jueves, 28 de octubre de 2010

DECLARACIÓN UNIVERSAL DEL BIEN COMÚN DE LA MADRE TIERRA Y DE LA HUMANIDAD

PREÁMBULO

CONSIDERANDO que Tierra y Humanidad son parte de un vasto universo en evolución y que poseen el mismo destino, amenazado de destrucción por la irresponsabilidad y por la falta de cuidado de los seres humanos, y que la Tierra forma con la Humanidad una única entidad, compleja y sagrada, como queda claro cuando se la ve desde el espacio exterior, y que, además, la Tierra es viva y se comporta como un único sistema autorregulador formado de componentes físicos, químicos, biológicos y humanos que la hacen propicia a la producción y reproducción de la vida y que por esto es nuestra Gran Madre y nuestro Hogar común. 


TOMANDO EN CUENTA que la Madre Tierra es compuesta por el conjunto de los ecosistemas en los cuales generó una multiplicidad magnífica de formas de vida, todas interdependientes y complementarias, formando la gran comunidad de vida, y que existe un lazo de parentesco entre todos los seres vivos por que todos son portadores del mismo código genético de base que funda la unidad sagrada de la vida en sus múltiplas formas y que, por lo tanto, la Humanidad es parte de la comunidad de vida y el momento de conciencia y de inteligencia de la propia Tierra haciendo que el ser humano, hombre y mujer, sea la misma Tierra que habla, piensa, siente, ama, cuida y venera.

CONSIDERANDO que todos los seres humanos con sus culturas, lenguas, tradiciones, religiones, artes y visiones de mundo constituyen la única familia de hermanos y hermanas con igual dignidad e iguales derechos, y que la Madre Tierra providenció todo lo que necesitamos para vivir y que la vida natural y humana depende de una biosfera saludable, con todos los ecosistemas sostenibles, con agua, bosques, animales e incontables microorganismos preservados, y, además, que el creciente calentamiento global y puede poner en riesgo la vitalidad y la integridad del sistema Tierra y que graves devastaciones pueden ocurrir afectando a millones y millones de personas y eventualmente inviabilizar la supervivencia de toda la especie humana.

RECORDANDO que hay que renovar y orgánicamente articular el contrato natural con el contrato social que ganó un rol de exclusividad y que propició el antropocentrismo e instauró estrategias de apropiación y dominación de la naturaleza y de la Madre Tierra ya que el modo de producción vigente en los últimos siglos y actualmente globalizado no ha conseguido atender a las demandas vitales de los pueblos, generando más bien un foso profundo entre ricos y pobres.

CONSIDERANDO, finalmente, que la conciencia de la gravedad de la situación crítica de la Tierra y de la Humanidad hace imprescindibles cambios en las mentes y en los corazones como lo subraya con énfasis la Carta de la Tierra, y que se forje una coalición de fuerzas alrededor de valores comunes y principios inspiradores que sirvan de fundamento ético y de estímulo para prácticas que busquen un modo sostenible de vivir. Las personas, las instituciones, la iniciativa de la Carta de la Tierra, los lideres políticos, las ONGs, las religiones e iglesias que subscriben esta Declaración ven la urgencia de que se proclame la presente DECLARACIÓN UNIVERSAL DEL BIEN COMÚN DE LA MADRE TIERRA Y DE LA HUMANIDAD cuyos ideales y criterios deben orientar los pueblos, las naciones y todos los ciudadanos en sus prácticas colectivas, comunitarias y personales y en los procesos educativos para que el Bien Común sea progresivamente reconocido, respetado, observado, asumido y promovido universalmente en vista del buen vivir de cada uno y de todos los habitantes de este pequeño planeta azul-blanco, nuestro Hogar Común.

Artículo 1

El Bien Común supremo y universal, condición para todos los demás bienes, es la misma Tierra que, por ser nuestra Gran Madre, debe ser amada, cuidada, regenerada y venerada como a nuestras madres.

I. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad pide que entendamos la Tierra como viva y sujeto de dignidad. No puede ser apropiada de forma individual por nadie, ni hecha mercancía, ni sufrir agresión sistemática por ningún modo de producción. Pertenece comunitariamente a todos los que la habitan incluidos aquellos que todavía no han nacido y al conjunto de los ecosistemas.

II. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad exige proteger y restaurar la integridad de los ecosistemas, con especial preocupación por la diversidad biológica y por todos los procesos naturales que sustentan la vida.

III. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad es fortalecido cuando todos los seres son vistos como interconectados y con valor intrínseco, independientemente de su uso humano.

Artículo 2

Para asegurar el Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad es necesario reducir, reutilizar y reciclar materiales usados en la producción y en consumo, garantizar que los residuos puedan ser asimilados por los sistemas ecológicos y buscar el buen vivir a partir de la soportabilidad de los ecosistemas, en cooperación con los otros y en armonía con los ritmos de la naturaleza.

I. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad resulta de la utilización sostenible de los bienes renovables como agua, suelos, productos florestales y vida marina de forma que puedan ser repuestos y garantizados para las actuales y las futuras generaciones.

II. El manejo de los bienes no-renovables, como minerales y combustibles fósiles, debe ser realizado de tal forma que disminuya su extinción y no dañe gravemente el Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad.

Artículo 3

Adoptar patrones de producción y consumo que garanticen la vitalidad y la integridad de la Madre Tierra, la equidad social en la Humanidad, el consumo responsable y solidario y el buen vivir comunitario.

I. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad requiere la utilización sostenible de las energías disponibles, privilegiando las matrices renovables y otras fuentes alternativas como la energía del sol, del viento, de las mareas y la agroenergía.

II. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad es potenciado cuando se disminuye al máximo la polución de cualquier parte del ambiente de forma a evitar los efectos perversos del calentamiento global y no permitir el aumento de substancias radioactivas, toxicas y de otras substancias químicas peligrosas.

III. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad no es compatible con la existencia de armas nucleares, biológicas y químicas y otras armas de destrucción masiva que deben ser eliminadas totalmente.

Artículo 4

La biosfera es un Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad y es patrimonio compartido por todas las formas de vida, de la cual los seres humanos son tutores.

Artículo 5

Pertenece al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad los recursos naturales, como el aire, los suelos, la fertilidad, la flora, la fauna, los genes, los microorganismos y las muestras representativas de los ecosistemas naturales y el espacio exterior.

I. El agua pertenece al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad porque es un bien natural, común, vital e insustituible para todos los seres vivos, especialmente para los humanos que tienen derecho a su acceso, independientemente de los costos de su captación, reserva, purificación y distribución que serán asumidos por el poder publico y por la sociedad.

II. Los océanos son un Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad porque constituyen los grandes repositorios de vida, los reguladores de los climas y de la base física y química de la Tierra.

III. Los bosques pertenecen al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad porque contienen la mayor biodiversidad del planeta, la humedad necesaria para el régimen de lluvias y son los grandes secuestradores de dióxido de carbono.

IV. Los climas pertenecen al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad porque son la condición esencial de la manutención de la vida y los cambios climáticos deben ser tratados globalmente y con una responsabilidad compartida.

Artículo 6

Pertenecen al Bien Común de la Humanidad y de la Tierra los alimentos en su diversidad y los recursos genéticos y filogenéticos necesarios para su producción sobre los cuales se prohibe todo tipo de especulación mercantil.

Artículo 7

Son Bienes Públicos de la Humanidad las energías necesarias a la vida, la salud y la educación, los medios de comunicación, la Internet, los correos y los transportes colectivos. Las medicinas producidas por laboratorios privados, después de cinco años pasan a pertenecer al Bien Común de la Humanidad y en emergencias hacerlas inmediatamente publicas.

Artículo 8

Las actividades petroleras y mineras y los agrocarburantes deben estar sometidos a un control estatal y social en razón de los efectos dañinos que pueden tener sobre el Bien Común de la Humanidad y de la Madre Tierra.

Artículo 9

Junto con la Tierra y la biosfera, es la Humanidad como un todo el más alto Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad. Ella no es la suma de los individuos de la especie humana. Por el hecho de que esta especie sea esencialmente social nace la humanidad como el conjunto de relaciones de todo tipo que se establecen entre las personas, instituciones, etnias y culturas. Constituye un error y una ilusión repartir la humanidad en entidades diferentes por naturaleza o por categorías heterogéneas, por que todos tenemos un mismo origen común. Todos somos africanos, copropietarios de la Tierra y corresponsables de su cuidado y gestión.

I. Por el hecho de ser consciente y corresponsable, la Humanidad histórica puede mostrarse sapiente y demente, egoísta y altruista. Puede usar los saberes técnicos y científicos para beneficiar la vida de todos y de la Tierra como puede crear ingenios de muerte que pueden amenazarla hasta destruirla. Es capaz de amor hasta donar la vida, como de odio hasta quitar la vida. Por eso se impone la conciencia de una ética humanitaria que ama y protege más la vida en todas sus formas que el poder y el provecho personal o colectivo.

II. Es propio de la humanidad darse un objetivo común e imaginarse un futuro de esperanza creando para eso las condiciones de alcanzarlo a corto, a mediano y a largo plazo. Con eso crea una comunidad de destino, copilotando la biosfera en la perspectiva de la perpetuidad de la especie humana.

III. Compete a la humanidad hacerse responsable por su crecimiento demográfico dentro de los límites físicos y geográficos de un planeta finito sabiendo con ética y sabiduría compatibilizar el derecho de las personas y de las familias con el interés colectivo de la humanidad.

Articulo 10

El gran Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad son los seres humanos, hombres y mujeres, portadores de dignidad, conciencia, inteligencia, amor, solidaridad y responsabilidad.

