitalismo y socialismo: eso salvará al sistema. La socialdemocracia está bien preparada, y prevalecerá.

--¿Hay más incertidumbre en esta época que en otras pasadas?
--Sí, porque es una época de relativismo. No hay verdades absolutas ni valores absolutos. Y los que se agarran a las verdades absolutas suelen ser fundamentalistas. Hay que avanzar en el sentido progresista y en el retrógrado.

--¿Qué quiere decir?
--Yo soy a la vez conservador y progresista. Así mantengo el equilibrio. Conservador no político, sino de volver a las raíces. Se trata de mantener el equilibrio con lo que yo llamo un suelo místico.

--¿Qué es lo místico?
--Para mí es una sonata de Bach, por ejemplo. También lo místico es una noche de luna llena. O una experiencia amorosa profunda.

--En su último dietario, publicado hace ya años, usted relacionaba lo místico con un buen whisky.
--Pero ahora ya no bebo.

--¿Y qué hace?
--Traer las experiencias místicas a lo cotidiano. Uno no tiene que tomar drogas para vivir experiencias místicas. A un maestro zen le preguntaron: "¿Qué es el zen?". Y él contestó: "Una nube en el cielo, agua en la jarra". Intento asombrarme por cualquier cosa, y vivirla a fondo.

--No es partidario de largos periodos ascéticos.
--La ascética, en un sentido genérico, corresponde a un periodo patriarcal muy machista, muy de la cultura del héroe que se sacrifica a sí mismo para realizar proezas. Yo quiero esas proezas al alcance de la mano. Como decía Whitman, todo es un milagro. Vamos a una cultura más femenina. El invento de la ascesis va a la baja. Vamos hacia un desarrollo sostenible y un equilibro saludable.

--A usted, sus enemigos le critican su ego. ¿Cómo convive con él?
--Lo miro desde fuera, desde lo que los hindús llaman la posición de testigo. Es como ver tu propia vida como una película. Te distancias.

--¿Y le gusta su película?
--La veo como la película de un hombre que ha sido relativamente afortunado. A pesar de que he sido golpeado duramente, he podido realizar unas cosas, mínimamente. Y, en lo que se refiere a la salud, no he sido muy bien tratado. Pero no me haga usted mucho caso.

--¿Por qué?
--Porque, cada vez que digo una cosa, al cabo de un minuto tengo tendencia a decir la contraria.

--Contaba que se ve como el protagonista de una película.
--Tengo una anécdota. A un hombre que empezó a meditar le preguntaron: "¿Cómo se siente usted después de la meditación?". Y él contestó: "Antes de meditar estaba yo muy deprimido. Y ahora sigo igual de deprimido, pero no me importa". Yo me veo desde fuera, y me relativizo.

--¿Se ha desecho del ego?
--Lo intento. Decía Jung que la primera parte de la vida la tenemos que dedicar a construir un ego fuerte, y la segunda a desprendernos de este ego. Si no hay ego, la misma muerte se diluye. En cambio, para el ego, la muerte es una catástrofe.

--En cierto modo, cuando meditamos, morimos.
--Exactamente. Y después resucitamos, para volver a morir.

--¿Le preocupa mucho su muerte?
--Yo con la muerte adopto la postura de un famoso jesuita. Decía que uno de los síntomas de que uno se está acercando a la sabiduría es que no le importa demasiado lo que va a ocurrir después de muerto. Pienso poco en la muerte. La menciono, porque es uno de los pocos hechos absolutos que hay en este mundo relativista, pero, personalmente, pienso poco en ella.

--¿Y qué tal su tercer ojo?
--Intento recuperarlo. Los antiguos tenían un sentido de lo sagrado que se ha perdido. Solo se ha conservado en el mundo estético y en las experiencias más profundas. Toda nuestra cultura conspira para que todo sea banal, trivial, pasajero y superficial.

--¿Tercer ojo y sexto sentido son lo mismo?
--Ese tercer ojo significa recuperar el ojo contemplativo. Es decir, la visión de la sacralidad del mundo. El animal metafísico es el que se asombra de un modo radical por todas las cosas. El tercer ojo es metafísico. La capacidad, como le decía, de asombrarse por cualquier cosa. Incluida esta conversación.

Fuente: http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=557026&idseccio_PK=1011

domingo, 26 de octubre de 2008

A sus órdenes, mi capellán

Sotanas en el Ejército. Obispos generales. Dios y Patria. La Iglesia mantiene su cuota de poder catrense en un Estado aconfesional

por Natalia Junquera


























Foto:Fidel Raso

Con una mano en el fusil y la otra sosteniendo una imagen religiosa, decenas de militares uniformados salen en procesión cada Semana Santa o para honrar la figura de una Virgen cuando lo dice el calendario de festividades de las Fuerzas Armadas. Cada ejército tiene una de patrona. La Virgen de Loreto es la del Aire porque según recuerdan los aviadores cada diez de diciembre, la casa donde vivió la madre de Jesucristo fue llevada por ángeles en vuelo a la aldea de Loreto, en Italia. La del Carmen (16 de julio) es la de la Armada y la de la Inmaculada (8 de diciembre), la patrona del ejército de Tierra. De hecho, así es como se repartieron tres de las seis capillas que salen de la nave principal de la basílica del Valle de los Caídos, el monumento levantado por Franco para perpetuar su victoria de la Guerra Civil y honrar a los caídos. Las otras tres pertenecen a la Virgen de África, que conmemora el comienzo de la contienda; la de la Merced, patrona de los cautivos, y la del Pilar, patrona de España.
Los militares participan en actos religiosos y tienen su propia circunscripción eclesiástica: el arzobispado castrense. Hoy hay 69 capellanes en las Fuerzas Armadas. El nuevo arzobispo castrense, Juan del Río (Ayamonte, Huelva, 1947), compaginará la tarea con la presidencia de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social. Tomó posesión el 27 de septiembre. Ya tiene categoría de general de división.

-¿Cómo prefiere que le llamen, ¿Monseñor o mi general?

- "Mi nombre es Juan. Los tratamientos son accidentales y formales en la vida de una persona, y se dan según lo requieran las circunstancias, que en mi caso, primarán siempre la cercanía humana y religiosa".

-¿Ha recibido instrucción militar?

- "Juré bandera hace ya más de tres décadas en el campamento de Cerro Muriano (Córdoba)".

En pleno debate sobre la pertinencia del crucifijo en la jura de altos cargos, los símbolos y actos religiosos gozan de una incuestionada omnipresencia en las Fuerzas Armadas. "Desde los orígenes del cristianismo la Iglesia ha tenido una especial solicitud por el cuidado espiritual de los militares, atendiendo a sus peculiares condiciones de vida, que requieren una concreta y específica presencia de la Iglesia", argumenta el arzobispo. "Es una larga y arraigada tradición institucional de más de cuatro siglos", añadió del Río. ¿Es un anacronismo? ¿Una contradicción? Si el Estado es aconfesional, ¿por qué sus fuerzas armadas no lo son?

La historia medieval recoge la presencia del sacerdote que asistía a las tropas. La jurisdicción eclesiástica específicamente castrense existe en España desde la primera mitad del siglo XVII. "Aunque sufriendo los avatares ocasionados por los cambios político- militares", explican desde el Ministerio de Defensa, "la jurisdicción castrense persiste hasta nuestros días con un único paréntesis entre 1932 y 1940". El Gobierno de la República lo suprimió en 1932. Durante la Guerra Civil, en la zona regida por el General Franco, se habilitó de nuevo. Al finalizar el conflicto, se reorganizó de forma paulatina, hasta que en 1940, se restableció por ley.

Hoy, el arzobispado castrense se rige por el concordato de España con la Santa Sede de agosto de 1953, revisado en 1979. La ley reguladora del régimen del personal militar profesional declaró a extinguir en 1989 los cuerpos eclesiásticos de los ejércitos para crear el Servicio de Asistencia Religiosa de las Fuerzas Armadas, en el que hoy hay 69 sacerdotes, 50 vinculados con carácter permanente y 19 con carácter temporal. De los antiguos Cuerpos Eclesiásticos de los Ejércitos quedan 17 sacerdotes en activo y 10 que, en situación de reserva, continúan prestando servicio en unidades. Son afiliados al Régimen General de la Seguridad Social, asimilados a trabajadores por cuenta ajena. Además hay cuatro capellanes destinados en Bosnia Herzegovina, Líbano y Afganistán.

