por Sergio Barrios Escalante (*)
“…ese mundo en que las frases ingeniosas asesinan las ideas más grandes, y en donde no pasa uno por fuerte más que cuando ve claro; y allí ver claro es no creer en nada, ni en los sentimientos, ni en los hombres, ni siquiera en los acontecimientos, pues hasta se crean falsos acontecimientos. Allí, para ser claro, es preciso pesar cada mañana la bolsa del amigo, saber ponerse políticamente por encima de todo lo que sucede; en principio no admirar nada, ni las obras de arte, ni las nobles acciones, y tener por único móvil el interés personal”.
'Eugenia Grandet', de Honoré de Balzac
“Regresar a la década de los años 80 de Ronald Reagan”, fue el slogan de la líder de la nueva horneada del republicanismo duro y de derecha, Sarah Palin. Las políticas del ajuste estructural volvieron a sonar con estruendo en una voz femenina que apela al irrenunciable individualismo americano. Las “reuniones del té” (Tea Party), fue una brillante estrategia para comunicar las políticas del ajuste estructural, que apela al concepto de que el estado solo controla y gasta el dinero del contribuyente”.
'La estrategia republicana en Estados Unidos: Regresión y opresión', de J. F. Coloane. Argenpress, 03/11/10.
Un fantasma anglo-norteamericano recorre el mundo. El fantasma de la revolución ultraliberal. Su mantra y divisa de guerra es; reducir (aún más) el Estado, congelar (aún más) el gasto social, reducir los impuestos (especialmente el de los más ricos), privatizar todos los servicios sociales, exaltar (aún más) la infinita y supuesta importancia del interés individual por encima de cualquier esfuerzo y bienestar común. El espectro de John Locke (1) ha regresado y se pasea alegre haciendo gestos obscenos a lo largo y ancho del mundo angloamericano (Europa y EEUU por el momento).
Analizar brevemente y a groso modo en qué consiste la resurrección de esta nueva versión de un neoliberalismo que ya muchos consideraban al borde de la tumba, realizar algunas puntualizaciones sobre los actores que están moviendo los hilos detrás de este nuevo escenario mundial, poner en evidencia el reciente surgimiento de un contra-poder no-occidental y anti-recesionista, y resaltar algunos de los efectos y repercusiones de los actuales vaivenes de la economía mundial para América Latina, El Caribe, constituyen los principales aspectos que se analizan someramente en el presente texto.
¿Socialdemocracia global o globafascistización?
Hace menos de tres años, cuando empezaba a estallar la crisis de las hipotecas en los EEUU, y cuando se visualizaba su rápida transformación en crisis financiera de escala mundial, Krugman, Stiglitz, Sachs, Soros y otros destacados analistas económicos internacionales, ante la gravedad de la situación se apresuraron a resucitar a Keynes, recomendando la puesta en marcha de políticas económicas y sociales anticíclicas de claro cuño keynesiano.
Desde entonces el desarrollo de los acontecimientos ha mostrado con gran terquedad, hasta que punto los gobiernos directamente involucrados en el estallido de la actual crisis económica mundial, tienen las manos atadas ante los poderes fácticos (en particular, la oligarquía financiera internacional).
Viendo las cosas como estaban publiqué en el 2008 una tríada de artículos que abordaban la cuestión desde distintos ángulos (2), y entre otras cosas, aventuraba en tales escritos que la propuesta sobre una alternativa neokeynesiana era una visión bastante romántica y utópica, especialmente si se esperaba que su implementación viniera de parte de los mismos causantes de la crisis.
Me parecía entonces que ante los intereses de la oligarquía financiera internacional y otros poderes supranacionales, no sólo habrían de resistir y rechazar tales alternativas keynesianas, sino además, preveía que lejos de ello lo que vendría como respuesta sería la implementación de lo que entonces denominé “globafascistización” (3), un proceso que a mi juicio está en plena gestación desde hace varias décadas sin que todavía logre cuajar plenamente, como veremos más adelante.
Hoy, a tres años del inicio de la presente crisis económica mundial, estamos iniciando un nuevo episodio (una especie de nuevo “coletazo”), el cual ha demostrado que la tan ansiada “recuperación” no ha sido nada fácil, como al principio del colapso algunos creían.