I. Hay que afirmar la dignidad inherente de todos los seres humanos y su potencial intelectual, artístico, ético e espiritual.

II. La misión de los seres humanos es la de cuidar y proteger la Tierra y la Humanidad como herencias recibidas del universo.

III. Las comunidades en todos los niveles tienen la obligación de garantizar la realización de los derechos y de las libertades fundamentales, creando las condiciones para que cada persona realice su pleno potencial y aporte al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad.

Artículo 11

Pertenece al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad todos los saberes, artes y técnicas acumuladas a lo largo de la historia.

I. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad requiere reconocer y preservar los saberes tradicionales y la sabiduría espiritual de todas las culturas que contribuyen a cuidar de la Tierra, a desarrollar el potencial de la Humanidad y a favorecer el Bien Común.

II. El Bien Común de la Humanidad pide incrementar con recursos financieros, técnicos, sociales e intelectuales a los pueblos pobres y vulnerables para que alcancen un modo de vivir sostenible y colaboren con el Bien Común.

III. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad cobra la erradicación de la pobreza como un imperativo humanitario, ético, social, ambiental y espiritual.

IV. La justicia social y ecológica no pueden ser disociadas porque ambas sirven al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad.

V. Pertenece al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad la equidad de género, la superación de todo tipo de discriminación, la protección de los niños y niñas contra toda violencia y la seguridad social de todos aquellos que no pueden mantenerse por su propia cuenta.

Artículo 12

Pertenece al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad todas las formas de gobierno que respetan los derechos de cada ser humano y de la Madre Tierra y propician la participación activa e inclusiva de los ciudadanos en la toma de decisiones, favorecen el acceso irrestricto a la justicia y cuidan del entorno ecológico.

Artículo 13

El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad demanda que se protejan las reservas naturales incluyendo tierras salvajes y áreas marinas, los sistemas de sustento de la vida en la Tierra, las semillas, la biodiversidad y se rescaten especies amenazadas y ecosistemas devastados.

I. Controlar la introducción de especies exógenas y someter rigurosamente al principio de prevención a todos los organismos genéticamente modificados para que no causen daños a las especies nativas y a la salud de la Madre Tierra y de la Humanidad.

II. Garantizar que los conocimientos de los varios campos del saber que son de vital importancia para el Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad, inclusivo la información genética y nanotecnología, sean considerados de dominio público.

III. Se prohibe patentar recursos genéticos fundamentales para la alimentación y la agricultura y los descubrimientos técnicos patentados deben guardar siempre su destinación social.

Artículo 14

Pertenecen al Bien Común de la Humanidad y de la Madre Tierra la multiplicidad de las culturas y de las lenguas, los diferentes pueblos, los monumentos, las artes, la música, las ciencias, las técnicas, las filosofías, la sabiduría popular, las tradiciones éticas, los caminos espirituales y las religiones.

Artículo 15

Pertenece al Bien Común de la Tierra viva y de la Humanidad la hospitalidad por la cual acogemos y somos acogidos unos a otros, como habitantes del mismo Hogar común, la Tierra.

Artículo 16

Pertenece al Bien Común de la Humanidad y de la Madre Tierra la sociabilidad y la convivencia pacífica con todos los seres humanos y con los seres de la naturaleza porque todos somos hijos y hijas de la Madre Tierra y somos corresponsables por el mismo destino común.

Artículo 17

Pertenece al Bien Común de la Humanidad la tolerancia que acoge las diferencias como expresiones de la riqueza de la única naturaleza humana y que no permite que tales diferencias sean consideradas como desigualdades.

Articulo 18

Pertenece al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad la capacidad de reconciliación por parte de personas y de pueblos frente a violencias y daños sufridos en el trasfondo de la reconstrucción de la verdad y de la justicia, no permitiendo que la venganza y el odio tengan la última palabra.

Artículo 19

Pertenece al Bien Común de la Humanidad la comensalidad que expresa el sueño ancestral de todos los pueblos de sentarse juntos, como hermanos y hermanas de la misma familia, alrededor de la mesa, comiendo y bebiendo alegremente de los frutos de la generosidad de la Madre Tierra.

Artículo 20

Pertenece al Bien Común de la Humanidad la compasión por todos los que sufren en la naturaleza y en la sociedad, aliviando sus padecimientos e impidiendo todo tipo de crueldad a los animales.

Artículo 21

Pertenece al Bien Común de la Humanidad los principios éticos de respeto a cada ser, del cuido de la naturaleza y de la responsabilidad universal por la preservación de la biodiversidad y por la continuidad del proyecto planetario humano y los principios de cooperación y de la solidaridad de todos con todos partiendo de los mas necesitados, para que todos sean incluidos en la misma Casa Común.

Artículo 22

Pertenece al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad la permanente búsqueda de la paz que resulta de la correcta relación consigo mismo, de todos con todos, con la naturaleza, con la vida, con la sociedad nacional e internacional y con el gran Todo del cual somos parte.

