miércoles, 29 de abril de 2009

martes, 28 de abril de 2009

La Nueva Medicina Germánica

El Dr. Hamer y la Nueva Medicina Germánica

El Dr. Ryke Geerd Hamer nació en Frisia (Alemania) en 1935, en el seno de una familia de pastores protestantes. A los 18 años, tras finalizar el bachillerato, inicia estudios de medicina y de teología en la Universidad de Tübingen, donde conoce a una estudiante de medicina que acabará por convertirse en su esposa, Sigrid Oldenburg. Con 20 años aprueba el examen preliminar de medicina y un año después contrae matrimonio en Erlangen, donde aprueba su licenciatura en teología.

En 1959, con 24 años, Ryke Geerd Hamer aprueba el examen estatal de medicina de Marbourg. Paralelamente a sus estudios de medicina estudió doce semestres de la carrera de física, si bien no llegó a efectuar el examen, y es licenciado en Ciencias Médicas, en las especialidades de Psiquiatría y Pediatría.

En 1961, obtiene el grado de Doctor en Medicina, trabajando durante varios años en clínicas universitarias de Tübingen y de Heidelberg, donde ejerce también la docencia. En 1972 el Dr. Hamer se especializa en medicina interna, y ejerce también en compañía de su esposa, la Dra. Sigrid Hamer, realizando investigaciones sobre la «angiometría de los tumores cerebrales».

Ha obtenido el diploma de especialista en enfermedades internas del Hospital Universitario Alemán, y también el diploma de radiólogo.

Tiene además, desde siempre, un hobby singular: patentar inventos. Por ejemplo, dentro del marco de la cirugía plástica, el Escalpelo Eléctrico Hamer, que permite operar de forma atraumática, cortando casi 20 veces más finamente que un bisturí, y una sierra especial para las intervenciones óseas. Tiene además patentados una couchette para masajes que se adapta automáticamente al contorno del cuerpo y un aparato que permite el diagnóstico serológico transcutáneo.

El Dr. Hamer recibió durante largos años el respeto y la admiración de sus colegas, y la estima de sus numerosos pacientes. Su carrera profesional e investigaciones —clásicas y ortodoxas—, reforzaban día a día su posición de reputado especialista.

A las 3 de la madrugada del 18 de agosto de 1978, ante el pueblo de Cavallo (Córcega) y en el transcurso de una fiesta celebrada en una nave, un aristócrata italiano, el príncipe Alberto de Saboya, dispara, sin motivos ni causas aparentes, contra una persona desconocida que dormía en la cubierta de un barco cercano. Esa persona era Dirk Hamer, de 19 años, uno de los hijos del Dr. Hamer. Dirk Hamer fue trasladado todavía con vida a Munich, falleciendo cuatro meses después, el 7 de diciembre de 1978, en Heidelberg.

La trágica muerte de su hijo unida a las dificultades de la investigación judicial que se llevó a cabo, y al desarrollo de un complicado proceso posterior, afectan profundamente a la familia Hamer. El Dr. Hamer desarrolla al cabo de cuatro meses un cáncer de testículos, en tanto que su esposa, la Dra. Sigrid Hamer, recae consecutivamente en varias enfermedades cancerosas hasta fallecer, el 12 de Abril de 1985, a causa de un infarto agudo de miocardio.

A partir de la muerte de su hijo y del desarrollo de los cánceres en él mismo y en su esposa, el Dr. Hamer inicia su investigación y emite la hipótesis de que tanto su cáncer como el de su mujer pueden estar relacionados con el brutal conflicto que vivieron en el más completo aislamiento, y que él percibió como el acontecimiento más grave que le había ocurrido. Sus estudios e investigaciones le llevaron a formular lo que él ha denominado la Ley de Hierro del Cáncer, piedra angular alrededor de la cual se articula toda la Nueva Medicina.

En Octubre de 1981 presenta la tesis sobre su descubrimiento en la facultad alemana de Tübingen, y el tribunal médico le coloca ante la alternativa de abjurar de su tesis o abandonar inmediatamente su trabajo clínico en la facultad.

En Mayo de 1982 la Universidad de Tübingen le devuelve sus documentos de trabajo sobre las correlaciones entre psiquismo y cáncer, sin haber efectuado ninguna verificación.

En 1986 la dirección del distrito de Coblence entabla un proceso para condenar al Dr. Hamer y prohibirle el ejercicio de la medicina por, textualmente, «no querer abjurar de la Ley de Hierro del Cáncer y no asumir las tesis convencionales sobre el cáncer». Desde 1986 el Dr. Hamer no puede ejercer el derecho de atender un enfermo. El veredicto queda confirmado en sesión única en 1990. Se prohibe cualquier proceso de revisión, y se declara al Dr. Hamer como no poseedor de las facultades de control de sí mismo, declarándosele incompetente para juzgar las necesidades de tratamientos contra el cáncer.

En 1986 un tribunal condena a la Universidad de Tübingen a reabrir el proceso de inhabilitación. Silencio hasta 1994. El 3 de Enero de 1994, se pronuncia la ejecución del veredicto, ¡Acontecimiento único en la historia de la Universidad! Ni siquiera con un retraso de 13 años es posible que esta Universidad verifique la Nueva Medicina. El 22 de Abril de 1994 declara que: «no está prevista la verificación en el marco del proceso de habilitación».

El 21 de julio de 1988, el tribunal de primera instancia de Coblence cita al Dr. Hamer a comparecer ante la cámara correccional del tribunal, para someterle al examen del profesor Horn, director del hospital psiquiátrico regional. El intento de internarlo a la fuerza en una institución psquiátrica fracasa.

A pesar de que sólo es necesaria una verificación, la Nueva Medicina del Dr. Hamer cuenta ya con 20 verificaciones. Sin embargo, los intentos de desprestigio y desacreditación del Dr. Hamer y de sus descubrimientos (expuestos como Nueva Medicina), han sido constantes.

El 21 de mayo de 1997 el Dr. Hamer fue arrestado. Tras pasar un día en el calabozo, la juez Nagel, en Colonia (Alemania) decidió su encarcelación basándose en tres puntos:

  • Haber infringido la ley de práctica médica.
  • «No atenerse a razones» (¿Debe abjurar de sus convicciones para que le dejen libre?).
  • Que existía el temor fundado de que se «fugase» al Estado español.


  • Según resolución judicial, el Dr. Hamer «podía ser visitado en prisión media hora dos veces al mes, previa solicitud, y a ser posible, en grupo». Medidas inconcebibles ya que se le trata como a un peligroso criminal...

    La Nueva Medicina, basada en 5 Leyes Biológicas Naturales, ya ha sido pues validada por médicos y científicos competentes. A pesar de ello, la prensa y medios de comunicación en general no han escatimado los epítetos insultantes en relación al Dr. Hamer. Y el COMB (Colegio Oficial de Médicos de Barcelona), tiene abierto expediente a los «seguidores» del «método» Hamer, porque «las teorías del doctor Hamer no han estado nunca sometidas a los debates y a las pruebas a las que se someten las hipótesis, los presuntos descubrimientos y las nuevas propuestas terapéuticas que realiza la comunidad científica» (Diario Médico, 19 de Septiembre de 1995), no ha hecho mucho más que sumarse a las voces de descrédito, sin querer afrontar el reto de estudiar esta gran aportación a la medicina, incorporarla a los estudios universitarios y ponerla a la práctica en beneficio de todos. Especialmente de los enfermos actuales y de la investigación futura.

    Si ellos no lo hacen, ¿Quién se supone que debe hacerlo? O es que, tal como los cancerosos pintaron en 1956, en los muros del Hospital de Villejuif de París: «Del cáncer vive mucha más gente de los que morimos».

