La FAO, agencia de alimentación y agricultura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó ayer un aviso claro: si los gobiernos no dan pasos para frenar el alza de los precios de los alimentos, habrá hambre y malestar social que desembocará en grandes disturbios. "Hay que actuar de forma urgente", exigió Jacques Diouf, director general de
Las reservas de cereales caerán en 2008 al nivel más bajo en 25 años
"La realidad es que la gente ya está muriendo en disturbios", se lamentó Diouf. Recordó que en lugares como Haití, Egipto, Camerún, Senegal o Indonesia ya se han registrado muertes por conflictos relacionados con el alza de los alimentos básicos. Y se temen lo peor: prevén que la situación de malestar alcance al menos a 37 países.
Los cereales han aumentado su precio desde marzo del año pasado un 88%. Una cesta de alimentos que la FAO considera básicos (incluye carne, harina o leche), cuesta un 57% más, según datos del informe de previsiones hecho público ayer. Calculan que la producción mundial crecerá un 2,6% este año y alcanzará la cifra récord de 2.164 millones de toneladas gracias a la mayor superficie de cultivo. Sin embargo, las presiones que envuelven este alimento harán que no sea suficiente. El aumento de la demanda, tanto para consumo humano como animal, y el uso para biocombustibles seguirán empujando al alza los precios. Además, al coste de las importaciones hay que añadir la subida de precios de los combustibles, que aumentan el coste de su cultivo y su transporte.
Los países más pobres del mundo pagarán de media un 56% más por la importación de cereales. Algunos de África, donde el déficit alimentario es enorme, desembolsarán hasta un 74% más. Diouf advertía ayer en la conferencia que ofreció en Roma de los peligros de estas elevadas facturas. El estudio de la FAO recuerda que en los supermercados del primer mundo las alzas mundiales pueden preocupar, pero en los países en vías de desarrollo, donde se destina a la alimentación entre el 60% y el 80% de los ingresos (frente al 10% o 20% del primer mundo) puede ser una tragedia.
"La gente está muriendo porque protesta ante la situación y si nosotros no realizamos las acciones necesarias, cabe la posibilidad de que mueran de inanición. Naturalmente, la gente no va a esperar sentada a que eso pase, y actuará", advirtió a los Gobiernos de los países que pertenecen a
La FAO propone que, para empezar, se realice un reparto masivo de semillas y de fertilizantes a los países más desfavorecidos, para que aumente más
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