domingo, 24 de febrero de 2008

La demonización del Islam y la guerra por el petróleo

by Michel Chossudovsky

Global Research, 25 Julio, 2007















Incluyo en mi blog este interesante artículo de Michel Chossudovski, tomado de Global research.

A lo largo de la historia, las "guerras de religión" han servido para disimular los intereses económicos y estratégicos ocultos tras la conquista e invasión de tierras extranjeras. Invariablemente, las "guerras de religión" se lucharon con vista a afianzar el control sobre las rutas comerciales y los recursos naturales.

Las Cruzadas, que se extienden de los Siglos XI al XIV, son presentadas a menudo por los historiadores como "una serie continua de expediciones militares-religiosas hecha por cristianos europeos con la esperanza de arrebatar la Tierra Santa de los Turcos infieles." El objetivo de las Cruzadas, sin embargo, tenía poco para ver con la religión. Las Cruzadas consistieron más bien en un desafío, acción militar mediante, del dominio de las sociedades mercantiles musulmanas que controlaban las rutas de comercio orientales.

El lema "Guerra Justa" apoyó a las Cruzadas. La guerra se emprendió con apoyo de la Iglesia católica y actuó como un instrumento de propaganda religiosa y adoctrinamiento que se usó en el alistamiento a lo largo de Europa de miles de campesinos, siervos y vagabundos urbanos.

La cruzada de Estados Unidos en Asia Central y el Medio Oriente

A los ojos de la opinión pública es importante el que haya un "causa justa" para emprender la guerra. Se dice que una guerra es justa cuando se emprende sobre bases morales, religiosas o éticas. La cruzada de Estados Unidos en Asia Central y en el Medio Oriente no es ninguna excepción. La "guerra al terrorismo" propone defender la Patria norteamericana y proteger el "mundo civilizado." Se levanta como una "guerra de religión", un "choque de civilizaciones", cuando de hecho el objetivo principal de esta guerra es afianzar el control y la propiedad corporativa sobre la extensa riqueza de petróleo de la región, mientras también impone bajo el timón del FMI y el Banco Mundial, la privatización de empresas estatales y el traslado de los recursos económicos de los países a manos extranjeras.

La teoría de Guerra Justa presenta la guerra como una "operación humanitaria." Sirve para camuflar los objetivos reales de la operación militar, mientras proporciona una imagen moral y de principios a los invasores. En su versión contemporánea, utiliza bases éticas para justificar la intervención militar contra los "estados delincuentes" y contra los "terroristas islámicos", que se supone están amenazando la Patria. Defender una " causa justa" que justifique la guerra es fundamental para la administración Bush. Así puede invadir y ocupar Afganistán e Irak.

Enseñada en academias militares de EEUU, una versión moderna de la teoría de "Guerra Justa" ha sido incluida en la doctrina militar del Ejercito de Estados Unidos. La "guerra al terrorismo" y la noción de "guerra preventiva" son justificados como derecho a la auto-defensa. De esta forma, son los Estados Unidos quien define cuando es permisible emprender la guerra: jus ad bellum.

El Jus ad bellum sirve para construir un acuerdo general dentro de las estructuras de comando de las fuerzas armadas. También sirve para convencer a las tropas de que el enemigo es "malo" y de que ellos están luchando por una " causa justa." Más generalmente, la teoría de la Guerra Justa en su versión moderna es una parte íntegrada en la propaganda de guerra y desinformación de los medios de comunicación, aplicada para ganar el apoyo del público a una agenda de guerra.

La guerra por petróleo. La demonización del enemigo

La guerra construye una agenda humanitaria. A lo largo de la historia, la difamación del enemigo se ha aplicado una y otra vez. Las cruzadas consistieron en demonizar a los turcos como infieles y herejes, con vistas a justificar la acción militar.

La demonización obedece a objetivos geopolíticos y económicos. Igualmente, la campaña contra el "terrorismo islámico" (apoyada secretamente por la inteligencia americana) pretende en realidad apoderarse de la riqueza del petróleo. El término "Islam-fascismo," sirve para degradar las políticas, instituciones, valores y tejido social de países musulmanes, al mismo tiempo que los principios de "democracia occidental" y "mercado libre" son presentados como la única alternativa a estos países. Los Estados Unidos han llevado la guerra a la región de Oriente Medio y Asia Central con la intención de controlar más del sesenta por ciento de los suministros de petróleo y gas natural del mundo. Las gigantes petróleras angloamericanos también quieren conseguir el control sobre los oleoducto y de los gaseoductos de la citada región.

Los países musulmanes, incluidos Arabia Saudita, Irak, Irán, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Yemen, Libia, Nigeria, Argelia, Kazakhstan, Azerbaijan, Malasia, Indonesia, Brunei, poseen entre 66.2 y 75.9 por ciento de la reserva total de petróleo, según la fuente y la metodología de la estimación. (Ver tabla inferior).