    El Dr. Hamer afirma haber sido víctima de una Conspiración Sionista, que se ha apropiado de sus descubrimientos de la Nueva Medicina, para aplicarla exclusivamente a judíos, condenando con ello a muerte a DOS MIL MILLONES DE SERES HUMANOS que pudieron haberse salvado, y sin embargo, se les dejó morir, torturados hasta la muerte con los agresivos tratamientos de la Medicina Oficial (Quimioterapia, Radioterapia y Morfina), en lo que califica como «el más horrible crimen de la historia de la humanidad».

    La Nueva Medicina ha sido verificada y utilizada en secreto desde hace 27 años sólo para el pueblo judío.

    He aqui las cartas que el Dr. Hamer dirigió en su momento a altos cargos sionistas en las que les pide que se hagan conscientes de su responsabilidad y que den la orden de levantar el boicot a la Nueva Medicina para los no judíos, permitiendo asi que estos pacientes puedan ser salvados:

  • Carta del Dr. Ryke Geerd Hamer al Sr. Jefe de los rabinos
    Dr. med. Menahem Mendel Schneerson
    22 de Junio de 1986.

  • Carta del Dr. Ryke Geerd Hamer al Sr. Paul Spiegel
    Al Presidente del Consejo Central de los judíos de Alemania
    Sr. Paul Spiegel
    6 de Diciembre del 2000.

  • Carta del Dr. Ryke Geerd Hamer al Sr. Paul Spiegel
    A la atención del Consistorio Central de los Judíos de Alemania
    Sr. Paul Spiegel
    10 de enero del 2001.

  • Carta del Dr. Ryke Geerd Hamer al Sr. Rabino DENOUN
    Sr. Rabino DENOUN
    Consistoría Central de los Grandes Rabinos de Francia
    5 de Marzo, 2001.



  • AHORA, ¡LA GERMÁNICA NUEVA MEDICINA ®, NO SÓLO PARA LOS HEBREOS!

    El 17 de Diciembre del 2008 ha tenido lugar en Noruega un acontecimiento que pasará a la historia de la humanidad.

    El Gran Rabino Dr. Esra Iwan Götz ha firmado un documento en el que reconoce públicamente que los Doctores judíos, y especialmente todos los oncólogos, mayoritariamente judíos, efectúan a sabiendas dos tipos de tratamiento (según la religión). A los judíos se les trata según la Germánica Nueva Medicina ® y a los no judíos se les da el tratamiento oficial de tortura con quimio y morfina.


    Esta es la traducción del documento firmado en Noruega el 17 de Diciembre del 2008:


    Editorial de la Germánica Nueva Medicina ®

    Extracto de la reunión mantenida el 17-12-2008 en las oficinas del abogado Erik Bryn Tvedt.

    En presencia de los siguientes participantes:

    Sra. Erika Pilhar
    Sra. Olivia Pilhar
    Sr. Ing. Helmut Pilhar
    Sra. Vera Rechenberg
    Sra. Arina Lohse
    Rabino de rabinos Dr. Esra Iwan Götz
    Sra. Bona García Ortin
    Dr. Ryke Geerd Hamer

    Los participantes en esta reunión manifiestan una alarmante preocupación por el hecho de que cada día, y tan sólo en Alemania, más de 1.500 pacientes son maltratados y torturados hasta la muerte con quimio y morfina. Con la ayuda de la Germánica Nueva Medicina ® casi todos podrían sobrevivir. Esta situación que ha llevado a la muerte, tan solo en Alemania, a más de 20 millones de pacientes no judíos es el motivo de esta reunión.

    Los participantes han constatado que:

    La Germánica Nueva Medicina ® fue descubierta hace 27 años e inmediatamente divulgada. Desde entonces, y mediante un articulo redactado por el Sumo Rabino Menachem Mendel Schneerson e incluido en el Talmud, todos los rabinos del mundo deben hacer que los pacientes hebreos sean tratados con la Nueva Medicina (así denominada al inicio), ahora denominada Germánica Nueva Medicina ®. La terapia de la Germánica Nueva Medicina ® permite un 98% de superviviencia.

    Lo peor fue, como el propio Gran Rabino Dr. Esra Iwan Götz testifica, que en dicho artículo se añadió que deben utilizar los medios necesarios para impedir que los pacientes no judíos practiquen la terapia que ofrece la Germánica Nueva Medicina ®. Según el Gran Rabino Dr. Esra Iwan Götz, lo más aberrante es, no sólo que todos los rabinos conocen que la Germánica Nueva Medicina ® es verdadera y han cumplido la orden de que ningún paciente judío sea torturado con quimio y morfina, sino que todos los doctores judíos, y especialmente todos los oncólogos, mayoritariamente judíos, efectúan a sabiendas dos tipos de tratamiento, una verdadera terapia o un tratamiento de tortura (según la religión).

    El boicot a la Germánica Nueva Medicina ®, como ha sido confirmado por el Gran Rabino Dr. Esra Iwan Götz, no es una cuestión de ignorancia, de error o de falta de información, sino un genocidio dirigido, planificado.

    Frente a este monstruoso crimen, a causa del cual en los últimos 27 años han sido sacrificados alrededor de 2 mil millones de seres humanos, los participantes de la reunión piensan que es necesario urgentemente informar sobre este delito a la opinión pública mundial.

    Entre los judíos existen corrientes tales como «WORLD UNION FOR PROGRESSIVE JUDAISM» (UNIÓN MUNDIAL PARA UN JUDAÍSMO PROGRESISTA), a la cual pertenece el Gran Rabino Dr. Esra Iwan Götz, que rehúsa ser cómplice de este crimen.

    Por esta razón, hacemos un llamamiento a todos los hombres y mujeres íntegros para que se comprometan en poner fin a este crimen, a fin de que todos los pacientes, también no judíos, puedan beneficiarse de la Germánica Nueva Medicina ®.

    Junto con el Gran Rabino Dr. Esra Iwan Götz hacemos un llamamiento a todos los Rabinos, y especialmente a los oncólogos para que: «Detengan este crimen y este genocidio mundial de los no judíos».

    Sandefjord, a 17.12.2008

    Sra. Erika Pilhar
    Sra. Olivia Pilhar
    Sr. Ing. Helmut Pilha r
    Sra. Vera Rechenberg
    Sra. Arina Lohse
    Sra. Bona García Ortin
    Rabino de rabinos Dr. Esra Iwan Götz
    Dr. Ryke Geerd Hamer

    Este texto y estas firman han sido certificados legalmente por el abogado:

    Erik Bryn Tvedt, en su despacho: Rechtsanwalt Erik Bryn Tvedt (Abogado)


    Y éste es el documento original:




    «Primero te ignoran. Luego se ríen de ti. Luego luchan contra ti. ¡Y entonces, tú ganas!»

    (Mahatma Gandhi).



    MÁS INFORMACIÓN
  • Germánica Nueva Medicina
  • Free News: Germánica Nueva Medicina
  • La mafia de la agroalimentación


    Entrevista a Marie-Monique Robin


    Qué es Monsanto?
    El gigante de la industria agroquímica que domina el mercado mundial de la alimentación.

    ¿Cómo logra dominar la alimentación mundial?
    Domina el mercado mundial de semillas: dominar las semillas es dominar los estómagos, la población mundial.

    ¿Y cómo se logra dominar las semillas?
    Modificándolas genéticamente y patentándolas. Antes de 1992 no podían patentarse semillas, y Monsanto logró que Estados Unidos lo permitiese. Hoy tienen mil patentes.

    ¿Es algo que debería preocuparme?
    Si te preocupa qué comen tus hijos, sí. Preocúpate por las 80.000 hectáreas cultivadas con maíz transgénico en Catalunya y Aragón: ¿por qué España es el único país de Europa que acepta cultivos transgénicos?