Desde la base de Marjajoun (Líbano) el capellán José Ignacio López asegura que vive una situación de "calma tensa en la que hay que tener todos los sentidos muy atentos y vigilantes". Desde Qala-e Naw, en Afganistán, el Pater Francisco Muñoz Moreno explica su tarea: "Considero fundamental resolver las dudas que los jóvenes se plantean desde un esquema moral o ético cuando se ven enfrentados a situaciones de violencia, por ejemplo, si se ven enfrentados a la situación dramática de tener que disparar para defender su vida. También creo que realizo una importante labor pastoral porque varios civiles y militares me han solicitado recibir los sacramentos del Bautismo, la Primera Comunión e incluso la Confirmación". El capellán Muñoz Moreno es teniente coronel del Ejército de Tierra.

- Arzobispo, ¿Si la asistencia religiosa es un servicio que se presta a las Fuerzas Armadas, ¿por qué tiene usted categoría de general de división?

- "Lo de general no va a ser en mi caso de división, sino de unidad y concordia. No soy militar de carrera, sino que vengo a prestar un servicio en una institución organizada en la cual se me asigna un consideración para realizar mi trabajo pastoral".

Según la legislación que rige el Servicio de Asistencia Religiosa de las Fuerzas Armadas, sus miembros no tienen la condición de militar, aunque sí, como del Río, la categoría de General de División. Privilegios de una relación de más de 400 años.

El ejército de ahora no tiene nada que ver con el de hace cuatro siglos, ni si quiera con el de hace 20 años, cuando aún no se había incorporado la mujer, o el de hace seis, cuando, un año después de que se hiciera profesional, aceptó a extranjeros en sus filas. Aliviaron el déficit de reclutas que la profesionalización del ejército había provocado y trajeron sus propias costumbres y confesiones.

En 1992 el Estado firmó tres acuerdos de cooperación con la Federación de Entidades Evangélicas de España, la de Comunidades Israelitas y la Comisión Islámica que, entre otras cosas, recogían el derecho de los militares a recibir asistencia religiosa de cada una de estas confesiones. Las tres religiones que firmaron aquellos acuerdos mantienen hoy que nunca se han cumplido.

"No funciona. En las Fuerzas Armadas no hay asistencia religiosa protestante, a pesar de que es la religión de muchos inmigrantes latinos. Hace unos años intentamos que admitieran a un grupo de pastores evangélicos, como hay capellanes, para prestar asistencia religiosa, pero en los establecimientos militares, o entra el Pater o no entra nadie", explica Mariano Blázquez, secretario ejecutivo de la Federación de Entidades Evangélicas de España. "Debería haber una oferta equivalente, no en cantidad, sino en calidad, para otras confesiones religiosas. Si hay un servicio de asistencia religiosa, que sea igual para todos. Y si no, que cada militar disfrute de su religión en el ámbito privado". Riay Tatary, Presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España, asegura que lo único que han conseguido es que el militar musulmán pueda pedir otra comida cuando hay cerdo. "El acuerdo se estancó en cuanto lo firmamos. Pedí que pudiéramos prestar asistencia religiosa al menos en Ceuta, Melilla y Madrid, pero no nos la concedieron. Actualmente, no tenemos ningún contacto con las Fuerzas Armadas".

El principal rabino de Madrid, Moshe Bendahan, asegura que con aquel acuerdo consiguieron que los mandos respetaran su calendario de festividades religiosas, pero que ha sido imposible prestar asistencia religiosa en establecimientos militares.

El arzobispo castrense en cambio, está "seguro de que los creyentes de otras confesiones tienen la adecuada atención que exige el cumplimiento del derecho de libertad religiosa". El derecho a la Libertad Religiosa y de culto recogido en la Constitución comprende el derecho a profesar unas creencias o a no profesar ninguna. A manifestarlas o no. A practicarlas y a no ser obligado a hacerlo. Es decir, que se ejerce en positivo y en negativo, y es en ese último sentido donde la presencia de capellanes en el ejército plantea más problemas.

"La libertad religiosa cuando menos, queda en entredicho ante la realidad del nexo entre Ejército y religión. Es un marco enrarecido constitucionalmente", explica Lorenzo Cotino, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia y experto en derecho militar. "El entorno fáctico y jurídico no favorece en modo alguno el ejercicio de la libertad religiosa cuando no se trata de la católica. Y la mayoría de los actos militares tienen componentes religiosos.Si a algo lo llamas oración y lo oficia un capellán, es difícil considerarlo un acto de servicio", añade.

"La jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha reconocido que no puede obligar a un militar a participar en un acto religioso, pero obligarle no es delito", explica. Pero decir que no en el ejército no es fácil. "El militar que se resista a asistir o a permanecer en actos de contenido religioso puede internarse en un verdadero via crucis jurídico", añade Cotino. "Y si ha de haber héroes militares, más vale que sea en el acometido de su función: la defensa militar de la España constitucional".

El arzobispo castrense asegura haber percibido en las Fuerzas Armadas "un gran respeto a la libertad de las conciencias, más allá de cualquier episodio esporádico". Sobre la dificultad del militar no católico para ausentarse de un acto militar cuando éste adquiere un significado religioso, Del Río añade: "Cualquier hombre y mujer de buena voluntad no se incomoda ante una plegaria cristiana que invoca valores que engrandece el corazón humano y expresa lo más noble de una colectividad como es la Patria común. En España tendríamos que acostumbrarnos al hecho religioso libre de cualquier ideologización. La libertad de pensamiento y creencias no está reñida con el respeto a las tradiciones castrenses".

No piensa lo mismo Ramón Jáuregui, secretario general del Grupo Socialista: "En el último congreso del PSOE planteamos una reflexión política para avanzar en lo que este país todavía no ha avanzado suficientemente, la aconfesionalidad del Estado. Sigue habiendo ámbitos e instituciones del Estado con signos ostensibles de identificación con la religión católica, y eso es aplicable a las Fuerzas Armadas. Un acto militar no puede empezar con una misa. Es una de las cosas pendientes que tiene el Estado, pero creemos que la eliminación de esos símbolos debe hacerse poco a poco, de manera natural y no mediante imposiciones legales. En los colegios se han ido eliminando los crucifijos sin que fuera objeto de una disposición legal. En el ejército tardará más porque está más incrustado".

Gaspar Llamazares, diputado de Izquierda Unida, considera el asunto más urgente por cuanto supone "una absoluta contradicción que en un Estado que se dice aconfesional, y en sus instituciones, como lo es su Ejército, haya ese grado de adoctrinamiento religioso. Si tiene que haber un servicio religioso en las Fuerzas Armadas que se haga en igualdad de condiciones y sin que formen parte de la estructura militar. Contradice el principio de separación Iglesia-Estado, el principio de laicidad y aconfesionalidad y es una herencia del nacionalcatolicismo".

El Partido Popular no ofreció su postura al respecto.

-¿Se imagina unas fuerzas armadas laicas?

El arzobispo Juan del Río escribe la respuesta desde Jerez, donde ha sido Obispo los últimos ocho años: "A tenor de la significación histórica del catolicismo en nuestro país y en el reconocimiento de que es la religión mayoritaria que profesan los ciudadanos españoles, la Constitución declara una especial colaboración del Estado con la Iglesia católica. El Ejército no es un ámbito aséptico en cuanto a convicciones y valores, entre los que están los religiosos. Un militar no ha de renunciar a ellos para realizar con la mayor profesionalidad y vocación su misión".

El presidente de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social, el hombre que confesó que la Cope, en una clara alusión a Jiménez Losantos, había hecho sufrir mucho a los obispos responde a una pregunta más antes de abandonar Jerez para volver a la llamada Catedral de las Fuerzas Armadas, en Madrid: ¿Van a seguir sufriendo?