Cada región la ha enfrentado a su modo y con el auxilio de sus propios recursos y posibilidades. Para EEUU, el epicentro de la catástrofe, la recuperación no sólo no ha sido un paseo cómodo, sino además, según lo reconoce The Economist (4), esta ha fracasado.
Ya en el 2009, en ocasión de completarse dos años del inicio de la gran crisis, R. Bybee analizaba qué tanto Estados Unidos había logrado avanzar en su recuperación, y llegaba a conclusiones como estas;
“Es como si la debacle del último año –la que provocó el rescate de 16 billones de dólares de la industria financiera, doblando la tasa de desempleo en EEUU y la pérdida de 2 millones de puestos de trabajo en la industria manufacturera- nunca hubiese tenido lugar. Dos de los cinco mayores bancos de inversión, Bear Stearns and Lehman Brothers, han mordido el polvo, pero los supervivientes tienen la intención de seguir con la fiesta, dólares federales en mano” (5).
Ahora que ha transcurrido otro año más desde aquel fatídico septiembre del 2007, fecha en la que detonó la explosión, estando ahora muy cerca de finalizar el 2010 y con la popularidad de Obama seriamente disminuida una vez finalizada la luna de miel con sus gobernados (6), las medidas de reforma regulatorias del sistema financiero estadounidense han sido relevantes pero claramente insuficientes, según opinión de una amplia gama de expertos y analistas con criterio independiente a la administración gubernamental de ese país.
La misma crisis que empujó hacia arriba a un Obama que subió rápidamente como la espuma, lo empuja ahora hacia abajo. Parte de la respuesta a ello puede encontrarse fácilmente en una breve nota publicada en octubre recién pasado por Krugman, como anuncio anticipado del cambio de suerte que vendría para el presidente apenas una semana antes de su derrota electoral de medio término a inicios de noviembre.
Bastaba tan solo con leer el título que este analista le dio a su nota para entender de lleno el mensaje; “Epitafio para Obama: no ha desaprovechado ninguna oportunidad de desaprovechar una oportunidad” (7).
En ella el autor pone en evidencia la renuencia de Obama a ajustar cuentas con los banqueros y sus arbitrariedades, las cuales se hicieron escándalo mayúsculo en octubre último con los ilegales y masivos desalojos de miles de familias norteamericanas.
Refiriéndose a lo mismo, la periodista Amy Goodman denuncia la renuencia de Obama de decretar una moratoria nacional de ejecuciones hipotecarias (una promesa de campaña presidencial), y resalta cifras de desalojos realizados por los bancos en septiembre último, que apuntan al lanzamiento a la calle, al menos en el Estado de Ohio, de una familia cada treinta segundos (unas 102,134 familias aproximadamente, si asumimos que cada vivienda recuperada por los bancos estaba habitada al momento del desahucio) (8).
Al respecto, la agencia Reuters y Realty Trac calculan que para fines del año 2010 el número de familias norteamericanas desalojadas por los bancos alcanzará los tres millones de hogares. A ello se deben agregar los dos millones de familias desalojadas durante el 2009 y más de un millón y medio durante el 2008.
Stiglitz por su parte, en su reciente artículo “Justicia para algunos” (proyect syndicate, 14/11/2010), calcula en aproximadamente 4 millones el número de personas que han sido desahuciadas por los bancos entre el 2008 y el 2009.
Y lo anterior es únicamente la punta del “iceberg”. El desempeño de la economía norteamericana parece estancado y no da señales de aliento. El consumo no recupera sus niveles anteriores al inicio de la crisis y las tasas de desempleo siguen altas (rondan el 10 % al mes de noviembre), mientras la pobreza general sigue aumentando por todo el territorio estadounidense.
Apoyándose en cifras oficiales de la Oficina del Censo de EEUU, Bill Quigley destaca el hecho de que el número actual de pobres en este país es el más alto desde hace 51 años (año 1959), lo que equivale a 43.6 millones de personas pobres. Mientras que las mismas estadísticas indican que uno de cada cinco niños en los EEUU, y uno de cada diez adultos de la tercera edad es pobre (9).
Suficientes razones que explican el voto de castigo que los norteamericanos acaban de propinarle a Obama en las recientes elecciones de medio mandato, en las cuales los republicanos ganaron 239 escaños (los demócratas obtuvieron 185), ganando así mayoría en la Cámara de Representantes.
Es una pérdida de 60 escaños por parte de un partido gobernante, algo que no se miraba en Estados Unidos desde 1948.