    ¿No sucede en otros países europeos?
    Está prohibido. Con razón: carecemos de estudios sobre los efectos en la salud humana y en el medio ambiente de los organismos genéticamente modificados (OGM).

    ¿Y por qué España no los veta?
    En el Gobierno de España hay ahora cuatro personas relacionadas con Monsanto.

    ¿Quiénes?
    Estoy contrastando los datos y pronto publicaré sus nombres.

    ¿Ese maíz es un OGM de Monsanto?
    Sí, se le llama maíz Bt, iniciales de Bacillus thurigiensis: esa bacteria está en el suelo de forma natural y es insecticida. Si se usa en preparados pulverizados es eficaz, y el sol la degrada pronto: resulta inocua para el medio ambiente. Pero los de Monsanto tomaron de la bacteria el gen que produce la toxina, y lo insertaron en el genoma del maíz.

    Brillante idea: de este modo, ese maíz queda blindado contra los insectos, ¿no?
    Sí, pero a un coste peligroso: la toxina intoxica no sólo al piral –insecto perjudicial para el maíz–, sino también a los insectos predadores del piral (como la crisopa), y a mariposas, mariquitas, microorganismos del suelo,
    pájaros insectívoros...

    ¿Y a mí?
    ¿Tú comerías insecticida? Pues ese maíz insecticida pasa a harinas, chips, tacos, cereales, sopas, tortas... ¿Por qué cada día hay más alergias? ¡Son sobre reacciones de nuestro organismo ante algo que no reconoce!

    Con no comer ese maíz, ¡salvado!
    No: ese maíz poliniza cultivos de maíz ordinario, contaminándolos, convirtiéndolos también en transgénicos. ¡Extinguirá el maíz natural! Y aunque no ingirieses ese maíz directamente..., se lo dan como forraje a animales que luego tú sí comerás.

    ¿Debo alarmarme, pues?
    Mis padres eran campesinos, líderes sindicales agrarios en Francia: adoptar abonos, pesticidas convencidos de que hacían progresar la agricultura. Hoy están arrepentidos: la biodiversidad de variedades hortofrutícolas ha decrecido
    drásticamente..., y la mayor proporción de cánceres se da entre agricultores.

    Entonces sí podemos alarmarnos...
    El herbicida más vendido del mundo se llama Roundup, de Monsanto. Extermina toda la maleza..., pero no es biodegradable, y es promotor de cánceres y perturbador endocrino. ¿Cómo no vamos a padecer cada día más cánceres, diabetes, parkinson y alzheimer? ¡Mis hijas y yo ya no comemos vegetales que no provengan de cultivo biológico!

    ¿Herbicidas y pesticidas dan cáncer?
    ¡Nacen bebés con residuos de dioxinas en sus células! Las dioxinas son derivados de síntesis químicas de laboratorio. Llegan a los bebés por lo que comen las madres.

    Esto ya escalofría.
    Estamos intoxicándonos. Mire el pan.

    ¿Qué le pasa?
    Para que la espiga de trigo produzca más grano, ha sido genéticamente modificada y protegida con ocho pesticidas y varias hormonas... cuyos restos te comes en el pan. ¡Claro que hay cánceres de mama y próstata, y el esperma pierde fertilidad! Siete amigas de mi edad tienen cánceres. Ninguna amiga de mi madre lo tuvo a esta edad.

    ¿Y por qué no reaccionamos?
    Porque priorizamos la cantidad, la producción, la viabilidad económica, el negocio, los precios... Pero este sistema acabará también con los pequeños agricultores.

    ¿Por qué?
    Compran semillas genéticamente preparadas para ser fumigadas con Roundup, se obligan a comprar remesas nuevas cada año, y son caras. Perdemos miles de variedades tradicionales, y los campesinos acaban en manos de Monsanto, arruinándose muchos.

    ¿Qué pasará si se mantiene esta tónica?
    Que Monsanto producirá todas las semillas... y todos los productos fitosanitarios sin los que esas semillas genéticamente modificadas no fructifican (como el Roundup, que le reporta el 30% de sus ingresos): ¡negocio redondo para Monsanto! Si se confirma que algún producto es peligroso, lo retirarán, dándoles tiempo para fabricar otro... hasta que vuelva a demostrarse que es cancerígeno o perturbador hormonal. Y así hasta que acabemos todos estériles y enfermos.

    Esto es tan tremendo... Cuesta creerle.
    Tenemos ya el precedente del agente naranja. Empleado como herbicida durante decenios, su uso en la guerra de Vietnam ratificó su toxicidad cancerígena. Así que ha sido retirado. Lo fabricaba Monsanto. ¿Y qué le ha pasado a Monsanto pese a los millones de damnificados? Nada.

    Entrevista de VÍCTOR-M. AMELA
    Fotografía de MARC ARIAS

    Marie-Monique Robin es periodista especializada en agroalimentación. Tiene 48 años. Nació en Gourgé, pueblecito cerca de Poitiers (Francia), en una familia campesina. Está casada y tiene tres hijas (11, 14 y 17 años). En política no se casa con nadie, su compromiso es con la gente: por eso pone su pluma en la llaga.

    La gripe porcina y el monstruoso poder de la gran industria pecuaria


    por Mike Davis

    28/04/09

    Nuestro amigo y miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO Mike Davis, cuyo libro El monstruo llama a nuestra puerta (trad. María Julia Bertomeu, Ediciones El Viejo Topo, Barcelona, 2006) alertó lúcida y brillantemente del peligro de una gripe aviar pandémica de alcance mundial, explica ahora cómo la gran industria pecuaria globalizada ha sentado las bases para un más que preocupante brote de gripe porcina en México.

    La gripe porcina mexicana, una quimera genética probablemente concebida en el cieno fecal de una gorrinera industrial, amenaza subitáneamente con una fiebre al mundo entero. Los brotes en la América del Norte revelan una infección que está viajando ya a mayor velocidad de la que viajó con la última cepa pandémica oficial, la gripe de Hong Kong en 1968.

    Robándole protagonismo a nuestro último asesino oficial, el virus H5N1, este virus porcino representa una amenaza de ignota magnitud. Parece menos letal que el SARS [Síndrome Respiratorio Agudo, por sus siglas en inglés] en 2003, pero, como gripe, podría resultar más duradera que el SARS. Dado que las domesticadas gripes estacionales de tipo A matan nada menos que a un millón de personas al año, incluso un modesto incremento de virulencia, especialmente si va combinada con una elevada incidencia, podría producir una carnicería equivalente a una guerra importante.

    Ello es que una de sus primeras víctimas ha sido la consoladora fe, inveteradamente predicada por la Organización Mundial de Salud (OMS), en la posibilidad de contener las pandemias con respuestas inmediatas de las burocracias sanitarias e independientemente de la calidad de la sanidad pública local. Desde las primeras muertes por H5N1 en 1997, en Hong Kong, la OMS, con el apoyo de la mayoría de administraciones nacionales de sanidad, ha promovido una estrategia centrada en la identificación y el aislamiento de una cepa pandémica en su radio local de brote, seguidos de una masiva administración de antivirales y –si disponibles— vacunas a la población.