Artículo 23

Pertenece al Bien Común de la Humanidad y de la Madre Tierra la convicción de que una Energía amorosa subyace a todo el universo, sustenta a cada uno de los seres y que puede ser invocada, acogida y venerada.

Artículo 24

Todos estos ideales y criterios del Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad prolongan y refuerzan los principios y valores de la Carta de la Tierra y los derechos humanos contenidos en la Declaración de los Derechos del Hombre proclamada en 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea de la ONU, generando la esperanza de una biocivilización en armonía consigo misma, llena de cuidado hacia la Madre Tierra, fundada en el espíritu de cooperación, de hermandad universal y de amor incondicional.

* * *

Elaborado, después de amplias consultas, bajo la responsabilidad de Miguel d'Escoto
Brockmann, Presidente de la Asamblea General de la ONU 2008-2009 y Leonardo Boff,
comisionado de la Carta de la Tierra y profesor emérito de ética de la Universidad de Río de
Janeiro.

Reinventando las Naciones Unidas



24 de octubre
Día de las Naciones Unidas


POR Miguel D’ Escoto




Desde que dejé mi puesto como Presidente de la Asamblea General de la ONU, el 14 de septiembre de 2009, he estado trabajando en una Propuesta de Reinvención de la Organización de las Naciones Unidas. Esa Propuesta pronto la estaremos presentando

Yo me encuentro entre los convencidos que hoy más que nunca el mundo está necesitando una verdadera Naciones Unidas que nos una a todos los pueblos y gobiernos del mundo en la defensa del derecho a la vida y de todos los otros derechos inalienables de los seres humanos individualmente y de la humanidad en su conjunto, de todos los seres vivientes, de la naturaleza en general y de la Madre Tierra. Lo que tenemos ahora por Naciones Unidas es un fraude, es una farsa, es una gran mentira porque hay quienes se han empeñado en viciarla más allá de cualquier reforma posible.

Y digo esto porque es evidente que dentro de la Organización tenemos a un Estado Miembro, el más influyente, por rico y militarmente poderoso, que ha logrado persuadir a otros Miembros, principalmente del llamado primer mundo, a trabajar por una agenda radicalmente diferente a la agenda de Paz, respeto y armonía entre todos los Estados Miembros, respetando siempre su igualdad soberana que la Carta consigna como su primer principio. Ese Estado Miembro se comporta como dueño y señor de la Organización y sus “negociaciones” no son más que amenazas, represalias e ingentes campañas difamatorias que sólo podríamos calificar de terrorismo mediático.

Para que Naciones Unidas llegue a ser una Organización auténtica se necesitaría que todos los Estados Miembros, y particularmente los más poderosos e influyentes, estuvieran realmente comprometidos con la Paz mundial, la erradicación de las guerras, del hambre y la pobreza de este mundo. Esos, después de todo, fueron los objetivos por los cuales las Naciones Unidas fue creada y, al suscribir su Carta, los Estados Miembros, se comprometieron a dedicar sus mejores esfuerzos por lograr esos propósitos.

Desde hace ya más de treinta años, por lo menos, se sabe que la erradicación del hambre y la pobreza extrema ya no es una utopía inalcanzable. Se cuenta con los recursos y los conocimientos científico-técnicos para lograrlo. Lo único que hace falta es la voluntad política de vivir en hermandad, de amarnos los unos a los otros y de estar siempre a la altura de las exigencias de la solidaridad humana. Necesitaríamos también la voluntad política para estar a la altura de las exigencias del respeto, amor y cuido de todo lo viviente y de nuestra Madre Tierra.

Considero que no hay duda de que la mayor parte de los pueblos del mundo anhelan la Paz y la consideran el bien supremo hacia el cual debemos trabajar. No obstante, existe, como ya hemos dicho, un Estado para el cual el bien supremo, el que le da razón a su existencia, no es la Paz, sino el poder. Un poder de dominación y aplastamiento que sólo podríamos calificar de diabólico, ya que no existe medio, por violento y criminal que sea, que este Estado, al que normalmente llamamos simplemente Imperialismo, no esté dispuesto a utilizar para lograr su objetivo de Full Spectrum Dominance (Dominio de Espectro Total), nombre dado por el propio Pentágono a la estrategia militar para lograr el control de todo el planeta y más allá. Este, obviamente, es un objetivo que otros ya habían intentado antes, sin poder jamás lograrlo. Según el propio Pentágono, la agenda de este objetivo es controlarlo todo y en todas partes, incluyendo los mares, tierra, aire e, incluso, el espacio exterior y el ciberespacio.