"Siempre he defendido que la Cope es mucho más que determinados comunicadores. En cuanto al sufrimiento usted sabe que es pasajero y previo a una vida mejor...". Cristiana resignación.

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/ordenes/capellan/elpepusoc/20081026elpepisoc_1/Tes

«La magia de la música está en el silencio»

Entrevista a Yaron Traub, director de la Orquesta de Valencia.
Por J.R. Seguí


Foto de Manuel Molines

Judío y budista. El director de la Orquesta de Valencia tiene algo especial con lo que se gana a las persona. Y así se ha ganado al público. Él dice que su único secreto está en la naturalidad.

-No imagino la vida de un músico.
-Pues puede ser horrorosa o muy cómoda; interesante o aburrida. Cinco años antes de venir a Valencia viajaba por todo el mundo sin parar y ese ritmo a veces impide hacer bien el trabajo, mantener una familia...era agotador.
-¿En su oficio, el orden debe estar por encima del resto?
-Hasta que se produce el concierto sí porque en ese momento hay que dejar que las cosas vayan por si solas y ocurran. La música no se puede forzar, aunque se debe preparar en los ensayos. Pero los conciertos hay que dejarlos que ocurran para que se produzca la magia.
-¿Dónde se esconde la magia?
-Es algo bastante subjetivo tanto para el músico como para el público. A veces diriges un concierto y piensas que ha sido perfecto, y al día siguiente ofreces el mismo programa y aunque te sientas más relajado o incluso crees que ha sido mucho mejor, el publico te dice lo contrario. Un director está contento cuando hay silencio. Ahí es cuando siente que se produce la magia.
-¿Y qué le ha dado usted al publico de Valencia para tenerlo tan silencioso?
-Es que yo estoy disfrutando y eso supongo que se nota. Esa sensación intento transmitirla también a la orquesta. A los músicos siempre les digo que, ante todo, debemos disfrutar con lo que hacemos y más aún porque nos debemos de lleno a nuestro trabajo. La impresión de nuestra última gira por Praga y Linz fue precisamente esa, que la orquesta disfrutaba.
-¿Puedo comparar la gestión de una orquesta con la de un equipo de fútbol?
-Totalmente. O un equipo de baloncesto en el sentido en sí del concepto de equipo. Esos fueron también algunos de los comentarios que recogimos de nuestros últimos conciertos, que habíamos salido a escena como un equipo. Conseguir ese nivel es difícil. La mentalidad que intento aplicar a cada uno de nuestros conciertos es salir a un campo para ganar el partido. Y para conseguirlo tenemos que ir juntos y trabajar unidos.
-Pero no debe ser lo mismo controlar once que cien. Habrá alguna diferencia.
-Lo importante es saber que cada uno tiene su papel individual pero que hemos de actuar juntos, encontrar un idioma propio y un estilo. Mi intención con esta orquesta es que tenga una cara propia, que no sea otra orquesta más, que lo que haga sea algo especial e identificable. Creo que el publico también está contento porque puede identificar la personalidad de su orquesta.
-¿Qué hay para un director después de la música?
-Hay mucho más y sobre todo, las relaciones humanas. Detrás de la música hay un ser humano que crea el momento.
-Sin embargo, por lo general, lo que buscan los directores más que la expresión del ser humano es que la orquesta funcione como una máquina incapaz de equivocarse y a veces fría de emociones, sobre todo perfecta.
-La culpa de todo eso son las grabaciones discográficas, el mercado del disco, las prisas y la falta de tiempo. Un día un director está aquí y mañana a 3.000 kilómetros.
-¿Quiere decir que la industria y el mercado está haciendo perder el espíritu de la naturalidad?
-Totalmente.  Y se ha perdido también la manera de encontrar la individualidad. El mercado obliga a aprender rápido. Así que se coge una grabación, se escucha cien veces y se interpreta tal y como se ha escuchado. Sin embargo, una grabación no es nada natural. Coger una grabación y no saber leer lo que esconde, o no saber cómo hacerla variar, conduce al falso perfeccionismo.
-Ha renovado hasta 2012. Su integración en la sociedad valenciana es algo que muchos han destacado ¿Esperaba lo que se ha encontrado?
-En primer lugar he de decir que estoy muy cómodo aquí: la gente, el clima, las relaciones personales, casi todo es muy parecido a mi país de origen. Mi integración ha sido muy natural. Se ha desarrollado incluso mejor de lo que esperaba.
-¿Pero algo le habrá llamado la atención?
-Que la gente es bastante natural y se parece a mi. No hago nada extra. En otros sitios no se aceptaría esa actitud.
-Más aún cuando usted se mueve en un mundo de divos, estrellas y relativas verdades fuera de la escena.
-Cierto.  Aquí hemos tenido gente complicadísima y cuando he estado a punto de enfadarme los propios músicos me han dicho, déjalo pasar, como queriendo decir que si ellos están tranquilo yo lo he de estar también. Esta es una relación fantástica.
-Usted es judio pero de creencias budistas, menuda combinación.
-No crea. Hay muchos judios afines al budismo. El budismo no va en contra de ninguna religión en la manera que cada uno hemos de aplicar en el día a día. Ese tránsito, en mi caso, ha sido fácil porque jamás he sido ortodoxo. En mi familia hemos seguido las fiestas judias. Pero en mi país también se dice: "nos han atacado, hemos vencido, vamos a comer". No, en serio. Vengo de un ambiente religioso muy relajado. Yo soy de los que viven el día a día. Los principios que he tratado seguir son aquellos que conducen a vivir una vida coherente, que me hagan sentir bien conmigo mismo y respetando siempre a los demás. El budismo me ha ayudado mucho a todo ello.
-Hablaba hace unos momentos de su familia, pero debe haber pesado mucho una infancia en casa del primer violín de una orquesta como la Filarmónica de Israel y haber tenido a su alcance desde muy pequeño a los grandes genios.
-También fue difícil. La vida de un artista puede ser ilusoria, irreal. Los divos, las estrellas también tienen su vida real. Y desde fuera muchos creen que es maravillosa, pero para algunos puede ser terrible.
-¿Odia algo de su trabajo?
-No puede decir nada malo.  Sin embargo, no es difícil ver a compañeros en otras circunstancias. El mercado de la música a veces empuja a los artista a estar en sitios donde no están comodos, pero las leyes de mercado obligan. Imagínese ir cada día a trabajar con cien personas con las que no te relacionas o te odian. Por eso digo que estoy contento de poder estar aquí.
-¿De qué hablan dos músicos cuando se encuentran en cualquier aeropuerto del mundo?
-Adónde vas, dónde estabas... es muy aburrido y normalmente se evitan porque en el aeropuerto estás cansadísimo
-¿Guarda algún sueño?
-Lo que tengo aquí ya es un sueño. Estoy en un lugar donde puedo hacer lo que me gusta y con gente con la que se puede trabajar.
-¿Hay que pertenecer a una familia para tener suerte en el mundo de la música?
-Hablaría mejor de tener contactos. No sé si son familias o no, pero sí son importantes los contactos. Pero tanto aquí como en cualquier otro ámbito profesional que se mueva por las leyes de mercado.
-Usted llegó a la dirección tarde. ¿Añora su etapa de pianista, de estar en solitario frente al público?
-Es cierto que llegué a la dirección tarde. Mi padre no quería que fuera músico y después me aburría como solista de piano.  No estaba contento. Es una relación difícil la que se tiene entre un pianista y un piano. Yo necesitaba contacto con la gente. Por eso mi camino de director comenzó tarde, pero tuve suerte. Trabajé cinco años como asistente de Barenboim en la Sinfónica de Chicago y fue un momento muy bueno porque me permitió aprender y hacer mis cositas con la orquesta. Pasé otros cincos años recorriendo el mundo. Hasta que llegué aquí.
-¿Barenboim y Celibidache son los dos personajes claves de su carrera?
-Sí, pero después de mi padre. Él estaba debajo de todo poniendo el orden. Celibidache fue un perfeccionista en todos los sentidos, incluso en los conciertos. Era un personaje complicado. Recuerdo que una vez quise dirigir un concierto. Lo tenía todo preparado. Se lo pregunté y él me lo impidió. Sólo dijo: tienes que estudiar otros diez años más antes de hacerlo.
-¿Y cual sería el cuarto pilar o quién le hubiera gustado que fuera?
-En música no hay nadie más, aunque existan influencias como Bernstein. Fuera de mi carrera está mi maestro budista porque es mi orientación. 
-Usted es un enamorado del romanticismo y del postromanticismo. Sólo hay que mirar sus programas.
-Soy romántico en mi alma. Totalmente. Soy de los que se emocionan.
-Luego se deja llevar en sus repertorios más por una cuestión emocional que práctica.
-A veces sí, pero intento que los programas siempre sean una mezcla. Lo que me gusta es que la música que elija sea muy expresiva ya que me va a permitir poder descubrir los colores de la orquesta.
-¿Qué diría que ha aprendido de su relación con ella?
-Aprendo cada día. Sobre todo en las relaciones humanas. Llevar un equipo tan grande y conseguir entusiasmarle, animarle, compartir, arreglar, crecer.... Ser director de orquesta es como ser un entrenador. Sin embargo, hay directores que no conectan con nadie: llegan, ensayan una semana, actúan y se van. Hay directores que dejan marca y otros que pasan sin asumir mayor responsabilidad que la de hacer bien su trabajo.
-¿Hay que darle al público siempre lo que quiere?
-Hay que dar siempre una mezcla.  Nuestro público es culto y está muy bien preparado. Es especial. Puede que yo esté más cómodo con algunas partituras, pero no sólo se trata de eso. Para mí lo importante es que la gente salga contenta.
-¿Tiene ganas de bajar al foso?
-No. Hay óperas fenomenales, pero pocas producen tantas sensaciones como las que permite la música sinfónica. En el foso se encuentran una cantidad infinita de variables: orquesta, solistas, coro, escenario, luz, director de escena... todo esto al final te obliga a estar siempre arreglando cosas y poniendo orden como si fuera un policía de tráfico. Si tienes suerte y logras tenerlo todo bien atado, cosa que en el mundo de la ópera es complicado, saldrá bien. Una vez a Celibidache le preguntaron qué hace un director y el contestó que en el mejor de los casos nada. El momento más gratificante para un director es cuando todo está preparado y sabes que cada uno conoce lo que ha de hacer.
-Eso era Kleiber
-Por ejemplo. Pero también es obligación de un director dejar las cosas claras.
-¿A usted le gustaría poder llegar al extremo de no tener que estar más que de forma física para levantar la batuta? ¿Para lograr qué?
-Que la música fluya por si misma. Pero para conseguirlo hay que dejar las cosas ordenadas y que la música pueda suceder. La música puede permitir estar fuera del tiempo.
-Luego la música, según usted, está y sólo hay que conseguir que suceda.
-Hay que hacerla vivir para que nos saque del tiempo.