    Una legión de escépticos ha criticado ese enfoque de contrainsurgencia viral, señalando que los microbios pueden ahora volar alrededor del mundo –casi literalmente en el caso de la gripe aviar— mucho más rápidamente de lo que la OMS o los funcionarios locales puedan llegar a reaccionar al brote original. Esos expertos han observado también el carácter primitivo, y a menudo inexistente, de la vigilancia de la interfaz entre las enfermedades humanas y las animales. Pero el mito de una intervención audaz, preventiva (y barata) contra la gripe aviar ha resultado valiosísimo para la causa de los países ricos que, como los EEUU y el Reino Unido, prefieren invertir en sus propias líneas Maginot biológicas, antes que incrementar drásticamente la ayuda a los frentes epidémicos avanzados de ultramar. Tampoco ha tenido precio este mito para las grandes transnacionales farmacéuticas, enfrentadas en una guerra sin cuartel con las exigencias de los países en vía de desarrollo empeñados en exigir la producción pública de antivíricos genéricos clave como el Tamiflu patentado por Roche.

    La versión de la OMS y de los centros de control de enfermedades, de acuerdo con a cual ya se está preparado para una pandemia, sin mayor necesidad de nuevas inversiones masivas en vigilancia, infraestructura científica y regulatoria, salud pública básica y acceso global a fármacos vitales, será ahora decisivamente puesta a prueba por la gripe porcina, y tal vez averigüemos que pertenece a la misma categoría de gestión "ponzificada" del riesgo que los títulos y obligaciones de Madoff. No es tan difícil que falle el sistema de alertas, habida cuenta de que, sencillamente, no existe. Ni siquiera en la América del Norte y en la Unión Europea.

    Tal vez no sea sorprendente que México carezca tanto de capacidad como de voluntad política para gestionar enfermedades avícolas y ganaderas, pero ocurre que la situación apenas es mejor al norte de la frontera, en donde la vigilancia se deshace en un desdichado mosaico de jurisdicciones estatales y las grandes empresas pecuarias se enfrentan a las regulaciones sanitarias con el mismo desprecio con que suelen tratar a los trabajadores y a los animales. Análogamente, una década entera de advertencias de los científicos fracasó en punto a garantizar transferencias de sofisticada tecnología viral experimental a los países situados en las rutas pandémicas más probables. México cuenta con expertos sanitarios de reputación mundial, pero tiene que enviar las muestras a un laboratorio de Winnipeg para descifrar el genoma de la cepa. Así se ha perdido toda una semana.

    Pero nadie menos alerta que las autoridades de control de enfermedades en Atlanta. De acuerdo con el Washington Post, el CDC [siglas en inglés del Centro de Control de Enfermedades, radicado en Atlanta; T.] no se percató del brote hasta seis días después de que México hubiera empezado a imponer medidas de urgencia. No hay excusa que valga. Lo paradójico de esta gripe porcina es que, aun si totalmente inesperada, había sido ya pronosticada con gran precisión. Hace seis años, la revista Science consagró un artículo importante a poner en evidencia que, "tras años de estabilidad, el virus de la gripe porcina de la América del Norte ha dado un salto evolutivo vertiginoso".

    Desde su identificación durante la Gran Depresión, el virus H1N1 de la gripe porcina sólo había experimentado una ligera deriva desde su genoma original. Luego, en 1998, una cepa muy patógena comenzó a diezmar puercas en una granja de Carolina del Norte, y empezaron a surgir nuevas y más virulentas versiones año tras año, incluida una variante del H1N1 que contenía los genes internos del H3N2 (causante de la otra gripe de tipo A que se contagia entre humanos).

    Los investigadores entrevistados por Science se mostraban preocupados por la posibilidad de que uno de esos híbridos pudiera llegar a convertirse en un virus de gripe humana –se cree que las pandemias de 1957 y de 1968 fueron causadas por una mezcla de genes aviares y humanos fraguada en el interior de organismos porcinos—, y urgían a la creación de un sistema oficial de vigilancia para la gripe porcina: admonición, huelga decirlo, a la que prestó oídos sordos un Washington dispuesto entonces a tirar miles de millones de dólares por el sumidero de las fantasías bioterroristas.

    ¿Qué provocó tal aceleración en la evolución de la gripe porcina? Hace mucho que los virólogos están convencidos de que el sistema de agricultura intensiva de la China meridional es el principal vector de la mutación gripal: tanto de la "deriva" estacional como del episódico "intercambio" genómico. Pero la industrialización granempresarial de la producción pecuaria ha roto el monopolio natural de China en la evolución de la gripe. El sector pecuario se ha visto transformado en estas últimas décadas en algo que se parece más a la industria petroquímica que a la feliz granja familiar que pintan los libros de texto en la escuela.

    En 1965, por ejemplo, había en los EEUU 53 millones de cerdos repartidos entre más de un millón de granjas; hoy, 65 millones de cerdos se concentran en 65.000 instalaciones. Eso ha significado pasar de las anticuadas pocilgas a ciclópeos infiernos fecales en los que, entre estiércol y bajo un calor sofocante, prestos a intercambiar agentes patógenos a la velocidad del rayo, se hacinan decenas de millares de animales con más que debilitados sistemas inmunitarios.

    El año pasado, una comisión convocada por el Pew Research Center publicó un informe sobre la "producción animal en granjas industriales", en donde se destacaba el agudo peligro de que "la continua circulación de virus (…) característica de enormes piaras, rebaños o hatos incremente las oportunidades de aparición de nuevos virus por episodios de mutación o de recombinación que podrían generar virus más eficientes en la transmisión entre humanos". La comisión alertó también de que el promiscuo uso de antibióticos en las factorías porcinas –más barato que en ambientes humanos— estaba propiciando el auge de infecciones estafílocóquicas resistentes, mientras que los vertidos residuales generaban brotes de escherichia coli y de pfiesteria (el protozoo que mató a mil millones de peces en los estuarios de Carolina y contagió a docenas de pescadores).

    Cualquier mejora en la ecología de este nuevo agente patógeno tendría que enfrentarse con el monstruoso poder de los grandes conglomerados empresariales avícolas y ganaderos, como Smithfield Farms (porcino y vacuno) y Tyson (pollos). La comisión habló de una obstrucción sistemática de sus investigaciones por parte de las grandes empresas, incluidas unas nada recatadas amenazas de suprimir la financiación de los investigadores que cooperaran con la comisión.

    Se trata de una industria muy globalizada y con influencias políticas. Así como el gigante avícola Charoen Pokphand, radicado en Bangkok, fue capaz de desbaratar las investigaciones sobre su papel en la propagación de la gripe aviar en el sureste asiático, es lo más probable que la epidemiología forense del brote de gripe porcina se dé de bruces contra la pétrea muralla de la industria del cerdo.

    Eso no quiere decir que no vaya a encontrarse nunca una acusadora pistola humeante: ya corre el rumor en la prensa mexicana de un epicentro de la gripe situado en torno a una gigantesca filial de Smithfield en el estado de Veracruz. Pero lo más importante –sobre todo por la persistente amenaza del virus H5N1— es el bosque, no los árboles: la fracasada estrategia antipandémica de la OMS, el progresivo deterioro de la salud pública mundial, la mordaza aplicada por las grandes transnacionales farmacéuticas a medicamentos vitales y la catástrofe planetaria que es una producción pecuaria industrializada y ecológicamente desquiciada.

    Mike Davis es miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO. Traducidos recientemente al castellano: su libro sobre la amenaza de la gripe aviar (El monstruo llama a nuestra puerta, trad. María Julia Bertomeu, Ediciones El Viejo Topo, Barcelona, 2006), su libro sobre las Ciudades muertas (trad. Dina Khorasane, Marta Malo de Molina, Tatiana de la O y Mónica Cifuentes Zaro, Editorial Traficantes de sueños, Madrid, 2007) y su libro Los holocaustos de la era victoriana tardía (trad. Aitana Guia i Conca e Ivano Stocco, Ed. Universitat de València, Valencia, 2007). Sus libros más recientes son: In Praise of Barbarians: Essays against Empire (Haymarket Books, 2008) y Buda's Wagon: A Brief History of the Car Bomb (Verso, 2007; traducción castellana de Jordi Mundó en la editorial El Viejo Topo, Barcelona, 2009).