Hace exactamente un año (noviembre del 2009), J. Sachs publicó un artículo periodístico cuyo título ya indicaba de por si el diagnóstico del principal problema que desde sus inicios viene arrastrando la gestión del actual mandatario estadounidense.
El texto en mención tenía como encabezamiento “Obama Encadenado”, y en el su autor achacaba al mandatario una virtual paralización política del actual gobierno, inmovilizado entre otras cosas por la fuerte oposición y el lobby congresil de los millonarios y los grandes intereses empresariales, empeñados en frenar las reformas al sistema de salud y las iniciativas relacionadas con el medio ambiente y la reforma migratoria, tres áreas muy sensibles que afectan intereses económicos tanto de la industria privada de la farmacéutica como de la industria del carbón, y el orgullo nacional-racista de los conservadores (10).
En tal campaña de resistencia ultraconservadora ha destacado el legislador republicano por Ohio, John Boehner (quien dicho sea de paso es ya el nuevo presidente de la Cámara de Representantes), cuya principal misión consiste en desmantelar completamente cualquier posibilidad de que se apruebe una reforma al sistema de salud que él mismo ha calificado de “monstruosa” (11).
Por supuesto que cualquier reforma que afecte a los intereses de las grandes corporaciones estadounidenses relacionadas con la industria médica y farmacéutica, siempre será considerada como algo “monstruoso”.
El repentino regreso de Sarah Palin al escenario político nacional y el surgimiento de su estridente movimiento del Tea Party, es otra cara de tales planes ultrarreaccionarios, cuyo objetivo inmediato es terminar de derrumbar la declinante popularidad de Obama y preparar su relevo en un próximo triunfo republicano.
El propio Obama reconoció públicamente horas después de conocer los resultados de las elecciones legislativas del 2 de noviembre último, que el factor económico tiene a la gente muy descontenta. Pero lo que se abstiene de reconocer es que la gente perteneciente a los sectores medios y populares, está furiosa por haber sido privilegiado el rescate de los banqueros antes de atender las demandas de la población, que por cierto, no recibe ninguna clemencia por parte de quienes han sido precisamente subsidiados y recompensados por sus fechorías financieras, con los propios fondos de los contribuyentes quienes ahora, como en el caso de las familias desalojadas de sus hogares, deben salir a vivir a las gélidas temporadas de la intemperie urbana.
Lo que ahora se observa a raíz de la forma como se ha manejado la crisis económica (privilegiando los intereses de los ricos en ese país), es que se ha desatado una abierta guerra de clases en los Estados Unidos. La atmósfera social incluso se ha envenenado en muchos lugares con el gas tóxico del neofascismo, como lo refleja la investigación que inició la Secretaria de Estado de Ohio, Jennifer Brunner, luego de recibir denuncias de que el propietario de un restaurante Mc Donald´s en Canton, Ohio, advirtiera a sus empleados que no recibirían aumento salarial si los demócratas ganaban las elecciones legislativas (12).
La misma lógica se está imponiendo ahora del otro lado del Atlántico, donde después del estallido de las burbujas financieras europeas, ahora ha empezado el estallido de las masas trabajadoras, al constatar que de igual forma, los causantes de la crisis descargan todo el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores, los jubilados, sobre los programas de asistencia social y los presupuestos nacionales, que deben ser recortados para reducir el déficit fiscal y para pagar el endeudamiento bancario.
Analizando la actual crisis de la economía real en Europa, que desde mayo recién pasado ha estallado con especial fuerza en Grecia, Irlanda, Inglaterra, España y Francia (bajo la forma de paros generales, huelgas parciales, marchas y manifestaciones públicas), Michael Hudson ha llegado a una conclusión extremadamente dura sobre lo que allí está ocurriendo y señala; “el capitalismo europeo con rostro humano ha llegado a su fin” (13).
El mismo autor sostiene que “Europa está entrando a una era de control totalitario neoliberal” (14), dado el virtual “golpe de Estado” que la oligarquía financiera europea ha dado a todos los países de la UE en la presente crisis, en particular, a través de las nuevas disposiciones económicas claramente recesionistas que han emitido el Banco Central Europeo, la Unión Europea y el Banco Mundial, estableciendo la aplicación de drásticas sanciones económicas y financieras a los estados de la Unión que se nieguen a reducir sus presupuestos estatales e inversiones en el campo social, y a realizar nuevas privatizaciones, tal y como lo explica en detalle A. Rein (15).