Fuente: http://www.levante-emv.com/secciones/noticia.jsp?pRef=2008102600_1_511492__Yaron-Traub-magia-musica-esta-silencio

viernes, 24 de octubre de 2008

Festival de cine budista en Ciudad de México


























México, 23 Oct (Notimex).-

Con el propósito de ofrecer a la sociedad una forma distinta de ver la vida y ser punto de encuentro entre la ciencia, las antiguas tradiciones y el público, se realizará del 30 de octubre al 9 de noviembre el Primer Festival de Cine Budista de la Ciudad de México.


Leónides Guadarrama, director del encuentro, aseguró que los asistentes tendrán contacto con maestros de la India, tibetanos y científicos que darán soluciones reales y prácticas eficaces para enfrentar el diario acontecer, con el fin de vivir de una manera más plena.

En entrevista con Notimex, mencionó que se conocerá la riqueza multicultural de diversas naciones a través de películas, conferencias y exposiciones que instarán a la reflexión sobre la forma de ser y existir.

“Con este festival pretendemos erguir un puente entre el conocimiento científico y una antigua tradición que se basa en la observación de nuestra mente”, precisó.

Aclaró que no es propiamente una propuesta de cine a la que asistirán estrellas o directores de cine, sino un encuentro que busca ser una ventana diferente para ver la vida.

“No hay contradicción en ser judío, católico, cristiano o mulsulmán, el budismo es una forma de mirar adentro, de trabajar con las emociones y pensamientos para ver más allá de lo que es nuestra verdadera naturaleza”, añadió.

Reveló que Lorenzo Cohen, quien es un científico reconocido a nivel mundial, estará presente en las conferencias del “Encuentro entre ciencia y meditación”. Sus investigaciones analizan los aspectos psicológicos, fisiológicos y del comportamiento en un intento por conocer mejor el devenir del cáncer.

Geshe Tenzin Wangyal Rinpoché, enseñará la práctica “Meditación con sonidos” (sílabas guerreras), que se aplica en un proyecto de investigación a los pacientes con cáncer de mama en el M.D. Anderson de Houston, Texas, y que impacta de manera positiva a los pacientes tratados con quimioterapias.

Alejandro Chaoul también será uno de los invitados, así como el venerable Tenzin Priyadarshi, director del Centro de Etica y Valores Transformativos del Dalai Lama en el Instituto Tecnológico de Massachussets, quien dictará una conferencia magistral sobre el budismo y sus beneficios.

“Soñando con Lhasa”, “Los niños perdidos de Buda”, “Himalaya”, “Hijas de la sabiduría”, “La copa”, “Milarepa”, “Magos y viajeros”, “Entre nubes blancas”, “Satya”, “El rugido del león”, “Compasión en el exilio”, “La paz en cada paso”, “Leonard Cohen: I”m your man”, “Iluminación garantizada”, entre otros, son los filmes que se proyectarán.

Guadarrama anotó que son más de 20 películas procedentes de 12 países como Estados Unidos, Alemania, Holanda, Nepal y Tailandia, por mencionar algunos.

Las sedes de todos los eventos serán Cineteca Nacional y en el Cinemex WTC, Altavista y Casa de Arte, Universidad La Salle y el Centro Nacional de las Artes.

Pensamientos que curan

La meditación entra en los hospitales.
Programas de meditación para pacientes crónicos.

Los científicos comienzan a dar la razón a los budistas: nuestra mente sí influye en el cuerpo. Pacientes con cáncer y enfermedades crónicas aprenden a pensar y sentir de otra manera.



Dharamsala, una ciudad al norte de la India, es considerada por los tibetanos su segundo hogar. Tras la persecución china, un gran número de pobladores del Tíbet encontraron en este rincón de la cordillera de los Himalayas, un lugar tranquilo para vivir gracias a la condescendencia y protección del gobierno hindú.

En Dharamsala está ubicada la residencia de Tenzin Gyatso, el decimocuarto Dalai Lama, y desde 1987 el líder religioso abre las puertas de su hogar para albergar a destacados científicos y discutir con ellos posibles puntos de encuentro entre la milenaria tradición budista y los más recientes avances de la ciencia.

Como lo recuerda Sharon Begley, editora de la revista Newsweek en su libro Entrena tu mente, cambia tu cerebro (Editorial Norma 2008), la pregunta que ocupó la atención del Dalai Lama y su selecto grupo de invitados en 2004 fue la misma pregunta que ha atormentado a filósofos, médicos y hombres de ciencia por siglos: ¿Cuál es el poder de la mente para cambiar el cerebro?

Fred Gage, del Instituto Salk de la Jolla, California; Michael Meaney, de la Universidad de McGill de Montreal; Helen Neville, de la Universidad de Oregon, y Phillip Shaver de la Universidad de California, todos neurocientíficos que han desarrollado investigaciones en torno a la capacidad del cerebro para transformarse a lo largo de la vida (neuroplasticidad), examinaron desde su perspectiva una creencia que ha acompañado a los budistas por más de 2.500 años: la mente es una fuerza capaz de influir en el mundo físico, en nuestro cuerpo.