En contraste, los Estados Unidos de América tienen apenas 2% de las reservas totales de petróleo. Los países occidentales, incluidos los mayores productores de petróleo (Canadá, EEUU, Noruega, Reino Unido, Dinamarca y Australia) controlan aproximadamente 4% por ciento de las reservas de petróleo totales. (En la estimación alternativa de Oil and Gas Journal que incluyen el petróleo en arena de Canadá, este porcentaje sería del orden de 16.5%. (Vea tabla debajo).

Oil Reserves by Country

(Proven reserves in billions of barrels)

Rank

Country

Percent of World Reserves

World Oil, December 2004

Percent of World Reserves

Oil & Gas Journal, January 2006

1.

Saudi Arabia

24.2

262.1

20.6

266.8

2.

Canada*

0.4

4.7

13.8

178.8

3.

Iran

12.1

130.8

10.3

132.5

4.

Iraq

10.6

115.0

8.9

115.0

5.

Kuwait

9.2

99.7

7.9

101.5

6.

United Arab Emirates

6.5

69.9

7.6

97.8

7.

Venezuela*

4.8

52.4

6.1

79.7

8.

Russia

6.2

67.1

4.6

60.0

9.

Libya

3.2

33.6

3.0

39.1

10.

Nigeria

3.4

36.6

2.7

35.9

11.

United States

2.0

21.4

1.7

21.4

12.

China

1.4

15.4

1.4

18.3

13.

Qatar

1.8

20

1.2

15.2

14.

Mexico

1.4

14.8

1.0

12.9

15.

Algeria

1.4

15.3

0.9

11.4

16.

Brazil

1.0

11.2

0.9

11.2

17.

Kazakhstan

0.8

9.0

0.7

9.0

18.

Norway

0.9

9.9

0.6

7.7

19.

Azerbaijan

0.6

7.0

0.5

7.0

20.

India

0.5

4.9

0.4

5.8

21

Oman

0.4.

4.8

0.4

5.5

22

Angola

0.8.

9.0

0.4

5.4

23

Ecuador

0.5

5.5

0.4

4.6

24

Indonesia

0.5

5.3

0.3

4.3

25

UK

0.4

3.9

0.3

4.0

26

Yemen

0.3

3.0

0.3

4.0

27

Egypt

0.3

3.6

0.3

3.7

28

Malaysia

0.3

3.0

0.2

3.0

29

Gabon

0.2

2.2

0.2

2.5

30

Syria

0.2

2.3

0.2

2.5

31

Argentina

0.2

2.3

0.2

2.3

32

Equatorial Guinea

0.2

1,8

0.0

0.0

32

Colombia

0.1

1.5

0.1

1.5

33

Vietnam

0.1

1,3


0.6

34

Chad

0.0

0.0

0.1

1.5

35

Australia

0.3

3.6

0.1

1.4

36

Brunei

0.1

1.1

0.1

1.4

37

Denmark

0.1

1.3

0.1

1.3

38

Peru

0.1

0.9

0.1

1.0

Total Muslim Countries**

75.9

822.1

66.2

855.6

Total Western World (EU, North America, Australia)

4.1

44.8

16.5

213.3

Other Countries

20.6

214.9

17.3

223.6

World Total

100.0

1,081.8

100.0

1,292.5


La porción más grande de reserva de petróleo del mundo yace en una región que se extiende por el Norte desde la punta de Yemen a la cuenca del mar Caspio y por el Este desde el litoral mediterráneo Oriental al Golfo Pérsico. Este Oriente Medio, más la región Asia Central, que es el teatro de la "guerra contra terrorismo" dirigida por Estados Unidos y su aliados, contiene según las estimaciones de World Oil, más de sesenta por ciento de las reservas de petróleo del mundo. (Vea tabla debajo).
Irak tiene cinco veces más petróleo que los Estados Unidos.
Los países musulmanes poseen por lo menos 16 veces más petróleo que los países occidentales. Los mayores países de reserva de petróleo no-musulmanes son Venezuela, Rusia, México, China y Brasil. (
Ver tabla).

La demonización se aplica a un enemigo que posee tres cuartos de las reservas de petróleo del mundo. "El eje de mal", los "estados delincuentes", las "naciones fallidas", los "terroristas islámicos": la demonización y la difamación son el pilar ideológico de la "guerra contra terrorismo" de Estados Unidos y sus aliados. Todo esto es utilizado como casus belli para emprender la guerra por el petróleo.