Ante semejante panorama el analista arriba citado considera que tanto la izquierda social y política europea debe empezar desde ya a proponer alternativas de envergadura para crear una Europa distinta al modelo neoliberal que las élites del viejo continente están rediseñando actualmente (16).
Por otra parte, siempre sobre el análisis de la actual crisis económica en Europa, Stiglitz ha evidenciado en uno de sus más recientes libros (17), tres de sus más importantes conclusiones; la primera, su consideración en cuanto a que la crisis se afianza en el viejo continente; la segunda relativa a la fragilidad en la que encuentra el euro (al punto de amenazar su propia supervivencia), y la tercera relacionada con el caso específico de España, al considerar que las actuales políticas de austeridad a las que se ha visto empujada la están poniendo en un callejón sin salida parecido al experimentado por Argentina a inicios de los años noventa (18).
Sin embargo, para fortuna de nosotros los habitantes del resto del planeta (latinoamericanos y asiáticos incluidos), aparentemente esta nueva oleada neoliberal, a diferencia de la iniciada a principios de los ochentas por Tatcher y Reagan, no cuenta con las mismas condiciones políticas para imponerse con igual fuerza.
Las nuevas condiciones geopolíticas y geo-económicas de un recién estrenado mundo multipolar, a cuya cabeza se encuentran las naciones emergentes del llamado BRIC (19), constituyen un “muro de contención” para la rápida expansión de esta nueva generación de recetas de cuño ultraliberal.
Este “neoliberalismo del siglo XXI” se topa ahora con la realidad económica de Brasil, Rusia, India y China, potencias emergentes que muy claramente han manifestado su derecho a tener su propia “revolución industrial”, que implica todo un amplio y profundo proceso de expansión, modernización e industrialización que no puede llevarse a cabo con recetas monetaristas y con políticas fiscales restrictivas (20).
En cuanto a la región latinoamericana propiamente dicha, si bien es cierto que la crisis mundial ha sido aquí amortiguada por sus propias burbujas económicas (las remesas, la narcoeconomía y la reprimarización de sus exportaciones) (21), también es cierto que en la última década diversos países se han ido alejando gradualmente de las recetas neoliberales de viejo cuño, en particular, Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Nicaragua, y otros, más discretamente, realzando la importancia de las políticas sociales como instrumento de combate a la pobreza, aunque sin llegar a realizar cambios estructurales de importancia histórica.
Aunque este texto no es el lugar apropiado para profundizar en ello, es evidente que estas “burbujas económicas” latinoamericanas representan algo así como “pan de hoy y hambre para mañana” (se ha advertido por ejemplo, de que la permanente oscilación e inestabilidad de los precios de las materias primas representan un considerable grado de incertidumbre para los países que dependen de ellas, amén de que las economías asiáticas todavía no están completamente “vacunadas” contra la emergencia de nuevas crisis y burbujas financieras).
El punto de interés aquí es resaltar el hecho de que todos estos factores macro de las economías latinoamericanas, adicionados a una mayor preocupación por implementar políticas sociales de “amortiguamiento” a la pobreza crónica de la subregión, representan vectores o tendencias que van en dirección contraria a cualquier nuevo impulso o pretensión a volver a los viejos años del ajuste estructural a lo FMI y BM de los “gloriosos” y “reaganeanos” años ochentas y noventas del siglo pasado.
Si a lo anterior, y siempre para el caso Latinoamericano, le agregamos las importantes implicaciones implícitas en el avance de los actuales procesos de integración regional (implicaciones en términos de obtención de mayor autonomía económica), la cosa se pone todavía un poco más difícil para cualquier retorno del neoliberalismo puro y duro.
Por supuesto, ello no implica que ciertos países de la región (en particular los tradicionalmente dóciles a los designios del otrora capitalismo hegemónico), no puedan estar expuestos al “contagio” de los arrebatos de estos “desplantes monetaristas” que ahora resurgen cual fantasmas en Europa y en Estados Unidos. Hagamos lo posible para que tal espectro no cruce nuestras fronteras latinoamericanas y caribeñas.
(*) Sergio Barrios Escalante es científico social e investigador, ensayista y escritor. Publica la revista virtual mensual Raf-Tulum.