    Traducción para www.sinpermiso.info: Marta Domènech y María Julia Bertomeu

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    Fuente: www.sinpermiso.info

    lunes, 27 de abril de 2009

    Las venas abiertas de América Latina


    Cuando en 1971 el periodista uruguayo Eduardo Galeano publicó Las venas abiertas de América Latina, la idea que en España teníamos de la historia de aquel continente era poco más que la de nuestro imperio que vivía del dudoso esplendor del pasado y de un incomprensible orgullo de lo que se llamaba nuestra raza.

    La solidaridad con los pobres de todos los continentes se limitaba a poco más que al Domund. Es cierto que conocíamos la leyenda negra y a sus detractores, pero nos habían educado de tal modo en la lejanía del dolor ajeno y en el rechazo de toda injusticia que se refiriera a nuestra historia, que América Latina nos habría quedado muy lejos de no ser por una literatura que desde hacía algo más de una década nos iba acercando a un pueblo oprimido, empobrecido, atormentado.

    Fue entonces cuando nos llegó el libro de Galeano a través de amigos que venían de América o de librerías españolas en París o Ginebra. Estábamos todavía a caballo entre la muerte del dictador y la transición. Los libreros y distribuidores afrontaban una censura que no había sido derogada.

    La lectura del libro nos abrió las venas también a nosotros al desvelarnos otra Historia, la de los derrotados y perdedores, que nos mostraba hasta qué punto el expolio del imperio español había dejado en la miseria a pueblos enteros que además fueron esclavizados.

    Comprendimos, comprendí, los infinitos caminos que recorren los imperios para hacer suyos los tesoros de la tierra conquistada, en aquel caso el imperio español y el portugués en los siglos XVI y XVII, y el británico y el norteamericano durante los siglos XIX y XX.

    Descubrimos horrorizados las distintas formas de usurpar los recursos naturales: la fiebre del oro y de la plata que llenó los barcos españoles hacia la metrópoli; los monocultivos de azúcar en Cuba, del caucho en Brasil, de la banana en Ecuador, Colombia y los países de Centroamérica, y que una vez agotados los campos, los dejaban y todavía hoy los dejan inservibles para el cultivo. O las tropelías y atrocidades perpetradas contra el pueblo para apropiarse de las abundantes riquezas mineras.

    Y nos dimos cuenta de que la Historia no es, como habíamos aprendido, un asunto del pasado, sino que el saqueo continuaba en el presente utilizando métodos más modernos y presiones más sofisticadas, como las utilizadas por los países más ricos mediante un sistema colonial actualizado, por decirlo así, en relación con el que habían puesto en práctica los primeros conquistadores.

    Y así es como crearon una sociedad dividida entre unos pocos enriquecidos por los emperadores y la gran masa de los pueblos empobrecidos hasta unos extremos que era difícil imaginar. El libro provocó la indignación de las dictaduras que con la ayuda norteamericana se habían instalado en la mayoría de países, y por supuesto en nuestro país fueron muchos los que se arrogaron el derecho a conocer mejor que el autor la tragedia histórica de América Latina.
    Eduardo Galeano necesitó, según sus propias palabras, "cuatro años de investigación y recolección de la información" y tuvo que exiliarse a raíz del golpe militar ocurrido en Uruguay en 1973. Pero volvió al libro "siete años después" para decirnos que el deterioro continuaba y que "lo más difícil no había hecho sino comenzar".

    Para mí, la lectura de Las venas abiertas de América Latina supuso entonces una toma de conciencia viva de lo que es la obligada sumisión a los imperios y también de la pobreza provocada por su codicia, que todavía hoy me mantiene vigilante frente a la actuación de los poderosos.

    Esta es la razón por la que creo que Barack Obama sabe exactamente hasta qué punto el libro de Galeano acusa al imperio que hoy dirige. Pero de lo que no estoy tan segura es de que supiera que también los latinoamericanos, por más que hayan sido sometidos al silencio durante tanto tiempo, son conscientes de ello.

    La actitud del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fue un gesto de coraje y tal vez obligue al presidente del Norte a hojear el libro. Si esto ocurriera, le sería fácil comprender ciertas actitudes de sus vecinos del sur, perseguidas y destruidas por la mayoría de los líderes del pueblo norteamericano.

    Rosa Regàs es escritora y fue directora de la Biblioteca Nacional.
    Publicado en Público, el 22 abril 2009

    miércoles, 22 de abril de 2009

    22 de Abril, el Día de la Tierra.

    Cumbre de Copenhague: lo que está en juego.

    Los hielos del Polo Norte están desapareciendo ante nuestros ojos; las altas montañas pierden sus mantos de nieve perpetua; ciclones y huracanes son más frecuentes y su fuerza más explosiva que en el pasado; el mar eleva su nivel centímetro a centímetro; numerosas aves y mamíferos modifican sus costumbres migratorias y nupciales; las sequías se cronifican en la geografía subsahariana agravando las penurias de millones de personas que viven en el umbral de la supervivencia; en el verano de 2003 Europa sufrió una ola de calor que provocó la muerte prematura de 30.000 ancianos; el huracán Katrina y el huracán Mitz nos han enseñado que las personas humildes cuentan sus fallecidos por millares cuando se derrumban las casas por efecto del viento y las lluvias torrenciales o se ven anegadas por las aguas enfurecidas. ¿qué más necesitamos ver para despertar? 



    La reunión que en diciembre de 2009 va a tener lugar en Copenhague sobre cambio climático está llamada a ser la cu mbre ambiental más importante desde que en 1992 se celebró la de Río de Janeiro. De aquel encuentro salió la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático cuyo objetivo central es evitar interferencias de origen humano en el clima que pongan en peligro el bienestar de las personas y el de las otras formas de vida. 



    La comunidad científica internacional considera que un incremento de +2Cº sobre la temperatura media de la atmósfera existente en los tiempos pre-industriales es el umbral de seguridad que no se debería traspasar para evitar, precisamente, interferencias graves sobre el clima. Sin embargo, el incremento que ya se ha producido es de 0,76 Cº y la inercia calorífica asociada a los miles de millones de toneladas de gases de efecto invernadero emitidos en los últimos años y décadas seguirá incrementando la temperatura de la atmósfera durante al menos los próximos 50 años, incluso aunque a día de hoy se dejasen de emitir más gases.



    Lo que está en juego es la posibilidad real de que la especie humana, el homo sapiens sapiens, desestabilice de manera irreversible el clima del planeta Tierra, único lugar del Cosmos en el que, que sepamos, se ha producido y desarrollado el milagro de la vida, hogar de 13 millones de especies diferentes y miles de ecosistemas que han evolucionado y se han adaptado a lo largo de miles, millones, de años en un proceso en el que la relativa estabilidad climática actuaba como elemento ambiental fundamental y los cambios se producían en escalas de tiempo muy superiores a los de la alteración provocada por el hombre. Apenas cinco grados centígrados separan la época actual de la última glaciación y la previsión de la ciencia es que de esa magnitud puede ser el incremento en la temperatura media de la atmósfera a finales del presente siglo si la tendencia en las emisiones continúa su rumbo actual. 


    Somos 6.800 millones de personas y la humanidad se encamina hacia lo s 8.000 millones hacia 2030 y hacia los 9000 millones a mediados del presente siglo. Nueve de cada diez personas vivirán dentro de pocos años en los países emergentes y en desarrollo cuya prioridad absoluta será crecer económicamente. Los factores demográficos, económicos, energéticos que están actuando como fuerzas motrices tras las emisiones de gases de efecto invernadero son muy poderosos. Por ello, la inercia de las emisiones es muy fuerte y reducirla de manera significativa en el plazo de tiempo requerido es un formidable reto. 