“Hay muchos paralelos evidentes entre los hallazgos neurocientíficos y la literatura budista”, resumió Francisca Cho, experta en budismo de la Universidad de George Washington y entrevistada por Begley, “el budismo es una historia en la que sentimos dolor y sufrimiento y tenemos el poder para cambiar eso. Los hallazgos científicos sobre la neuroplasticidad suponen un paralelo con la narrativa budista de la iluminación, porque muestran que aunque tenemos formas muy arraigadas de pensar y que el cerebro está parcialmente predeterminado, también tenemos la posibilidad de cambiar”.

Pablo Correa

Fuente: http://www.elespectador.com/impreso/articuloimpreso85537-pensamientos-curan

miércoles, 22 de octubre de 2008

PLANETA HAMBRIENTO

Hace unos años, el fotógrafo Peter Menzel decidió viajar por el mundo y fotografiar a 30 familias de 24 países de todo el mundo. La idea era fotografiar a las familias, junto a la comida que consumirían esa semana, además de tomar nota del gasto por cada una de las familias.


El resultado de su trabajo es el libro se llama Hungry Planet. Estas imágenes y datos han sido extraídos de él.


¿Qué come la gente?


Alemania

Cuatro miembros
500,07 $/ semana
125 $ por persona










USA (Carolina del Norte)
Cuatro miembros
346 $ / semana
86,5 $ por persona










Japon
Cuatro miembros
317,25 $ / semana
79,31 $ por persona











Italia (Sicilia)

Cinco miembros
260,11 $ / semana
52 $ por persona.










Londres, Inglaterra
Cuatro miembros
253,15 $ / semana
63,28 $ por persona










Kuwait
Ocho miembros
221,45 a la semana
27,68 $ por persona











Mexico

Cinco miembros
189,09 $ a la semana
37, 81 $ por persona











USA (California)
Cuatro miembros
159,18 $ a la semana
39,79 $ por persona










Pekin, China
Cuatro miembros
155,06 $ / semana
38,76 $ por persona










Polonia
Cinco miembros
151,27 $ a la semana
30,25 $ por persona










Egipto
Doce miembros
68,53 $ a la semana
5,71 $ por persona










Mongolia
Cuatro miembros
40,02 $ a la semana
10 $ por persona










Ecuador
Nueve miembros
31,55 $ a la semana
3,50 $ por persona











Bhutan, Nepal

Doce miembros
5,03 $ a la semana
0,41 $ por persona










Tchad, Africa
Seis miembros
1,62 $ a la semana
0,27 $ por persona











¿Hace falta algún comentario?

martes, 21 de octubre de 2008

Contra la Tortura a los animales

¿Por qué seguimos siendo tan salvajes?

La crueldad colectiva con los animales sigue divirtiendo a muchos españoles - Los ayuntamientos financian tradiciones supuestamente ligadas a mitos de fertilidad y hombría
Los españoles suelen presumir de cómo ha avanzado el país en pocos años o, como se decía, que Europa ya no acaba en los Pirineos. A esta vanagloria contribuye sin duda el reconocimiento en el exterior del cambio hacia el civismo y la modernidad. Salvo en ciertas fiestas populares, en las que miles de animales siguen siendo torturados en una extraña diversión colectiva, muchas veces pasada por el alcohol. Tradiciones que algunos municipios ya han suavizado o erradicado, pero que perviven en nombre de una dudosa cultura en muchas otras localidades.

Cuando se trata de mantener las tradiciones más bárbaras, no gusta que el extranjero mire, ni opine, ni critique. ¿Qué sabrán ellos? Y los lugareños son capaces de apalear incluso a los paisanos si muestran su repulsa hacia esos espectáculos.

Esta misma semana, los famosos alanceros de Tordesillas (Valladolid) han dado muerte aValentón, un toro que bajó acosado por las calles del pueblo, cruzó el puente sobre el Duero y escapó campo a través. Eso creía, pero allí lo esperaron las lanzas, que lo atravesaron hasta que le dan muerte. Confrontar lo ocurrido cada año con la versión de los matarifes es en vano, porque no permiten que los foráneos se acerquen al toro ni lo fotografíen cuando le dan la puntilla, ni cuando lo trasladan en un camión, ya sin rabo, de nuevo al pueblo.
Los grupos ecologistas creen que ha llegado el momento de plantear este asunto como una cuestión de "dignidad nacional" y dejar "de hacer el ridículo", pero saben que lo que tienen enfrente no es sólo la sacrosanta tradición sino también el interés de las autoridades, el negocio de la fiesta.

El maltrato no distingue animales. Cuando acaba la celebración hay gallos decapitados, gansos descoyuntados, plumas, cuernos, sangre, fuego, vísceras, cerdos, cabras y burros estresados; todos ellos han contribuido a perpetuar antiguos mitos asociados a la fertilidad y a la hombría, pero en España triunfan los bovinos, da igual que sean torazos de 500 kilos que malhadadas vaquillas que se desangran entre bomberos toreros.

Y triunfan porque en estos encierros, los famosos y los de pueblillos de tres al cuarto, corre el dinero público. "Divertirse con vacas y vaquillas goza de más reconocimiento y protección porque se amparan en las corridas de toros, completamente reglamentadas, y los ayuntamientos dejan dinero en estos espectáculos", dice Theo Oberhuber, de Ecologistas en Acción.
"Porque enfrentarse al toro también se hacía en Inglaterra, pero acabaron con aquellas tradiciones hace mucho tiempo. Y sin embargo, lo que no ocurre en ningún país bananero pasa en España, que sus señorías se ponen a discutir en el Congreso cómo y de qué manera se ha de maltratar a un toro en la plaza", añade Manuel Cases, vicepresidente de la Asociación para la Defensa y Derechos del Animal (ADDA), una de las organizaciones con más solera en este campo.

Los ecologistas dicen también que muchos de estos espectáculos no tienen más tradición que 30 o 40 años. Son pocos los que se remontan siglos atrás. "Cada vez hay más rechazo social, pero al final es una cuestión que depende de los ayuntamientos", asegura Oberhuber. Y ¿cómo esperar que un ayuntamiento tome la iniciativa de prohibir estos festejos que ellos mismos subvencionan e incluso pagan por completo?

En los pueblos pequeños no hay alcalde que se atreva a contrariar al pueblo en sus fiestas. Y los que las rechazan, callan. "Y los partidos políticos mayoritarios siempre juegan a lo mismo: cuando están en la oposición prometen una ley nacional contra el maltrato animal, pero cuando llegan al Gobierno ya no se acuerdan", lamenta Manuel Cases.

Los defensores de estos festejos suelen dar respuestas que se caen por su propio peso. "También comemos carne y matamos para eso" o aquello de "el que no sea de aquí, que no opine"; pero otros enarbolan la bandera de la tradición como un legado precioso que no puede perderse.
¿Lo justifica todo la tradición? "La tradición es la cultura de los pueblos, por eso se rebelan cuando les quieren desposeer de ello", dice el profesor de Antropología Social de la Universidad de Extremadura Javier Marcos. Y añade: "España ha sido un país rural y campesino donde los animales siempre han estado muy presentes. Cada uno de ellos tenía un valor simbólico, por ejemplo, los gallos en la tradición judeocristiana estaban muy relacionados con la masculinidad. Casi todos estos festejos tienen valor genésico, reproductor, de fertilidad". Este profesor, que imparte clase de Etnografía Regional, opina que las tradiciones van cambiando, pero lo hacen poco a poco, y cree que hay que respetar las leyes, pero no está a favor de que desaparezcan las tradiciones, prefiere dulcificarlas como una "respuesta adaptativa al progreso".
Y se suma a aquellos que defienden que "lo que es cultura o no, no se puede decir desde fuera de los contextos en que suceden las cosas, deben valorarse desde dentro, desde las propias culturas locales; las cosas no se cambian con decretos, mire lo que pasó con el carnaval, que estuvo prohibido y ha resurgido con toda la fuerza". Marcos dice que "la agresividad hacia los animales ha sido siempre universal".
Sí, pero lo que sorprende que las gentes se divierta con ello. Nadie que pasea en barca cogería un ganso que nada a su lado y le retorcería el cuello sin más. Pero en las fiestas de Lekeitio (Vizcaya) las cuadrillas disfrutaban cuando el cuello del ganso crujía o se desgarraba hasta separarse del cuerpo. Ahora lo hacen con animales muertos.

