miércoles, 9 de abril de 2008

Socialismo budista

“Célebre monje budista, Buddhadasa Bhikkhu fue uno de los primeros en promover la comprensión mutua entre las religiones para el diálogo entre personas de diferentes confesiones y fue altamente respetado en el mundo entero. Dejó su monasterio para redescubrir la inserción del budismo en el mundo y el espíritu de sus orígenes. El acento que puso sobre la interdependencia de todas las cosas a hecho de él uno de los precursores del pensamiento ecológico y un apóstol de la paz entre naciones. Sus escritos, traducidos y publicados en numerosas lenguas, ejercieron una influencia considerable, sobre la renovación del pensamiento budista. Las reflexiones que expresó tienen el potencial de guiar no solamente a Tailandia, u país, sino también a todas las sociedades que luchan por la creación de un orden social, político y económico justo y equitativo”.

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Introducción.

El venerable Buddhadasa parte del principio de que todas las religiones estaban, en su origen, basadas en el principio ético del reparto de la riqueza y el respeto de la naturaleza.

Las creencias primitivas se organizaron en forma de religión y constituyeron el origen de las culturas y de las civilizaciones. La religión codificó los intercambios comerciales y humanos en una sociedad cada vez más estructurada en torno a la economía. Fue el tiempo de las ciudades sumerias, del antiguo Egipto. Antes de convertirse en creencia, la religión fue el código moral que mantuvo cohesionado el tejido social.

El venerable Buddhadasa simplemente nos invita a descubrir o redescubrir como el Dharma no es solamente una enseñanza para la “vía espiritual”, sino una manera de vivir y de reorganizar el tejido social, reencontrando la verdadera naturaleza de las cosas.

El bien de todos los seres

Todas las religiones del mundo son socialistas, las democracias individualistas donde los hombres pueden hacer lo que les parezca, no. Los fundadores (sâsad) de todas las religiones han querido que los hombres vivan según los principios socialistas para actuar en interés de la sociedad como un todo. Cuando alguien antepone el interés personal frente al bien de la sociedad, la codicia (kiles) toma la rienda, es decir el ser humano comienza a ser gobernado por deseos egoístas. La enseñanza del budismo hace del budismo una religión particularmente socialista.

Déjenme poner un ejemplo. En la tradición budista, una persona rica (sresthi en sánscrito) difiere considerablemente del capitalista (thaï nai thu) de hoy. En otro contexto no budista sresthi tiene el mismo sentido que nai thun, alguien que acumula riquezas materiales más allá de sus necesidades reales. En la tradición budista, además, el estatus del sresthi se medía por el total de rong tan de que disponía. Un rong tan era un asilo, un lugar municipal donde los necesitados encontraban lo que les faltaba en el plano material.

Cuantos más rong tan tenía un sresthi, más rico era considerado. Gracias a los excedentes producidos por los sresthi y al gran número de obreros y servidores que había empleados, tenían la posibilidad de construir más rong tan, es decir proporcionar servicios sociales. Pero los sresthi en un sentido no estrictamente budista son nai thun: aquellos que amontonan riquezas sin fin y vuelven a invertir todas sus ganancias en beneficio propio oprimiendo a los obreros. Un sresthi en el sentido budista, emplea obreros dentro de un esfuerzo de cooperación encaminado al bien de toda la comunidad.

No solo el budismo enseña a todos los miembros de la comunidad, monjes y laicos, a no consumir más allá de la parte de bienes materiales que les corresponde sino que además se lo exige. Un consumo excesivo es malo y tiende al descrédito. El budismo, por lo tanto, es una religión socialista tanto en sus principios como en su espíritu. El Buda dijo: “He nacido en este mundo para ayudar a todos los seres.”. El no ha nacido para su propio bien o para el bien de unos cuantos. Los fundadores de todas las religiones han afirmado que aparecen por el bien de todos los seres y todos, sin excepción, han condenado un consumo excesivo.

Democracia socialista

En este sentido todas las religiones son socialistas. Sin embargo, la palabra socialista inspira odio. Decimos que los socialistas son comunistas y son liquidados. ¡Qué estupidez!. Hemos caído en la trampa de nuestro propio lenguaje. Para cumplir nuestra tarea de trabajo social, es decir, de trabajo por la sociedad, debemos abrazar el socialismo de nuestra labor. De no hacerlo así, estaremos apoyando el individualismo, o el servicio hacia el interés de los individuos particulares y es en este caso cuando no servimos a la sociedad en su conjunto.

Si se asume la democracia, ésta debe ser una democracia socialista y no una democracia individualista que favorezca el egoísmo. Numerosas formas constitucionales de gobierno, como es el caso de las democracias liberales, permiten a los individuos acumular muchos bienes materiales. Una democracia socialista debe hacer pasar al primer plano las necesidades de la sociedad en su conjunto. Por lo tanto, en las sociedades socialistas, los individuos no pueden apropiarse de una cantidad excesiva de riquezas. Una democracia socialista debe ser tomada como un acuerdo con el principio de la naturaleza (dhamma-jât) que no permitirá que se tome más de lo que necesitamos, respetando así el derecho de todos los seres.

Según los textos budistas, los problemas aparecieron cuando alguien tuvo la idea de almacenar los cereales y otros víveres, provocando penurias a los demás. En el momento en el que se comienza a acaparar víveres, los problemas de desigualdad, de distribución y de acceso nacieron y se multiplicaron con el tiempo. Los jefes quisieron encargarse del almacenamiento de los víveres del grupo y así las luchas entre grupos fueron inevitables. Cuando los hombres primitivos habitaban los bosques, tomaban solo aquello que les era necesario. Las leyes y los sistemas morales fueron creados con el fin de mantener un control sobre la sociedad y limitar (kilesa) los impulsos individuales.