La guerra por el petróleo requiere la demonización de aquéllos que poseen el petróleo. El enemigo es caracterizado como malo, con vistas a justificar la acción militar, incluso la matanza masiva de civiles. La región de Oriente Medio y Asia Central se está militarizando a pasos agigantados. Los campos de petróleo están literalmente rodeados por los barcos de guerra de la OTAN estacionados en el Mediterráneo oriental (como parte de una operación de la ONU dpara "mantener la paz"). La flota de portaviones y destructores en el Golfo Pérsico y Arábico se han desplegado allí con la justificación de la "guerra contra terrorismo."

El objetivo último, para el que se combina la acción militar, las operaciones de inteligencia encubiertas y la propaganda de guerra, no es otro que el de desgarrar el tejido nacional y transformar a países soberanos en territorios económicos abiertos, donde poder saquear los recursos naturales bajo la vigilancia del "mercado libre". Este control estratégico también se extiende al petróleo y a los corredores de los gaseoductos (como por ejemplo en Afganistán).

La demonización es una estrategia usada para movilizar la opinión pública y construir un acuerdo general a favor de la guerra. La guerra psicológica es patrocinada directamente por el Pentágono y por el aparato de la inteligencia americano. Esta guerra no se limita a asesinar o ejecutar a los gobernantes de países musulmanes, sino que se extiende a poblaciones enteras. Los musulmanes en Europa Occidental y en Estados Unidos son igualmente blancos de esta guerra. Esta estrategia pretende romper la conciencia nacional y la capacidad de resistir al invasor, denigra al Islam, crea divisiones sociales. Se intenta dividir sociedades nacionales y finalmente provocar una guerra civil. Mientras, crea un ambiente que facilita la apropiación directa de los recursos de los países desvertebrados pero, al mismo tiempo, crea una nueva conciencia nacional, desarrolla la solidaridad interétnica y aglutina a aquellos que se enfrentan a los invasores.

La activación de las divisiones sectarias y la provocación de guerras civiles forma parte de la estrategia de dibujar de nuevo el mapa de Oriente Medio, dividiendo los países y transformando los territorios. El mapa del Nuevo Oriente Medio, aunque no de forma oficial, ha sido usado por la US National War Academy. Se publicó recientemente en el Armed Forces Journal (junio del 2006). En este mapa, los estados-nación están rotos, las fronteras internacionales han sido redefinidas siguiendo criterios sectario-étnicos que favorecen ampliamente los intereses de las gigantescas petroleras angloamericanas. El mapa también se ha usado en un programa de entrenamiento en el Defense College de OTAN por los oficiales militares de alto rango.

El petróleo se encuentra en tierras musulmanas

El petróleo se encuentra en tierras musulmanas. La difamación del enemigo forma parte de la geopolítica energética que Occidente quiere imponer en Eurasia. Esta estrategia ha sido diseñada en función directa a la distribución geográfica de las reservas de petróleo y gas del mundo. Si el petróleo estuviera en países habitados predominantemente por budistas o por hindúes, la política extranjera de Estados Unidos se dirigiría contra los budistas y hindúes, los cuales también serían objeto de difamación.

En este escenario de guerra, Oriente Medio, Irán y Siria, que forman parte del "eje de mal", son los próximos blancos según las declaraciones oficiales de los Estados Unidos.

Estados Unidos también ha dirigido y patrocinado numerosas guerras civiles en varias regiones estratégicas de petróleo y gas, incluídas Nigeria, Sudán, Colombia, Somalia, Yemen, Angola, sin mencionar Chechenia y varias repúblicas de la ex Unión Soviética. Actualmente Estados Unidos continúa patrocinando guerras civiles, qué a menudo incluye el apoyo encubierto a grupos paramilitares, como la que se ha activado en la región de Darfur, Sudán, así como en Somalia. Darfur posee extensas reservas de petróleo. En Somalia se han concedido ya concesiones lucrativas a cuatro grandes petroleras angloamericanas.

"Según documentos obtenidos por The Times, casi dos-tercios de Somalia fue asignado a las grandes petroleras norteamericanas Conoco, Amoco -ahora parte de BP-, Chevrón y Phillips en los últimos años de la Somalia pro-U.S. El presidente Mohamed Siad Barer fue derrocado y la nación se zambulló en caos en enero de 1991. Las compañías petroleras que poseen las concesiones más prometedoras esperan la decisión de la Administración Bush para enviar tropas americanas que protejan el envío de ayuda humanitaria a Somalia y para que también protejan sus inversiones multimillonarias." (America's Interests in Somalia, Global Research, 2002)

La globalización y la conquista de los recursos enegéticos del mundo

La demonización colectiva de los musulmanes, incluso la difamación del Islam, aplicado en lo mundial, constituye a nivel ideológico, un instrumento de conquista de los recursos energéticos del mundo. Es otro aspecto de los mecanismos económicos, políticos más amplios que subyacen al Nuevo Orden Mundial.

Global Research Articles by Michel Chossudovsky

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