Parece que el contexto en que se celebran estos acontecimientos tiene su relieve. Lo explica el antropólogo Javier Marcos: "La gente se divierte por varias razones que confluyen. Es, por un lado, una tradición ligada a un contexto determinado, a un ritual, que sólo ocurre una vez al año y eso lo convierte en algo excepcional; sería criticado y combatido si se hiciera fuera de ese espacio y ese tiempo. Por otro lado, estos animales a los que se maltrata son chivos expiatorios a los que simbólicamente se les ha cargado con los males sociales, económicos, de tal forma que la sociedad metafóricamente se purifica atribuyéndole el mal al animal. Con ciertas reservas, también podría afirmarse que estos festejos representan el triunfo de lo racional, de lo humano, sobre la bestia, lo salvaje e incontrolado; es el dominio de la cultura y de lo doméstico sobre cierta anarquía o caos, que representa el animal", menciona Marcos.

Por último, cita dos características ya ligadas al mundo actual que propiciarían, a su parecer, el mantenimiento de estos espectáculos siglo tras siglo: "A la gente le gusta lo morboso, lo impactante, y se están reproduciendo modelos de la sociedad más vigente, es decir, la violencia, los dominantes y los dominados, una violencia que ni justifico ni legitimo", advierte.
La tradición sin más no convence a muchos: "También era tradición ir a la aldea vecina, matar a los hombres y violar a las mujeres", reflexiona el neurocientífico Alberto Ferrús, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "Un toro es un mamífero, se parece bastante a nosotros. Claro que sufre, su estructura neurológica está muy desarrollada. Una herida es un trauma para ellos y para nosotros y un proceso de acoso continuado les causa un estrés enorme", asegura. "Y claro que comemos carne, pero para matar a los animales hay que emplear la forma más civilizada posible, o sea, rápida y, si puede ser, indolora", añade.

Ferrús, del Instituto Cajal, explica que cuando un bebé se hace una herida en la yema del dedo su sufrimiento es mayor que si eso mismo le ocurre a un adulto. "Por lo mismo, un toro puede aguantar en pie una herida que a un hombre le dejaría derrotado, pero si le zahieren durante un buen rato se debilita y sufre igual, sólo hay que ver la sangre que pierden", dice.
Si los animales sufren más o menos como lo harían los humanos, ¿por qué la gente se divierte con ello? "Eso no es más que un atavismo primitivo y vandálico".

Es posible, pero en España parece que coleccionamos atavismos vandálicos. Y que los mantenemos siglo tras siglo. "Somos bárbaros por nuestra historia, pero también porque hemos tenido gobiernos muy permisivos que han tolerado todo esto. ¿Por qué no hacen un pacto para erradicarlo?", se pregunta Manuel Cases, de ADDA. No sabe por qué en España ha ocurrido esto desde siempre. "Es cosa de nuestra historia".

Pero incluso para demostrar que la historia y la tradición puede cambiarse sirven como ejemplo también estos pueblos que han puesto fin a la barbarie. En Muñana, un pueblillo de Ávila, los bisabuelos recuerdan las carreras de gallos, donde los quintos que se tallaban para ir al servicio militar demostraban su bravura. Ya no eran niños, sino hombres. A lomos de un caballo al galope arrancaban las cabezas a los gallos vivos que colgaban por las patas de un soga en alto. "Hace unos 15 años se dejó de hacer y hoy sólo lo defienden entre los jóvenes, los que son más cromañones", dice una chica que oculta su nombre. Cuando les prohibieron tan edificante jueguecito algunos desfogaron su rabia organizando las carreras de gallos en fincas privadas, lejos de los tricornios. Pero eso se dejó de hacer. "Se sustituyeron por carreras de cintas, que es lo mismo, pero tiran de unas cintas colgadas de carretes. Las cintas tienen mensajes, chorraditas, con humor", dice esta muchacha. "Los quintos de ahora ya no lo hacen, entre otras cosas porque les da asco", añade. Las cintas, sin embargo, siguen con éxito.

Las carreras de gallos han sido tradicionales también en algunos pueblos de Cáceres, como en Salvatierra de Santiago, pero se esfumaron a mediados de los setenta. Y no ha pasado nada.
Quizá estas tradiciones se extingan cuando los quintos y otros más mayores no sientan necesidad de demostrar esa suerte de hombría. Quién sabe.

En Manganeses de la Polvorosa (Zamora) hace años que se dejó de tirar la cabra del campanario, que ha sido sustituida por un muñeco de trapo y unos fuegos pirotécnicos sin que la fiesta haya perdido mucho vigor, a decir de algún vecino. También hay poblaciones en el norte que han sustituido los infelices gansos por sacos y la diversión continúa. Y algunos pueblos, como el extremeño de Villanueva de la Vera, sucumbieron a la presión de los protectores de los animales y tuvieron que demostrar año a año que no se maltrataba ni se mataba al burro que sacaban en procesión por las calles.

Los ecologistas tienen la mirada puesta en tres fiestas con toros especialmente arraigadas que repudian: el de la Vega, en Tordesillas (Valladolid), el de Coria (Cáceres) y el de Medinaceli (Soria). Pero por toda España se sacan astados a la calle, se corren encierros, se les prenden teas de fuego sobre la testuz, se les ata con sogas, se les alancea o banderillea sin cuento. "Muchas de las personas que están en el mundo del toreo repudian estos festejos", asegura Manuel Cases. ADDA siempre ha diferenciado las corridas de toros del resto de las tradiciones con animales, "no por la crueldad, que puede ser parecida, sino por las posibilidades de erradicar unas y otras".
Algunos de los eslóganes que usan los conservacionistas para combatir estas fiestas recuerdan a los lugareños que no tienen ni biblioteca y hablan de maltratar a un animal como forma de preservar la cultura. Pero no calan. "El ritmo al que se están extinguiendo estos espectáculos es muy lento, sobre todo cuando se trata de toros", dice Theo Oberhuber, de Ecologistas en Acción. Y aunque no parezca fácil enfrentarse a una multitud enardecida por la fiesta y las más de las veces por el alcohol, suelen respetar los mandatos de la autoridad competente. Así han cesado algunas aberraciones que no tenían ni la gracia de ser tradición.

Así y con la presión de los grupos por la defensa de los animales, que sin mucha ayuda se manifiestan año tras año en los pueblos más polémicos. No les falta valor; en algunos casos, como ha ocurrido en Tordesillas en ocasiones, el autobús que los transporta lleva escolta policial y suele haber más agentes que el día de la fiesta, cuando ya el alcohol hace estragos y no hay quien se atreva a meter la jeta en ese avispero.

El PACMA es el partido Antitaurino contra el Maltrato Animal. Se han convertido en la séptima fuerza política en la circunscripción madrileña. Y siguen en su lucha. El día 20 de este mes se adherirán a una manifestación convocada por un colectivo regional en Algemesí (Valencia) contra las becerradas. Dos días más tarde, el 22, y también el 24, nada impedirá que los más bravucones empleen sus peores artes taurinas con las vaquillas. Y luego le tocará el turno a otro pueblo, y luego a otro. Al pueblo le llegó el pan, pero no quiere decir adiós a la charlotada.

Fuente: http://lacomunidad.elpais.com/contoran/posts

15 Principios para el desarrollo moral de los educadores

por el Dr. Ramón Gallegos Nava

Preámbulo.

He escrito este código de ética como una guía clara y específica para orientar el comportamiento de los educadores holistas. Nuestra comunidad nacional e internacional de educadores holistas es comunidad de aprendizaje. Definirnos como una comunidad de aprendizaje es muy importante porque nos sitúa en la posición correcta para asumir un código de ética posconvencional y una acción social basada en la democracia, la paz, el diálogo y la reconciliación. Como comunidad de aprendizaje reconocemos en el aprender permanente la palanca del desarrollo de todas las comunidades del siglo XXI. Ser inteligente es definido hoy como una actitud de estar siempre aprendiendo. Aprender y vivir van juntos, no pueden separarse; aprender es vivir, vivir es aprender, por eso una comunidad de aprendizaje holista requiere un código de ética de carácter posconvencional, basada en valores universales, que nos permita la unidad de nuestra comunidad, una actitud de servicio hacia la sociedad y el desarrollo de nuestra propia conciencia para ser mejores seres humanos, vivir con dignidad y ser felices. Este código nos permite superar claramente el hedonismo y nihilismo consecuente de la degradación humana.