La naturaleza quiere que cada uno de nosotros consuma sólo lo que efectivamente necesita. Durante años, los seres humanos no han tenido en cuenta a la naturaleza, lo que les ha llevado a entrar en continua competición para coger más de lo necesario causando así los problemas con los que vivimos hoy. Si tomáramos sólo lo necesario hoy no tendríamos los problemas que tenemos y los seres humanos no tendrían ventajas los unos sobre los otros dejando así de oprimirse. La cuestión está en saber cuál es la cantidad suficiente. No hay una regla fija, ésta varía con el tiempo, el espacio y la situación. En nuestros días parece que nada es suficiente. Un proverbio budista dice “dos grandes montañas de oro no son suficientes para colmar los deseos de una sola persona”. Este proverbio es una manera de ilustrar como nuestros deseos se multiplican sin cesar, aumentando nuestras necesidades a costa de la sociedad.

Los mismos comunistas consideran que la desigualdad en la distribución de las riquezas es el problema más grave a resolver. Su enfoque, sin embargo, está en contradicción con la naturaleza. Lo que hace falta es un enfoque que insista en el hecho de que no se debe tomar más de lo necesario y que lo que se tome debe ser compatible con las leyes de la naturaleza porque de esa manera los seres humanos compartirán los excedentes por compasión y bondad (mettâ-karunâ). Los seres humanos deben tomar lo que realmente necesitan. El resto debe ser puesto al servicio de la sociedad.

Sila: la moral y la ética.

¿La religión (sâsanâ) y la moral (sîladhamma) forman actualmente parte de nuestras vidas? Las condiciones del mundo moderno han cambiado radicalmente nuestra forma de vivir. Deberíamos ser amigos de la Naturaleza pero la despreciamos. Deberíamos vivir según los derechos donados por la Naturaleza pero acumulamos los recursos en un sinfín de bancos, de almacenes y graneros. Vivimos al revés y la situación se agrava.

La filosofía, la lógica y la psicología han reemplazado a la verdadera religión. La moral y el sentido de auto disciplina han sido reemplazada por una moral de kilesa.

¿Como pensamos resolver los problemas sociales en esas condiciones? Producir más alimento y más mercancías no es la solución. Hacerlo solo servirá para agravar las cosas, porque los hombres se volverán aún más egoístas de lo que son actualmente.

La solución del problema social se encuentra en una vía socialmente ética: actuar en interés supremo de la comunidad entera viviendo según las leyes de la Naturaleza, evitando consumir bienes más allá de nuestras necesidades, compartiendo con otros aquello que no nos sea esencial, considerándonos como pobres y dando generosamente como ricos. Esa es la manera de resolver nuestros problemas sociales. Si luchamos entre todos por adquirir todo lo que podamos ¿de dónde van a salir todos esos bienes materiales? ¿Qué hará la Naturaleza para saciar nuestros deseos? ¿Cómo no vamos a tener problemas sociales si vivimos y nos comportamos egoístamente?

Lo que nosotros llamamos Dharma.

Cuando consideramos la gravedad de los problemas sociales, nos damos cuenta de que una religión y una moral que capaciten a los seres humanos para solucionar estos problemas no existen más que de nombre. La filosofía no es un sustituto de la religión. Cuando practicamos nuestra religión con atención y compromiso, nuestra conducta y nuestros actos reflejan un modo de vivir y de pensar verdaderamente libre de egoísmo y de vanidad. Podemos llamar a esta forma de vida socialismo pues nos capacita para resolver los problemas que se plantean cuando los seres humanos viven juntos en sociedad. No temáis el término socialismo, no lo odiéis. Si os hace sentir mejor, no tenéis más que añadirle una palabra más y llamarlo socialismo budista.

El socialismo budista es el socialismo del Dharma. Es este tipo de socialismo el que puede ayudar a la humanidad a sobrevivir en el mundo moderno.

Lo que llamamos Dharma tiene un valor y un sentido más allá de lo que las palabras pueden expresar. Es un error pensar que el Dharma sólo existe en el hinduismo y en el budismo. En pâli y en sanscrito, Dharma significa todas las existencias, de la misma forma que Dios significa toda la creación, todo lo que ha sido, es y será. Simplemente no nos damos cuenta de su significado más profundo. No vemos más que aquello que es fácilmente comprensible. Dharma significa todo fenómeno manifiesto y los principios de Verdad que le son inherentes. El Dharma es también el deber de la humanidad de vivir según sus leyes.

En nuestros días, cuando alguien se dispone a realizar cualquier cosa lo hace en beneficio personal. Muy poca gente sacó provecho del impresionante equipo que fue reunido para enviar a los hombres a la luna. Tenemos en mente el bien de la humanidad, pero nuestros fines aún son egocéntricos. Nuestros inventos, nuestros nuevos y asombrosos instrumentos son aprovechados sólo por algunos y no por la humanidad entera. En lugar de aportar paz al mundo, aceleran el camino hacia la crisis. Debemos asegurarnos de que todos esos utensilios –radios, televisiones, ordenadores, etc.- no sean utilizados por individuos que sólo trabajan en su propio beneficio y para fines egoístas. Si utilizáramos los inventos de una manera verdaderamente socialista, realizaríamos la paz y la felicidad mundiales en poco tiempo. Simplemente basta con aplicar nuestra inteligencia con fines socialistas para ver resultados inmediatos.

Extractos del libro: Budismo y socialismo, del Venerable Ajahn Buddhadasa Bikku.





Más información en: www.buddhadasa.org y http://buddhadasa.nalanda.org.br/index2.html

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