    En mi opinión, nunca antes en la historia de la humanidad nuestra especie se ha enfrentado a un reto colectivo, global, del alcance y dificultad como es la alteración del clima de la Tierra. Se requiere forjar y ejecutar en pocos años un acuerdo global entre los grandes países del mundo que pivote sobre la eliminación del carbono del sistema energético y del sistema económico. Se requiere acordar y llevar a cabo en el plazo de unas po cas décadas una revolución del sistema energético basado en combustibles fósiles y que desde la Revolución Industrial ha movido la economía del mundo - en la actualidad el 80% de la energía primaria la aportan los combustibles fósiles-.



    Según datos publicados por el prestigioso World Resources Institute (WRI, 2009) de los Estados Unidos, en el año 2005 China fue ya el principal emisor de GEI con 7.250 Mt CO2 eq, 18,7% del total. India fue el quinto emisor con 1.863 Mt CO2 eq, el 4,8% del total, y Brasil el séptimo con 1.028 MT CO2 eq, el 2,7% del total. Entre esos tres grandes emergentes generan ya la cuarta parte de las emisiones globales. Estados Unidos fue el segundo emisor con el 18,3%; la Unión Europea-27 el tercero con el 13%; Rusia el cuarto con el 5,1% y Japón el sexto con el 3,6%. En apenas una década, hacia 2020, más de la mitad de las emisiones totales se emitirán en los países emergentes y en desarrollo, por lo que los países económicamente desarrollad os no pueden de ninguna manera resolver solos el problema. 



    La cumbre de Copenhague es decisiva porque realmente disponemos de poco tiempo para reaccionar. No se ha de olvidar que los primeros informes científicos, James Handsen, alertando seriamente de la gravedad del problema se presentaron en Estados Unidos hace ya 30 años, y que el Panel de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) fue creado por las Naciones Unidas hace más de dos décadas, 1988. Desde entonces, se han sucedido los informes, las cumbres internacionales, los Convenios y Protocolos, pero la realidad es que las emisiones han seguido aumentando y la concentración de GEI en la atmósfera se ha acelerado. Esos hechos nos indican que la velocidad de respuesta de la comunidad internacional ha sido, está siendo, muy lenta, desprovista del sentido de urgencia que se desprende del los informes científicos del IPCC.



    Evitar que se sobrepase el umbral de seguridad de los +2Cº requiere que la concentr ación de gases de efecto invernadero en la atmósfera no sobrepase las 450 partes por millón de CO2 eq. Esto requiere, a su vez, que hacia 2020 se alcance el punto de inflexión en las emisiones totales mundiales, situándose hacia 2050 en la mitad de las del año de referencia, 1990. Para que esta hoja de ruta sea posible, los países ricos han de acordar en Copenhague una reducción del entorno del 30% para el año 2020 en relación a las de 1990 y los grandes emergentes - China, India, Brasil,- una disminución de sus emisiones del orden del 15/30% respecto a la tendencia.



    Los países económicamente desarrollados han generado históricamente el 80% de las emisiones totales y es a ellos a quienes corresponde llevar el peso y la iniciativa de la solución del problema. Un paso decisivo en la buena dirección será, como propone la Unión Europea, crear hacia 2015 un mercado integrado de derechos de emisión que englobe a los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y a Rusia. En la actualidad, solamente la Unión Europea dispone de ese importante mecanismo que al asignar un precio a las emisiones favorece su eliminación, pero tanto Estados Unidos como Australia están interesados en poner en marcha sistemas dichos sistemas de cap and trade. Hacia 2020, el sistema de compra venta de permisos de emisión habría de abarcar a países como China, India, Brasil, Indonesia, Sudáfrica, Arabia Saudí y otros grandes emergentes, creando un mercado global del carbono.



    Es muy importante que ante la decisiva cumbre de Copenhague en diciembre de 2009 la opinión pública internacional se encuentre altamente movilizada. En los próximos meses se ha de ir generando un clamor internacional en defensa del clima, es decir en defensa de la vida sobre la Tierra. Organizaciones de defensa ambiental, grupos conservacionistas, líderes sociales, empresas y empresarios, científicos, artistas, sindicatos, organizaciones de es tudiantes, redes sociales 2.0, líderes espirituales y religiosos, grupos deportivos, colectivos culturales, organizaciones de género, ayuntamientos, alcaldes y alcaldesas, deportistas de élite, pensadores e intelectuales, amantes de la naturaleza, todos y todas hemos de poner nuestro grano de arena en la generación de ese clamor.



    La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra. Somos responsables de entregar en las mejores condiciones posibles lo que se nos ha dado a quienes vengan detrás de nosotros. Ese es el contrato social no escrito que ha existido desde tiempos inmemoriales entre una generación y la siguiente. Esa es la esencia del desarrollo sostenible.



    Antxon Olabe, analista ambiental y socio de naider.

    martes, 21 de abril de 2009

    Tabernanthe iboga por Bruce Parry.

    Documental de la BBC sobre el rito de iniciación bwuiti, mediante la ingesta de la iboga.

    Parte 1:



    Parte 2:

    EL PODER FARMACÉUTICO

    “Con el paso del tiempo y el esfuerzo promocional de los laboratorios farmacéuticos los medicamentos han pasado de ser bienes esenciales a simples objetos de consumo. Hoy las reacciones adversas a los fármacos ya son la cuarta causa de muerte en países como Estados Unidos. Sepa cómo se inventan enfermedades para crear nuevos mercados y convertir en pacientes a los ciudadanos sanos, cómo se manipulan los ensayos clínicos a favor de los laboratorios, cómo se vence la voluntad de muchos médicos mediante la promoción, cómo se controla a los trabajadores rebeldes y a los medios de comunicación o cómo se espía a los ciudadanos a través de la receta médica o mediante la implantación de la tecnología de radiofrecuencia en los envases”.
    MIGUEL JARA, “Traficantes de salud”, Ed. Icaria

    Este documental se estructura mediante la siguiente secuencia temática:

    1. SOBORNOS (los visitadores y los doctores que se saltan la ley)
    2. ENGAÑOS (lo que no nos cuentan las empresas farmacéuticas sobre los antidepresivos)
    3. LUCRO (estrategias corruptas aplicadas para potenciar el lucro de los laboratorios farmacéuticos)
    4. MUERTE (la muerte como efecto secundario causada por algunos medicamentos y la fabricación de enfermedades)
    5. CONTROL (cómo se espía al pueblo con la receta médica o con la implantación de la tecnología RFID en los envases)
    6. GLOBALIZACIÓN (globalización de la vacuna contra el cáncer del papiloma humano, beneficios, efectos secundarios y muerte)
    7. PROPAGANDA (cómo nos venden la vacuna contra el cáncer del papiloma humano, el poder de los anuncios)
    8. PATENTES (el control de las patentes, los medicamentos de marcas y la lucha contra los genéricos)
    9. SILENCIO (estado de la situación a nivel informativo)
    10. ¿Y AHORA QUÉ? (nuestro futuro, si luchamos por él, declaración de crímenes contra el planeta y la humanidad).


    EL FIN DEL LETARGO - EL PODER FARMACÉUTICO from EL FIN DEL LETARGO on Vimeo.

    Fuente: El fin del letargo http://vimeo.com/finletargo/videos/sort:date

    No arreglen Wall Street, reempláncela, por David Korten

    ¿Por qué no una economía de riqueza verdadera?