Como comunidad de aprendizaje honramos una cultura del conocimiento; esto significa valorar el aprendizaje como un proceso de desarrollo humano hacia estadios de mayor integridad. Nuestra comunidad es un espacio para nutrir el espíritu humano con valores universales perennes, es una comunidad con rostro humano, que celebra la fraternidad universal y se interesa en el bienestar de todos sin distinción; buscamos el máximo desarrollo para el máximo número de gente a través de una política integral ganar–ganar y la promoción de los derechos humanos. La base de nuestra acción es una ética global, holista, integral, basada en el bienestar de todos.

Por ello, los 15 principios éticos que aquí se definen son el marco para el desarrollo moral de la inteligencia espiritual de los miembros de nuestra comunidad, su observancia pone en marcha un proceso de evolución de la conciencia que revitaliza el propio Ser, nos hace mejores seres humanos, mejores ciudadanos, mejores maestros, y nos ayudan a recordar permanentemente el motivo por el cual nos hicimos maestros.

¿Por qué nos hicimos maestros? Nos hicimos maestros por amor, porque amamos a los niños, a los jóvenes, a los seres humanos y quisimos ayudar a su evolución. En suma, nos hicimos maestros para traer más amor al mundo. Este es el ideal perenne de todo maestro; este código nos permite realizar este ideal.

CULTURA DE PAZ
Como comunidad de aprendizaje asumimos y promovemos una cultura de paz y no violencia, esta es una conducta de respeto a la vida, al ser humano y a su dignidad, un rechazo a la violencia en todas sus formas y el desarrollo de la paciencia y la bondad. La cultura de paz es la base del bienestar humano y del planeta. No tenemos enemigos, hay gente que piensa diferente a nosotros y que respetamos en el marco de la diversidad.

CERO NEGATIVISMO
El negativismo es un estado emocional y mental de desprecio y crítica destructiva hacia los demás, es algo que nos divide, destruye nuestras relaciones y nos debilita como comunidad, genera desconfianza y sufrimiento.
Cuando hay cero negativismo surge la armonía en la comunidad, nos valoramos y respetamos practicando la generosidad y amabilidad.

RESPONSABILIDAD UNIVERSAL
Vivir con un sentido de responsabilidad universal significa identificarnos con la vida de todos los seres del planeta, compartir una responsabilidad por el bienestar y desarrollo de toda la humanidad, es la conciencia universal de que nuestros actos afectan a todos los demás y por lo tanto debemos reverenciar el milagro de la vida, y la cooperación con los demás seres humanos.

DIÁLOGO HOLISTA
Honramos el diálogo como el recurso que los seres humanos tenemos para comprendernos mutuamente y construir visiones compartidas. El diálogo es la actividad educativa por excelencia del maestro, a través del diálogo logramos entendimiento y construimos concordia, es la mejor manera de resolver problemas, fortalecer la comunidad y generar consenso.

SUSTENTABILIDAD GLOBAL.
Respetamos la vida en el planeta concientes del valor intrínseco de todo lo que existe, la sustentabilidad global significa no solo reparar, cuidar y preservar la belleza de nuestro hogar planetario sino también amarlo, sentirnos conectados y reconocer la mutua interdependencia de todos los seres. Una conducta sustentable es prudencia en el consumo y cuidado del medio ambiente.

ACTITUD DE SERVICIO
Servir a los demás nos dignifica, nos hace más libres, más universales, nos hace más felices y menos egocéntricos. Una actitud de servicio es un principio ético posconvencional, que nos ayuda a trabajar en el mundo realizando al mismo tiempo nuestra propia vida, al usar nuestra vida para servir a los demás encontramos su significado más profundo, nos lleva a la simplicidad inteligente

AMOR UNIVERSAL
Reconocemos en el amor universal el fundamento y motivo de todo acto educativo. La necesidad básica de todo ser humano es ser amado, cuando un niño crece sin ser amado sufre grandes perturbaciones en su espíritu, un maestro amoroso es fuente de inspiración y alegría para toda la comunidad. El amor universal es la inteligencia que conecta todo en el universo, es nuestra esencia esperando desarrollarse en el corazón de cada ser humano.

ESPÍRITU DE COMUNIDAD
Vinculados por la visión de que todos somos esencialmente iguales celebramos la común unidad, la alegría de tener amigos con los que compartimos un interés común. El espíritu de comunidad fortalece nuestra unidad interna, la lealtad entre nosotros, la confianza mutua, nos da una identidad compartida y una misión común.
Practicando el espíritu de comunidad nos sentimos una familia donde encontraremos apoyo, respeto y aceptación.

HONESTIDAD TOTAL.
Ser ético abre infinitas posibilidades de desarrollo, la mentira, el soborno y la corrupción finalmente nos destruirían como seres humanos, es un camino de sufrimiento para nosotros y los demás, por ello debemos practicar la honestidad en toda circunstancia, está práctica nos hará sentir bien, generará armonía y bienestar en nosotros permitiendo nuestro desarrollo como seres humanos, ser honesto es ser verdadero.

COMPASIÓN INCONDICIONAL
Ser compasivo significa interesarnos incondicionalmente en el bienestar de los demás, la compasión es una conducta de aceptación de todos los seres humanos, que supera la discriminación, el racismo, la xenofobia o cualquier forma de marginación de otros seres humanos. La compasión es ser bondadoso y generoso con el otro, preocuparnos por su bienestar y desarrollo y ayudarlo a mejorar.

JUSTICIA SOCIAL
Trabajaremos por una sociedad más justa que erradique la pobreza, los autoritarismos, que reconozca los derechos de las minorías, proteja a los vulnerables y ofrezca más posibilidades de desarrollo para todos. La justicia social afirma la equidad de genero, el acceso a la educación, el cuidado a la salud y la oportunidad económica.

POLÍTICA INTEGRAL
Practicaremos una política integral centrada en la democracia, la paz, el diálogo y la reconciliación de todos los actores sociales, partiendo de una actitud de ganar–ganar construiremos soluciones donde nadie pierda y todos ganen, una política incluyente de todos. En este contexto entenderemos el liderazgo como instrumento para el desarrollo de las comunidades

APRENDIZAJE PERMANENTE
Seremos congruentes con nuestro trabajo de educadores poniéndonos en una situación de aprendizaje permanente, una visión holista de la educación debe ser avivada permanentemente, debemos estar en desarrollo constante de nuestra propia conciencia, construyendo cada día una filosofía interior de amor a la vida, de armonía con la totalidad, esto se logra con aprendizaje permanente.

PACIENCIA CONCIENTE
Cultivaremos la actitud paciente como aquella que nos permite escuchar, comprender y aceptar a los demás, con ello lograremos la coexistencia pacífica. La paciencia es lago más profundo que la tolerancia, ya que no es solo tolerar al otro sino también comprenderlo y acompañarlo en su proceso evolutivo, esto es posible porque la paciencia es unidad en la diversidad, el entendimiento y respeto por lo diverso que tiene una esencia común.

ÉTICA POSTCONVENCIONAL
Como comunidad de aprendizaje nuestra conducta ética se basa en un nivel posconvencional, esto significa que esta basada en valores universales perennes más allá de las construcciones culturales o de época, es una ética que abraza y se interesa en todos los seres del planeta sin distinción, una ética del espíritu humano que se centra en la evolución de la conciencia y en la superación del sufrimiento humano, una ética del desarrollo, el bienestar y la felicidad.