Cuando hablamos de este tipo de ambiciones demenciales, se hace difícil impedir que vengan a la mente memorias de hechos tan condenables y perversos como todos los relacionados con Hitler, que nunca podrán ser suficientemente condenados. No obstante, no es ninguna exageración afirmar que Hitler, con todo el mal que hizo, nunca pudo haber causado tanto daño a la humanidad como el que Estados Unidos ya ha causado y sigue exponencialmente causando, hasta el punto de poner en peligro la continuación de la especie humana y de la mayor parte de la vida en la Tierra. Estados Unidos, sus aliados y la OTAN son mil veces más peligrosos y condenables que el propio Hitler.

Por lo tanto, no deja de resultar difícil, por deseable que sea, imaginarnos a unos Estados Unidos diferente, integrado al resto de la familia humana, trabajando por la Paz y la seguridad del mundo y haciendo todo lo posible por erradicar el hambre y la extrema pobreza de esta Tierra, siendo que ellos son sus principales causantes. Y, además, por supuesto, nos gustaría ver a unos Estados Unidos tratando seriamente también de responder con efectividad al cambio climático, calentamiento global y a los serios problemas ecológicos de los que ellos han sido de los principales causantes. Pero, cabe preguntarnos, ¿hasta cuándo debemos de seguir esperando que Estados Unidos y sus aliados se compongan y dejen de seguir actuando como enemigos de la humanidad, de la vida y de la Madre Tierra?

La esencial perversidad del Imperio no es algo que resultó, por sí sólo, así no más, como por accidente. Fue algo premeditado, decidido por los principales arquitectos de la política de contención de la Guerra Fría, con George F. Kennan, Director de la sección de Planificación de Políticas del Departamento de Estado, a la cabeza. En un documento interno sobre política exterior de 1948, clasificado como Top Secret, él hace un resumen de los que debían ser los principales objetivos de la política exterior estadounidense mientras creaban el Imperio de la Post Guerra que se conocería como el siglo americano. La tesis de Kennan, eventualmente desclasificada, era espeluznantemente clara. El egoísmo y la codicia fueron oficialmente entronizados, mientras que la solidaridad internacional fue caracterizada como una extravagancia ante las prioridades “más serias e importantes” del momento. “No necesitamos engañarnos pensando que hoy en día nos podemos dar el lujo de altruismos y de actuar como benefactores de este mundo.” Con estos valores y criterios era de esperarse que Estados Unidos se comportara siempre como enemigo de los valores y principios consignados en la Carta de la ONU.


Eso sí, los planificadores de la nueva política exterior de los Estados Unidos estaban muy concientes del hecho de que, a estas alturas de la historia, la palabra imperialismo se había vuelto políticamente repugnante y, por eso, los arquitectos del orden global de la Post Guerra controlado por Estados Unidos, conciente y explícitamente optaron por obviar la palabra imperio en referencia al nuevo orden. La alternativa escogida por Estados Unidos fue camuflar su poder imperial bajo el disfraz de “liberación” colonial, apoyo a la “democracia” y al “libre-mercado”. Como comenta William Engdahl, el mundialmente reconocido experto en relaciones internacionales y autor de varios bestsellers, “esta maniobra fue uno de los más efectivos y diabólicos golpes propagandísticos de los tiempos modernos.”

No podemos darnos el lujo de seguir engañándonos. Estados Unidos pudo haber suscrito la Carta de Naciones Unidas pero nunca compartió sus principios y valores. Nunca ha buscado la Paz porque necesita de la guerra como medio de lograr su Full Spectrum Dominance que ahora se extiende al espacio exterior y al ciberespacio. Estados Unidos nunca ha creído en el imperio del derecho en las relaciones internacionales, siempre ha creído en la ley de la selva, es decir, el derecho del más fuerte. Nunca ha creído en las Naciones Unidas, únicamente ha querido manipularla y, desde su posición como Estado Miembro más influyente en la Organización, siempre la ha chantajeado y amenazado si no lo acompaña en sus genocidios como el que cometió contra Nicaragua, y sigue hoy día cometiendo contra Irak y Afganistán.

Con su incomparable aparato de influencia mediática y de lavado cerebral, Estados Unidos ahora prepara sicológicamente al mundo para que acepte una agresión contra Irán, con la misma lógica que lo hizo contra Irak y Afganistán, hacerse de sus recursos naturales y acercarse cada vez más a Rusia que es, y siempre ha sido, su principal objetivo. La arrogancia del Imperio lo hace no prestar suficiente atención a las posibles consecuencias de sus aventuras. Con todo respeto a Irak y Afganistán, Irán es diferente. Si los estadounidenses no han podido contra Irak y Afganistán – menos podrán contra Irán y las consecuencias de esta nueva aventura criminal podrían ser catastróficas, no sólo para Irán y los países circundantes, sino que, también, para el mundo entero. Algo similar pasaría si Estados Unidos no acepta seriamente el principio de una sola China y sigue empeñado en su locura de dividirla para eventualmente fragmentarla.