NOTAS:
1-John Locke: continuador de las ideas políticas de Tomás Hobbes (siglo XVII). Fue administrador de las posesiones coloniales de Inglaterra. Con sus ideas se convirtió en vehemente impulsor del pensamiento liberal. El núcleo de su filosofía política era el planteamiento de que el egoísmo es la fuerza motriz de la conducta humana. A tono con ello, preconizó por la propiedad privada y el valor del individualismo ilimitado frente a los controles y regulaciones del Estado (“Historia de las doctrinas económicas”: Eric Roll; Fondo de Cultura Económica, México, 1978, pp.92-94).
2-Aquí me refiero a los siguientes artículos: “Bear Stearns y las Farc: Economía política de la globafascistización”; “Globafascistización: un concepto nuevo para un problema viejo”; y “El Cuarto Reich”, los tres del mismo autor.
3-El término “Globafascistización” lo sintetizaba como la especulación de Wall Street más el keynesianismo militar del Pentágono, y lo describía como un motor que empuja a una porción importante de la humanidad hacia su re-feudalización, hacia una nueva edad media en pleno siglo XXI…
4- La declinación del PIB real de EEUU en el 2009 ha sido el peor rendimiento anual desde 1946, fecha en la cual Estados Unidos estaba desmantelando su economía de guerra (“A Deeper Hole” -“Un agujero más grande”-: The Economist, Washington 05/08/2010).
5- “Los saqueadores: un año después del rescate de Wall Street, la reforma real del sector financiero es todavía un sueño”: Roger Bybee (Sin Permiso, 22/11/2009).
6- Coincidiendo con la celebración del “Día del Trabajo” en los EEUU (6 de septiembre del 2010), una conocida cadena internacional de noticias reveló que según encuestas de ese momento, un 81 % de norteamericanos encuestados a nivel nacional mostraron descontento con la administración de Obama, particularmente por su incapacidad para detener los elevados índices de desempleo.
7- “Epitafio para Obama: no ha desaprovechado ninguna oportunidad de desaprovechar una oportunidad”; P. Krugman: Sin Permiso: 24/10/10).
8-“Cuando los bancos son los que roban”: A. Goodman: Democray Now: 21/10/10).
9- El artículo de Quigley aquí citado está lleno de abundantes y actualizadas cifras estadísticas socio-económicas oficiales. Es altamente recomendable para su consulta para todo aquel que desee tener una panorámica amplia del virtual y acelerado proceso de “tercermundización” por el cual está transcurriendo hoy en día la sociedad estadounidense ((“EEUU: la guerra de clases en casa”; B. Quigley: Sin Permiso; 31/10/10).
10-“Obama Encadenado”; J. Sachs, Copyright: Project Syndicate, 20/11/2009.
11- Prensa Libre, Guatemala, 05/11/2010, p, 50.
12- Democracy Now: 01 nov-2010
13- The Neoliberal Experiment and Europe's anti-Austerity Strikes: Governments must Lower Wages or Suffer Financial Blackmail (Global Research: M. Hudson, September 30, 2010).
14- Ver el artículo de Hudson citado un párrafo arriba.
15- De acuerdo con Álvaro Rein, “Desde la crisis del euro y de la deuda pública Europea de Mayo del 2010, las clases dirigentes europeas han acelerado notablemente su proyecto de rediseñar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) Europeo y el sistema entero de gobierno económico europeo. Este era el empeño principal de la reunión de los líderes de la UE del 28-29 de Octubre en Bruselas, que aprobó las propuestas del ´task force on economic governance´. Los contenidos de las propuestas se pueden dividir en dos grandes áreas: 1) endurecer notablemente la disciplina fiscal impuesta por el PEC sobre los gobiernos de la zona euro; 2) crear un mecanismo permanente de resolución de crisis que sustituya al Fondo de Estabilidad Financiera Europea (EFSF por sus siglas en inglés) y al Mecanismo de Estabilidad Financiera Europea (EFSM por sus siglas en inglés) que fueron creados en Mayo de 2010 pero que caducan a mediados de 2013. Además de esto se empieza a discutir sobre la propuesta alemana de crear un mecanismo que permita la reestructuración y el impago de la deuda pública. Rein continua diciendo; “El task force, por ejemplo, propone crear un mecanismo de coordinación ex-ante de las políticas macro y fiscales de los países de la zona euro. Este mecanismo obligará a los gobiernos de cada país a consultar con la Comisión Europea y el Consejo de ministros europeos los presupuestos nacionales antes de que se hayan siquiera discutido en el parlamento del país…”, ante lo cual, el analista citado concluye que todo ello representa “un ataque en toda regla contra la soberanía y la democracia nacionales” (“Consejo Europeo; 28-29 Octubre: las élites diseñan la Europa neoliberal del futuro”: A. Rein; Sin Permiso; 07/11/10).