    El actual debate económico se centra en la mejor manera de revivir nuestro sistema económico actual por medio de alguna combinación de un rescate de Wall Street y un paquete de estímulo económico para la creación de puestos de trabajo. Esto equivale a tratar de reactivar un sistema económico que ha fracasado en todas sus dimensiones: económica, social y ambiental. En lugar de apoyar un sistema fracasado, deberíamos utilizar la actual crisis financiera como la oportunidad para crear un sistema que funcione. Tratar de resolver la crisis con las mismas herramientas que la causaron es la definición de locura.

    Como individuos, nosotros los humanos parecemos ser una especie inteligente. Colectivamente, sin embargo, nuestro comportamiento varía entre soberanamente sabio a suicida. Nuestra actual locura económica colectiva es el producto de una ilusión—una creencia, cultivada por la ortodoxia económica reinante, de que el dinero es riqueza y que hacer dinero es el equivalente a crear riqueza.

    El dinero es simplemente una nota contable sin valor intrínseco—es inútil hasta que lo intercambiamos por algo de valor real. La especialidad de Wall Street es crear dinero para gente rica sin el esfuerzo de producir algo de valor real correspondiente. Ellos aumentan sus pretensiones contra la verdadera riqueza sin aumentar el suministro de bienes, haciendo más difícil para el resto de nosotros satisfacer nuestras necesidades.

    La verdadera riqueza la conforman, en primer lugar, las cosas tangibles que sustentan a la vida—alimento, vivienda, vestimenta. Por supuesto, las más valiosas formas de riqueza son las que están más allá de cualquier precio: el amor; un niño sano y feliz; un trabajo que proporcione un sentido de autoestima y contribución; la pertenencia a una comunidad fuerte y comprensiva; un medio ambiente sano y vibrante; la paz. Nuestro sistema económico dirigido por Wall Street crea fantásticas cantidades de dinero y destruye activamente todas estas diversas formas de riqueza real.

    Hemos estado esclavizados a una historia cultural dominante, continuamente reforzada por académicos, funcionarios del gobierno y medios de comunicación corporativos, que nos llevó a creer que nuestra economía estaba funcionando espléndidamente incluso cuando casi literalmente nos estaba matando. Has escuchado muchas veces esta historia:

    "El crecimiento económico, medido por el Producto Bruto Interno, crea la riqueza necesaria para proporcionar abundancia material para todos, aumentando la felicidad humana, terminando con la pobreza, y sanando el medio ambiente. Cuanto más rápido consumimos, más rápido crece la economía y más ricos nos volvemos a medida que la marea creciente eleva todos los barcos".

    La conclusión lógica de esta historia es que cuanto más rápido convertimos nuestros recursos útiles en basura tóxica, más ricos somos. Los únicos verdaderos beneficiarios de esta evidentemente estúpida idea, son algunas pocas personas ricas que cosechan beneficios financieros de cada transacción económica—ya sea que la transacción cure una enfermedad o destruya una selva tropical. Es un sistema que deifica al dinero y diluye a la riqueza.

    En contraste, la economía de Main Street se compone de empresas locales y de trabajadores que producen bienes y servicios reales para satisfacer las necesidades de verdadera riqueza de sus comunidades. Ha sido maltratada y destrozada por las intrusiones rapaces de las corporaciones de Wall Street, pero es la base lógica sobre la cual construir una nueva economía de verdadera riqueza, de empleos verdes y fabricación verde, de empresas responsables orientadas a la comunidad, y de prácticas ambientales sanas.

    Dejemos que las empresas de Wall Street y su fantasmal máquina de riqueza se deslice al abismo de su propia creación. Dediquemos nuestros recursos públicos para crear y fortalecer a las instituciones financieras y empresas de Main Street dedicadas a crear riqueza verdadera al servicio de sus comunidades locales.

    Fuente: David Korten escribió este artículo como parte de Alimentos Para Todos, la edición de Primavera de 2009 de YES! Magazine. El último libro de David es Agenda for a New Economy: From Phantom Wealth to Real Wealth (Agenda para una Nueva Economía: de la Máquina de la riqueza a la Riqueza Real, publicado en inglés por Berrett-Koehler, febrero de 2009). Lea un capítulo en inglés. David es también el autor del best-seller internacional Cuando Las Empresas Gobiernan El Mundo y El Gran Cambio: del Imperio a la Comunidad de la Tierra. Es co-fundador y presidente del consejo de YES! Magazine, y miembro del consejo de la Alianza Empresarial para las Economías Locales Vivientes. www.davidkorten.org

    sábado, 11 de abril de 2009

    Jesús, de Nazareth


























    por Rafa Redondo

    Ocurrió en Kioto. Un joven escritor holandés, interesado por el budismo, visitó en uno de los magníficos templos budistas de esa ciudad japonesa a un anciano monje que, curiosamente, y pese a ser analfabeto, había alcanzado el grado de maestro Zen. Al preguntarle el monje al joven sobre la religión que profesaba y responderle el holandés que era cristiano, el anciano maestro no ocultó su ignorancia sobre la persona y la obra de Jesús. Pero como quiera mostrara un evidente interés sobre la vida del galileo, el joven corrió hacia la biblioteca de la universidad de Kioto en busca de un Nuevo Testamento. Y ya de nuevo ante el anciano, éste sugirió al joven que le leyera un texto del Evangelio, el primero que se presentara a sus ojos al abrir el libro al azar por cualquiera de sus páginas. Así se hizo, y el texto que apareció a la vista fue el famoso pasaje de las bienaventuranzas, que el joven lentamente fue leyendo.

    Acabada la lectura, el monje cerró los ojos y, acompañado de otros monjes que se hallaban con él, guardó unos minutos de silencioso recogimiento. Pasados unos instantes, levantó la cabeza, y mirando de nuevo al holandés exclamó: "No conozco a quien dijo eso que tú has leído, pero está claro -añadió contundentemente- que esas palabras solo pueden ser las palabras de un buda".

    La palabra Buda, o Bouddha, es preciso recodarlo, procede de la raíz sánscrita Boudh, que significa el despertar, y Bouddha significa el despierto, no solo referido al Buda histórico, que vivió hace 2.500 años, sino también a todos los que han alcanzado la más alta verdad, la verdadera libertad. Todos tenemos en el fondo de nosotros esa naturaleza, la esencia original, el ser esencial de la vida humana. Todos, sin que para ello sea preciso ser chino, hindú o japonés. Todos, sin que para ello sea necesario pertenecer a a religión alguna, porque el Espíritu es salvaje, sopla donde quiere. Y todos, sin exclusión, podemos llegar a la experiencia de lo que en el fondo siempre hemos sido. La experiencia de Dios es nuestro derecho de nacimiento.

    "A esta exaltación -dice el maestro Zen Willigis Jäger- están llamadas todas y cada una de las personas. Todos llevamos dentro el mismo principio de ser. Jesús era un hombre histórico, pero Cristo es una forma de ser latente en todas las personas, una forma que deberá desarrollarse...". Caer en la cuenta de quiénes verdaderamente somos, para qué hemos venido, despertar a nuestra propia Naturaleza... Ese es el objetivo de todos los Budas, no solo de los orientales, o de los mismos sabios sioux cuyos textos ya empiezan a ser traducidos, sino de gente cercana la cultura occidental, como Juan de la Cruz, Ángelus Silesius, Maestro Eckhart, así como los modernos físicos y psicólogos transpersonales...

    Resulta curioso que todos los Budas hablen igual, que todos expresen la misma experiencia, que todos inviten a seguir el mismo camino del despertar: el de caer en la cuenta. Para ellos, sean orientales u occidentales, no existe más pecado que el de la ignorancia, el pecado que aparta al ser humano de la experiencia de nuestro verdadero yo, y que nos lleva a apegamos a los bienes materiales, a las ideas e imágenes, para así pasar la vida dormidos, ignorando quiénes somos.