Me parece a mí, que ha llegado ya la hora de, como dice el gran intelectual africano, Ngugi Wa Thiong’o, descolonizar el intelecto, sacándonos ideas domesticadoras como esa de que necesitamos a los Estados Unidos a como los esclavos necesitaban a sus verdugos esclavistas. La verdad es que a los Estados Unidos lo necesitamos tanto como necesitamos al arsénico. Basta ya de negación, de no querer enfrentar la realidad ni llamar las cosas por su nombre.

Las Naciones Unidas no son Naciones verdaderamente Unidas puesto que las posiciones de los diferentes Estados Miembros de la Organización no son iguales con respecto a los temas vitales de la guerra y la Paz, el hambre y la pobreza, cambio climático, calentamiento global y desarme nuclear y respeto al derecho a la soberanía, independencia e integridad territorial de todos los Estados. Los Estados Unidos, el país más influyente en la Organización y el mayor violador sistemático de todas sus normas y principios, tiene una posición diametralmente opuesta a la de la inmensa mayoría de los Estados Miembros. Sus principales aliados son el Reino Unido, la mayoría de los países europeos e Israel. El arma principal con que cuenta para imponer su voluntad en el mundo es la OTAN. Al aliarse todos ellos con Estados Unidos se han convertido también en enemigos de la Humanidad, de la Paz, de la vida y de la Madre Tierra.

Desde mi punto de vista, como religioso y seguidor de mi Señor Jesús de Nazaret, estoy absolutamente convencido de que, según el lenguaje bíblico, Estados Unidos está bajo una severa posesión diabólica. El mundo está atravesando un momento verdaderamente apocalíptico. Posiblemente no el primero, pero bien podría ser el último, debido al inmenso y sin precedente poder destructivo de la Bestia y a la apatía, aparente indiferencia y cobardía de los que se dicen ser creyentes en Dios, y debiéndose unir para organizar una estrategia efectiva de resistencia, no lo hacen. Deberíamos todos con humildad reconocer que el Comandante Fidel Castro, Héroe Mundial de la Solidaridad, es el gran profeta y líder moral y espiritual en el mundo de hoy. Sus Reflexiones son realmente inspiradas e inspiradoras. En las del 15 de octubre nos advierte que el daño colateral en una guerra nuclear hoy en día sería la vida de la humanidad. Y, permitiendo a mi Señor Jesús hablar a través de él, Fidel nos urge: ¡Tengamos el valor de proclamar que todas las armas nucleares o convencionales, todo lo que sirva para hacer la guerra debe desaparecer! ¡Gracias Fidel por tu valentía y ejemplo de por vida!

Son todas estas reflexiones las que me llevaron a decir, al concluir mi período como Presidente de la Asamblea General, que la ONU ha llegado a un punto que no basta con reformas y remiendos. Tiene que ser REINVENTADA y es como aporte a esta urgente tarea de reinvención a la que me he dedicado durante los últimos dos años. La propuesta la hago a titulo personal, como expresidente de la Asamblea General de la ONU, bajo mi total y exclusiva responsabilidad, y como persona interesada en la Paz, la erradicación de las guerras, del hambre, la pobreza y el mal trato a nuestra Madre Tierra sin la cual no podemos vivir. Los valores que defiendo, y que toda mi vida he defendido, son los valores de mi Señor Jesús que, en lo fundamental, encuentro absolutamente compatibles con los valores de mis hermanas y hermanos musulmanes, judíos, budistas, confucionistas, hindúes, aymaras, como con los de todas las religiones del mundo y de las más ricas tradiciones ético-filosóficas como el marxismo, por ejemplo, que propician correctas relaciones entre todo lo viviente y sufriente.

Si alguna vez (para Dios todo es posible) los Estados Unidos decide, de verdad, regresar a la familia humana y, como muestra de ello, desmantela la OTAN y sus más de 1.000 bases militares regadas por todo el planeta, procede seriamente en el proceso de abolición de armas nucleares, desmilitarización del espacio exterior y pone fin a sus genocidas guerras de agresión, cesa su criminal acoso contra Cuba, suspendiendo el bloqueo y liberando a los 5 héroes cubanos. estoy seguro de que todos lo celebraríamos y los recibiríamos con los brazos abiertos, como a hermanos, al seno de la familia humana pues lo que nos motiva no es ni el odio, ni el revanchismo, es sólo el amor y las ansias de fraternidad universal. Dios los bendeciría y regresaría la Paz, la seguridad y la alegría a nuestro mundo.