Ramón Gallegos Nava,
Guadalajara, México
Diciembre 2005

Para mayor información consulte nuestra página en Internet:
Fundación Internacional para la Educación Holista
www.ramongallegos.com

lunes, 20 de octubre de 2008

El cambio climático, amenaza para la paz

El calentamiento del planeta empezó siendo un problema ecológico al que se le añadió pronto otro económico y social. Ahora es aún más grave: significa un incremento de la inseguridad internacional

por ANTXÓN OLABE Y MIKEL GONZÁLEZ

El más famoso de los exploradores rusos, Artur Chilingarov, encabezó en agosto de 2007 la expedición de su país en la que dos minisubmarinos plantaron una cápsula de titanio con la bandera rusa en el fondo del mar, a 4.200 metros de profundidad bajo el Polo Norte. Moscú sostiene que la cordillera submarina Lomonosov es una extensión de su plataforma continental, por lo que, de acuerdo con la Ley Internacional del Mar, reclama la soberanía sobre lo que ya se conoce como el norte profundo. La desaparición progresiva de los hielos árticos debido al calentamiento global ha disparado la disputa geopolítica sobre un territorio en el que investigaciones del Centro de Estudios Geológicos de Estados Unidos sitúan la cuarta parte de los recursos de hidrocarburos pendientes de descubrir en el planeta.

El Alto Representante para la Política Exterior Europea, Javier Solana, y la Comisión Europea presentaron conjuntamente al Consejo de primavera de 2008 un importante informe denominado Cambio climático y seguridad internacional. El informe concluye que un incremento de la temperatura media de la atmósfera por encima del umbral de seguridad identificado por la comunidad científica -dos grados sobre la temperatura existente en los tiempos preindustriales- conducirá a numerosos conflictos derivados de los impactos económicos, políticos, ambientales y sociales producidos por la alteración del clima. El África subsahariana, Oriente Medio, el sur de Asia y Asia central, Latinoamérica y el Caribe, así como el Ártico, figuran en el informe como zonas de riesgo.

En abril de 2007, a iniciativa del Gobierno británico, su entonces secretaria de Asuntos Exteriores, Margaret Beckett, presidió una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dedicada, por primera vez en exclusiva, al cambio climático. En ella participaron representantes de 50 Estados. En su intervención, Beckett señaló que el cambio climático "no es un problema tradicional de seguridad nacional, sino uno relacionado con nuestra seguridad colectiva en un mundo frágil y crecientemente interdependiente".

A medida que la ciencia ha avanzado en la comprensión de cambio climático, la conceptualización del problema se ha desplazado desde su consideración como un problema ambiental a uno de sostenibilidad global por su incidencia en los ámbitos sociales y económicos. En la actualidad, empieza a ser visto como un problema de seguridad global, y en el futuro podría afectar, incluso, a derechos humanos fundamentales, como ha defendido Oxfam ante las Naciones Unidas.

La crisis climática en curso plantea una amenaza emergente a la seguridad global por dos tipos de razones complementarias. En primer lugar, porque un incremento de la temperatura por encima de dos grados nos adentra en un territorio climático desconocido, con riesgo de producir una alteración del clima de efectos potencialmente irreversibles. Desde 1900, la atmósfera se ha calentado 0,74 ºC. La temperatura es ya, o está cerca de serlo, la más elevada en el actual periodo interglaciar que comenzó hace 12.000 años. Las emisiones que están en la base de ese incremento han aumentado un 70% entre 1970 y 2004, como destacó Rajendra Pachauri en su discurso de aceptación del Nobel de la Paz otorgada al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés).

En segundo lugar, porque una alteración climática por encima del mencionado umbral producirá una fuerte desestabilización social, económica, ambiental y política en amplias regiones del mundo, que acabará incidiendo en los siempre difíciles equilibrios de la paz y seguridad internacionales. Así, el IPCC estima que la disponibilidad de agua puede reducirse entre un 20%-30% en regiones como el Sahel, el Cuerno de África y Oriente Próximo, que ya sufren en la actualidad un estrés hídrico muy considerable. La escasez de agua, la desertificación y sus problemas asociados exacerbarán las migraciones masivas, generando tensiones en las zonas de tránsito y destino, caso de Europa, y concretamente en España, que es ya una de las puertas de entrada de estos flujos migratorios crecientes.

Otro impacto será el incremento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos como las olas de calor, las tormentas tropicales, los huracanes, las sequías y la gota fría. Según la Organización Mundial de la Salud, la ola de calor sufrida por Europa en el verano de 2003 causó la muerte prematura de 30.000 personas. En Centroamérica, el huracán Mitch causó la muerte de 11.000 personas en Honduras y 18.000 en Nicaragua. Otro factor que incidirá en la seguridad internacional es la posible proliferación del uso de la energía nuclear en regiones inestables.

Según el IPCC, para no exceder en 2 ºC la temperatura, es preciso que para 2050, las emisiones totales mundiales se reduzcan a la mitad respecto a 1990. Para ello, hay varias rutas posibles. La que implica una transición menos traumática del sistema energético mundial hacia una economía baja en carbono requiere que, hacia el año 2020, se alcance el cenit en las emisiones totales y que, a partir de ahí, se reduzcan progresivamente hasta finales del siglo XXI.

Hoy día, los principales emisores de gases de efecto invernadero son Estados Unidos, China, la Unión Europea, Rusia, India, Japón y Brasil. Si se incluyen las emisiones debidas a la desaparición de los bosques primarios, habría que incluir a Indonesia. En el horizonte se perfilan dos hechos de gran relevancia que condicionan la viabilidad de alcanzar ese cenit. Así, hacia el año 2020, cerca del 90% de los habitantes de la Tierra vivirá en países emergentes y en desarrollo cuyo nivel de renta per cápita será, por término medio, entre siete y diez veces menor que el de los países ricos. Su prioridad, como es lógico, será el crecimiento económico. Al mismo tiempo, hacia 2020, la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero se originará en los países emergentes y en desarrollo.

La metáfora que evoca la situación es la de un transatlántico que surca el océano a gran velocidad y que, además, se va acelerando. El buque lleva una gran inercia y necesita realizar un giro importante en su trayectoria en un plazo breve de tiempo. Siendo la maniobra ya de por sí difícil, se complica porque no hay un único capitán al mando, sino un grupo de capitanes -los principales Estados emisores-, cada cual con su forma de entender la trayectoria del barco y los problemas asociados.

El escenario actual de las emisiones y las tendencias señaladas obligan a cuestionarse si la arquitectura institucional existente es suficientemente poderosa y eficaz para reconducir la situación. En nuestra opinión, la respuesta es no. Concebir la crisis climática como un problema emergente de seguridad global conlleva subir al máximo nivel la toma de decisiones al respecto. Esto implica poner sobre la mesa el papel que debe jugar el Consejo de Seguridad. Opinamos que hay razones de peso para que el organismo internacional dotado del máximo poder político y legal para afrontar los problemas de seguridad internacional sea el que se implique directamente en el tema.

Para que el Consejo disponga de mayor representatividad y capacidad de reconducir la crisis global del clima, sería conveniente su ampliación. Una posible opción pasaría por incluir, junto a los actuales miembros permanentes -Estados Unidos, China, Reino Unido, y Francia y Rusia-, a los países cuya contribución es decisiva en la solución de la crisis climática -India, Japón, Brasil, Indonesia y Suráfrica-. Esos diez Estados juntos suman el 60% de la población mundial y el 70% de las emisiones globales. Contienen, además, los mayores bosques del planeta, cuya función de sumidero es esencial preservar. Todos ellos han sido ya invitados a formar parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) por su importante papel en la economía mundial.

Construyendo sobre el vigente Convenio Marco, contando con el respaldo pleno de las Naciones Unidas y el asesoramiento científico del IPCC, un Consejo de Seguridad ampliado y renovado estaría en condiciones inmejorables de configurarse como un poder mundial capaz de aplicar la estrategia adecuada en los ritmos adecuados que requiere la crisis climática en la que la humanidad ya se ha adentrado.

Antxón Olabe es analista ambiental y socio de Naider, y Mikel González es investigador de la Universidad del País Vasco / EHU.

Publicado en El País, el 20 de octubre del 2008
http://www.elpais.com/articulo/opinion/cambio/climatico/amenaza/paz/elpepuopi/20081020elpepiopi_11/Tes