    Algunos, como los indúes, llamarán a esa experiencia satori, otros, samadhi; otros experiencia de Dios; otros, como los sioux, el Gran Misterio... Sin embargo, todas las religiones poseen el mismo origen, el mismo Padre; todas parten de la misma Experiencia; aunque luego, al no poder expresar con palabras lo que está más allá de las palabras, es cuando, muchas gentes dormidas, movidas menos por el espíritu que por el miedo y el poder, buscan su seguridad en sectas, en teologías cartesianas, en organizaciones, en iglesias, en dogmas; llegando entonces las condenas, las hogueras y las inquisiciones. El miedo que inventó los actuales idearios, es el mismo miedo que inventó el suplicio de la cruz.

    El anciano y analfabeto monje de nuestra historia, no estudió teología, pero, sin otra mediación que el conocimiento intuitivo propio de los hombres despiertos, superó en un instante las obsesivas dudas metódicas de los teólogos bíblicos, al reconocer sin mediaciones, directamente, las señas de identidad de Jesús como Buda -Hijo de Dios- Aquel que daba gracias a su Padre porque tales cosas las velaba a los grandes de este mundo y las revelaba a los sencillos.

    Pero si Jesús ciertamente fuera un Buda, o Hijo de Dios, o el Hermano Mayor, "¿de qué me serviría -se pregunta Eckhart- tener un hermano sabio siendo yo ignorante?". Jesús no vino para fundar religión alguna, sino para despertar la dormidera colectiva de los que agotan el presente pensando en un cielo futuro. Jesús recordó la importancia del aquí y el ahora cuando anuncia que la Gran Experiencia -el Reino de Dios- "está en vosotros mismos", sin aplazarlo a futuros lejanos. Jesús representa lo divino de toda la creación; Jesús -siguiendo la terminología de C.G. Jung- es el Cristo cósmico, el arquetipo que representa lo divino de la creación, lo divino en nosotros. Eso nos equipara a él. Más caer en la cuenta de todo eso, despertar, oír el Gran Silencio no es posible sin atravesar el Gólgota de las diversas muertes, de mis distintos falsos yoes, hasta lograr la resurrección del Yo real, ese Sí Mismo que el perspicaz Jung atisbó desde la Psicología Profunda. La muerte como transformación. La muerte, escándalo para una civilización que, apegada al éxito, huye empavorecida de la enfermedad y del fracaso. Jesús, como todos los maestros despiertos, no vino para ser adorado en una peana sino para mostrar un camino de transformación. Imposible despertar cuando se está apegado a las ideas, a las imágenes, al dinero. Lo ricos no despertarán si no mueren a sus riquezas. No se puede servir a dos señores. Para despertar es preciso morir, morir incluso a la misma idea de despertar. Así entiendo yo la resurrección.

    Jesús tampoco vino para formar castas sacerdotales, ni organizaciones jerarquizadas; menos aún para hacerse seguir por manadas de borregos, o de penitentes que imitasen su vida, sino que vino para que viviéramos profundamente la nuestra. Fue él mismo, para que también nosotros lográramos ser nosotros mismos; para que nos imitásemos a nosotros mismos en nuestro Ser esencial. El pecado -la ignorancia- consiste en aferrarse a su imagen como a un objeto de devoción y no verlo como un sujeto de transformación, empeñado en desvelar el Cristo que cada mujer y cada hombre llevamos dentro. Lo supo bien quien, libre de prejuicios, escogió a sus discípulos entre los marginados, se encontraba a gusto entre los sospechosos y se dejó acariciar por las prostitutas. Aquí el modelo no es el éxito; aquí el primero es el último y el último el primero. Aunque para ello sea preciso morir a la ilusión del respetable yo que nos hemos fabricado.

    Ese es el sentido del Gólgota, que el novelista Julen Green vio tan claro en su proceso de transformación personal, cuando descubrió el amor incondicional que tan bien supo plasmar en su novela Hermano Francisco. Ese amor incomprensible e impertinente, para quienes nunca olvidan el agravio. Esa ternura radical, que sabe perdonar desde la cruz el único pecado posible -la ignorancia-- de los que le machacaban, porque "no saben lo que hacen". Un amor que es paciente y servicial, que todo lo excusa, que todo lo cree, que todo lo espera, que todo lo soporta, que no acaba nunca. Un amor que así confía en que el ser humano logrará experimentar la aurora de una nueva conciencia, oculta aún bajo el velo de la ignorancia.

    La misma ignorancia que sublevaba al converso Julen Green cuando contemplaba a los católicos su forma clásica de salir de la misa dominical: "Bajan del Calvario y vienen hablando del tiempo".

    Fuente: http://www.deia.com/es/impresa/2009/04/10/bizkaia/iritzia/550820.php

    miércoles, 8 de abril de 2009

    La propuesta ecologista ante la crisis

    Uno de los focos principales de “salida” de la crisis que nos proponen el Gobierno, los organismos internacionales y los medios de comunicación masivos es que el crédito vuelva a fluir. Que los bancos empiecen a dejar (y crear) dinero a mansalva de nuevo. Para ello el Gobierno está movilizando una ingente cantidad de recursos: 100.000 millones de euros en avales a la banca para que sea una fuente creíble de crédito, hasta 50.000 en liquidez directa a los bancos, comprándoles activos, apertura de nuevas líneas de crédito a empresas a través del ICO... En la Unión Europea, la estrategia es la misma, con la bajada de los tipos de interés, amén de importantísimas “inyecciones de capital” por parte del Banco Central Europeo.

    Y se busca que el crédito vuelva a fluir para reactivar el consumo y, en definitiva, el crecimiento. Pero todos y todas sabemos que el crecimiento está inevitablemente asociado a un incremento del consumo de materia y energía y, por lo tanto, a un agravamiento de la crisis social y ambiental en la que vivimos. El problema es que el crecimiento es una premisa básica del capitalismo: si la economía no crece continuamente, el sistema en su conjunto no puede devolver las deudas sobre las que se sostiene, y colapsa. Por eso en la pasada cumbre del G-20 se hacían continuas llamadas a la importancia de recuperar el crecimiento. Por eso Zapatero y Solbes nos impelen continuamente a ello.

    Sabemos que es imposible mantener el crecimiento continuo en un planeta limitado y que, por lo tanto, tenemos que transitar hacia otros sistemas económicos que no se basen en esquilmar su base natural.
    Para ello, es fundamental que el movimiento ecologista aporte elementos de reflexión al resto de la sociedad. Es fundamental que empuje un cambio de enfoque. Que muestre que el debate no es si se moviliza o no el crédito. Movilizar el crédito, reactivar la economía, no es un bien en sí mismo. Debemos lograr que el debate social se centre en las oportunidades que tenemos a pesar de la crisis que vivimos. En un momento de parón de la maquinaria económica, podemos dirigir mejor su nueva dirección. La movilización ingente de recursos que se está produciendo desde las instancias públicas, debe servir para reorientar la economía hacia otro paradigma que no necesite el crecimiento.

    Se trata de centrar los recursos colectivos no en mantener la misma industria automovilística, sino en posibilitar un sistema de movilidad sostenible; no la creación de empleo en la construcción, sino en revitalizar un mundo rural agroecológico; no en apostar por las energías renovables para mantener el crecimiento del consumo, sino para cambiar radicalmente nuestra matriz energética, reduciendo el consumo.

    En definitiva, el movimiento ecologista tiene el desafío de proponer al resto de la sociedad que se adentre en la senda del decrecimiento del consumo de materia y energía, restableciendo el equilibrio entre los seres humanos y el medio, y subrayando la equidad entre los pueblos, teniendo en cuenta una premisa esencial para salir del actual atolladero: “menos para vivir mejor”.

    El Ecologista nº 60, Marzo 2009