Me parece que es sumamente urgente que pongamos manos a la obra en la reinvención de la ONU para que sea realmente eso y no una Organización sometida a ningún patrón, por rico y militarmente poderoso que sea. En lo personal, yo he querido responder a la confianza que los Estados Miembros depositaron en este su humilde servidor al elegirme Presidente del 63 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, reflexionando durante los últimos dos años e intercambiando ideas con la personas que me parecían entre las más calificadas para ayudarme a preparar una buena y viable Propuesta para reinventar las Naciones Unidas y convertirla en un efectivo instrumento en la lucha por la Paz, la erradicación de guerras, hambre y pobreza extrema en la Tierra. Una Naciones Unidas verdaderamente democratizada y desmilitarizada. Con humildad y mucho amor, pronto la estaremos presentando en su última versión en nuestro sitio Web: www.reinventingtheun.org

Una vez recibida la propuesta habría que actuar pronto y tomar en cuenta que su aceptación o rechazo tendría que ser tomada entre los jefes de Estado y de Gobierno. Remitirlo para que lo analicen y trabajen los Representantes Permanentes en la ONU sería exponerla a una muerte súbita al encontrarse atrapada en la inmensa telaraña de normas procedimentales como las previstas para “reformas” cuyo único propósito es que no cambie nada. Negociarla regionalmente por grupos de jefes de Estado y Gobierno de los integrantes del Grupo de los 77 + China, podría resultar relativamente fácil y lograrse con la rapidez necesaria al someterla para la aprobación de la Asamblea General una vez garantizado los votos del Grupo de los 77 + China al cual, estoy seguro, muchos otros se sumarán.





(*) Miguel d’Escoto Brockmann, nacido en Los Ángeles el 5 de febrero de 1933, es un diplomático nicaragüense, político y sacerdote católico. Fue Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Tomó su cargo en septiembre de 2008 y presidió la sesión 63 de dicha institución, siendo sucedido por el diplomático libio Ali Abdussalam Treki, en septiembre del 2009.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Dos modelos de agricultura frente a frente


Entrevista con Silvia Ribeiro

por Eduardo Tamayo G.



Silvia Ribeiro,  investigadora y coordinadora de programas del Grupo ETC en la oficina de México, sostiene que la agricultura industrial es responsable del 44 al 50 % de los gases de efecto invernadero, a la vez señala que la producción agrícola de pequeña escala, además de contribuir significativamente a la alimentación de nuestras sociedades, aporta al enfriamiento del planeta. Un dato a tener en cuenta para la próxima cumbre climática de Cancún, que se llevará entre  el 29 de noviembre y el 10 de diciembre próximos.

 Silvia Ribeiro

Estamos próximos a una nueva cumbre sobre el clima en Cancún, la pregunta que surge es ¿cómo está afectando el modelo de agricultura industrial al cambio climático?

Es una pregunta muy importante porque los propios gobiernos,  a través de las cifras oficiales que maneja Naciones Unidas,  reconocen que la agricultura industrial es causante del catorce por ciento de la emisión de gases de efecto invernadero, y esto es la misma cantidad que causan los transportes, o sea es muy grande. Y en realidad si sumamos todo el sistema alimentario agro-industrial, desde la semilla al supermercado, lo que significa producir comida y cualquier fibra en cantidades industriales, y lo que eso conlleva en términos de transportes, refrigeración, derivados de petróleo que son todos los insumos químicos, y luego la cantidad de embalajes que se usan en los supermercados en las cadenas industriales (que es el factor fundamental de tala de árboles, que es otro dato poco conocido), si sumamos todo eso, la agricultura industrial, según los autores que se tomen,  es responsable del 44 al 50 % de los gases de efecto invernadero, y además usa el 70 por ciento del agua del planeta. Por otra parte, la agricultura campesina de pequeña escala no gasta en transporte porque se dedica sobre todo al mercado local, usa muy pocos insumos derivados del petróleo o no los usa por razones de elección o por razones económicas, pero además, por el manejo del suelo que hace, la agricultura descentralizada y diversa absorbe una gran cantidad de carbono.  Entonces, una cosa que la Vía Campesina comenzó a decir en el 2007 de que los agricultores chicos estaban enfriando el planeta, ahora hay cifras que lo muestran claramente.

¿Cuáles son las tendencias que marcan el desarrollo del agro latinoamericano?

Uno de los problemas más graves que hay es la consolidación de las empresas de agronegocios. En los últimos treinta años ha habido una consolidación corporativa de los agronegocios que no tiene precedentes, ni en la historia de la agricultura ni en la historia del industrialismo. Por ejemplo tenemos situaciones como la de Monsanto que tiene más del noventa por ciento del mercado de semillas transgénicas, al mismo tiempo que tiene la mayoría de todas las semillas comerciales. Pero vemos lo mismo en toda la cadena, desde las semillas,  que son cinco o seis empresas que tienen casi todo el mercado comercial, pasando por  todas las que procesan cereales que son cuatro (Cargill, Dreyfrus, Bunge y ADM), las procesadoras que son cuatro o cinco, finalizando en los supermercados. Entonces tenemos unas  veinte transnacionales con un enorme peso sobre los gobiernos y sobre las políticas agrícolas. Aparte,  tenemos una realidad que todavía está presente en América Latina y es que aproximadamente la mitad es población rural y quienes producen la comida son sobre todo campesinos. Es como si estuviéramos todo el tiempo en una confrontación brutal: por un lado las empresas más poderosas del mundo y por otro lado una cantidad de gente, de pequeños y pequeñas campesinas que todavía siguen produciendo la mayor parte de la alimentación.