16- Ver el artículo citado firmado por Álvaro Rein.
17- Se trata del libro “Free Fall: Free Markets and the Sinking of the Global Economy” (“Caída Libre: Mercados libres y el colapso de la economía global”, de J. Stiglitz, de cuyo prólogo el diario británico Sunday Telegraph publicó algunos extractos (al respecto ver; “Un balance de 2010”; J. Stiglitz; Sin Permiso, 17-10-2010).
18- En el citado balance Stiglitz reflexiona entre otras cosas lo siguiente: “Las verdaderas novedades de los últimos ocho meses (se refiere al 2010), han sido la paulatina aceptación por parte de economistas y gobernantes de la triste imagen del futuro contra la que yo previne: una “nueva normalidad” con elevadas tasas de desempleo, menor crecimiento y menos servicios públicos en los países industriales avanzados” (“Un balance de 2010: J. Stiglitz: fuente citada arriba).
19- En cuanto a las economías del BRIC estas no dejan de crecer. Tal realidad les permite desde ya en ocuparse de tareas de tal magnitud como la preparación de un Nuevo Orden Financiero Internacional, donde ya no existirá más la hegemonía del dólar, tal y como lo menciona el embajador José Botafogo Gonsalves, presidente del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales -CEBRI- (“Dentro de Diez años los BRIC serán mucho más significativos: Agencia Xinhua, Argenpress, 13/04/2010).
20- Como se sabe, la pugna entre “monetaristas” y “fiscalistas” es de suya histórica, y se remonta al menos a doscientos años atrás. Como dice Roll, “mientras la principal preocupación de los primeros recae en la inflación, los segundos se preocupan ante todo del desempleo” (Eric Roll, Op. cit, p. 48).
21- Tan sólo respecto a las remesas que América Latina recibió este año (2010), un reciente informe del Banco Mundial cita la cifra de 58 mil millones de dólares, alrededor de una sexta parte de los montos globales de remesas que reciben todos los países llamados “en desarrollo” (que alcanza la suma de 325 mil millones de dólares); ver Informe “Migración y Remesas”, Banco Mundial, noviembre, 2010). En cuanto a la segunda burbuja latinoamericana, la narco-economía, a pesar de que la mayor parte de las ganancias de la venta de droga a nivel mundial se queda en Estados Unidos, Canadá y Europa (sólo en el caso de la cocaina hasta un 70% de los 72 mil millones anuales, según informó recientemente la Oficina de la ONU contra las drogas y el delito; agencia Notimex; 17/06/2010), aún así, son considerables los montos que se quedan en los países latinoamericanos, los cuales se “lavan” al interior de las economías locales bajo la forma de distintos tipos de “inversión” (en áreas de las finanzas, bienes raíces, empresas comerciales, industriales, centros de diversión y un largo etcétera). Y con respecto a la tercera burbuja mencionada, la “reprimarización” de las economías latinoamericanas, consistente en el auge de las exportaciones de bienes primarios (especialmente productos agrícolas, agropecuarios y minería), es una vuelta a patrones extractivistas propios de los años ochentas, el cual desde hace unos pocos años se viene experimentando con particular fuerza en América del Sur. Según la CEPAL, Sudamérica prácticamente ha duplicado la tasa de expansión de este tipo de exportaciones, mientras que Centroamérica y el Caribe (más dependientes del turismo y las remesas), han reducido dicha tasa en más de un 50 %. Estas cifras reflejan un gran “drenaje” de recursos naturales de Sudamérica en particular hacia el Asia. En términos globales, las exportaciones de materias primas de América Latina y el Caribe componían el 26.7 % del total de exportaciones en 1999, mientras que diez años después (2009), conformaban el 38.8 % del total (“Panorama de la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe 2009-2010”; Comisión Económica para América Latina, CEPAL, septiembre, 2010).
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