¿Cuáles son las características fundamentales del agro negocio como modelo de agricultura?

Bueno, introdujeron desde hace más de 50 años un tipo de agricultura mecanizada y que usa una gran cantidad de agroquímicos, pero que además hace que la gente no pueda usar su propia semilla y la tenga que comprar. Y la semilla es la base, es la puerta de toda la red  alimentaria, entonces,  quien controla la semilla controla lo que sigue después. Y esa es la tendencia que hay en este momento en América Latina y que cada vez crece más. Entonces, se está produciendo comida industrial con menor calidad que favorece sobre todo a los intereses corporativos y que además tiene una cantidad de problemas para la salud y genera dependencia y es un factor fundamental de que no se pueda establecer soberanía alimentaria en los países.

¿Qué nos puede decir de los monocultivos?

Los monocultivos son una parte integral de esta agricultura tanto a nivel de cultivos agrícolas como de plantaciones. Y nosotros encontramos que el modelo de monocultivos es fundamental en toda la agricultura industrial en América Latina. El caso de Brasil es uno de los más avanzados, los monocultivos de caña de azúcar, maíz, soya y eucaliptos están ocupando cada vez más terrenos, incluso disputándoles terrenos a aquellos que quieren ocupar la tierra para producir comida. En general estos son cultivos que no están dedicados a la alimentación de la gente, están dedicados o a la exportación para procesamiento en otros lugares o para los agrocombustibles en varios lugares. Entonces también es una disputa a nivel de quién consume lo que se produce.

Algunos tratados de libre comercio ya están vigentes por algunos años, ¿como está afectando esto a los pequeños campesinos?

El dato fehaciente es que los tratados de libre comercio han empujado a un mayor desplazamiento de los agricultores chicos hacia la ciudad, lo cual aumenta la pobreza ciudadana, disminuye las posibilidades de soberanía alimentaria dentro de los propios países, y ha creado situaciones de mayor pobreza y desplazamiento de quienes pueden ser las soluciones a las crisis alimentaria y  a la crisis climática.


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martes, 26 de octubre de 2010

La visita del Papa,

¡No con mis impuestos!


El papa Benedicto XVI tiene previsto realizar dos visitas a España, una el próximo mes de noviembre a Santiago y Barcelona, y en 2011 para la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid. En ambos casos su asistencia se realiza con una doble condición, como Jefe de Estado de un ficticio país llamado Vaticano, y como jefe de una iglesia, la católica. Este incoherente estatus, jefe de un Estado y jefe de una iglesia, le permite realizar sus viajes pastorales a costa del Estado al que visita.

Así en el caso de la visita a Madrid, el Estado costeará la mitad del mismo, unos cinco millones de euros. Entendemos que la ciudadanía no tiene por qué costear las visitas y viajes pastorales de quien viene a predicar y difundir doctrinas con las que puede o no estar de acuerdo.
¿Por qué tengo que costearle la difusión de su doctrina o el fortalecimiento de una organización que:

- rechaza la igualdad y mantiene un papel secundario para la mujer;
- es homófoba, va contra el matrimonio entrre homosexuales;
- que ataca el derecho al aborto;
- que ataca el uso del preservativo aunque mueran miles de personas por SIDA,
- que mantienen y protege a pedófilos en su seno,
- que mantiene acuerdos y concordatos que privilegian su posición jurídica para difundir sus doctrinas;
- que mantienen miles de catequistas dando su religión en las escuelas públicas:
- que reciben miles de millones de euros al año del Estado?

Por todo ello los ciudadanos y ciudadanas firmantes nos manifestamos en contra de que estos viajes se paguen con el dinero público, y exigimos de las administraciones que no paguen estas visitas.


y firma.



AL FIRMAR LA PETICIÓN ESTARÁS ENVIANDO ESTA CARTA

DESTINATARIO: NUNCIO APOSTÓLICO EN ESPAÑA


Ciudadanía del Estado


Sr. D. Joseph Alois Ratzinger (Benedicto XVI)


Factura viajes a España


Su viaje a Santiago le cuesta al contribuyente .............................. 3 millones de euros
 
Su viaje a Barcelona le cuesta al contribuyente ............................ 1,8 millones de euros
 
Su viaje a Madrid le cuesta al contribuyente ................................ 25 millones de euros (*)


TOTAL A PAGAR  ............................................. ............................. 29,8 millones de euros


(*) No incluye aportaciones en especie del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, estimados en otros 20-25 millones de euros.


Esta factura se emite con carácter informativo y para que adopte las medidas necesarias al objeto de no gravar la precaria economía de la ciudadanía, haciéndose cargo de los gastos que usted origina al visitar España.