ENTREVISTA: BERNAT SORIA Ministro español de Sanidad y Consumo
Se define como un "político atípico", listo para volver al laboratorio y a su cátedra en cualquier momento. Pero Soria (Carlet, Valencia, 1952) se sitúa en esta legislatura en primera línea de los asuntos más delicados: aborto y muerte digna
Pregunta. Esta legislatura va a abordar cambios en las leyes sobre aborto y muerte digna. ¿Le presiona la idea de encontrarse otra vez a los obispos encabezando manifestaciones?
Respuesta. No, en absoluto. Como ministro de un Gobierno y diputado socialista, el único mandato que tengo es el de los ciudadanos. No sé qué estrategia pueden tener la Conferencia Episcopal, el Partido Popular y otros grupos, pero no tiene nada que ver.
P. ¿Qué modificaciones prevé en relación con la muerte digna?
R. Que el derecho del paciente sea un derecho real. Ésa es la primera. Porque si uno coge las leyes tal y como están, posiblemente no hay que hacer ninguna otra para que la gente muera sin dolor. Y lo que sabemos es que la gente muere sufriendo. Eso no puede ser. La batalla contra la muerte no la vamos a ganar, pero la batalla contra el dolor, sí.
P. ¿La ley actual del PP no garantiza que se muera sin dolor?
R. Las leyes actuales, sí; las normativas actuales, posiblemente no. Por eso hemos trabajado en una Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos, en la cual estamos de acuerdo todas las comunidades, que incluye la formación de los profesionales, facilitar la asistencia domiciliaria, regular los momentos terminales, la muerte digna y el derecho que tiene cualquier ciudadano a decir, cuando llegue ese momento: "No quiero ser sometido a una tortura". Para que todo eso sea un derecho real, el testamento vital tiene que ser accesible desde cualquier punto de España. Porque una persona puede depositar uno en Navarra, y acabar muriendo en Murcia. Eso es lo que dice la Ley de Autonomía del Paciente: que el ciudadano decide. Hay un principio básico que separa dos formas de pensar: quien piensa que el propietario del cuerpo es uno mismo, y quien piensa que es alguien, una iglesia, una institución o un partido político. El Partido Socialista dice: el propietario de tu cuerpo eres tú. Tú eres quien toma decisiones.
P. Ese principio implicaría mucho más que regular los cuidados paliativos.
R. Eso es ideología socialista. Nosotros respetamos la opción del ciudadano, que puede decir que no quiere ser sometido a la tortura que significa muchas veces el esfuerzo terapéutico, que a veces atenta contra su deseo. Traducir eso en un derecho significa hacer una serie de actuaciones.
P. ¿Hasta dónde va a llegar?
R. Es el paciente el que decide si desea o no recibir un tratamiento. Por tanto, en primer lugar, hay que asegurarle que muere -o vive- sin dolor. Muchas veces la sedación terminal significa la pérdida de la vida, pero eso lo sabe el paciente convenientemente informado. Y cuando se hace bien, permite que tome la decisión. Hay que decirle que cuando empiece el proceso puede haber un momento en que no recupere la consciencia. Y se le da la oportunidad para que se despida de su familia, para que arregle sus asuntos y para que no sufra.
P. Si el propietario del cuerpo es uno mismo, ¿tendría sentido abordar el suicidio asistido?
R. La reflexión está abierta. El suicidio asistido no es legal en este país. Pero el Código Penal se ha cambiado ya muchas veces. Es un tema que pertenece más al Ministerio de Justicia. Vamos a iniciar con Justicia una reflexión confidencial con un equipo de expertos sobre suicidio asistido. Lo que no me gustaría es que esa reflexión impida que el resto de las actuaciones las hagamos ya. La impresión que tengo es que esa reflexión va a necesitar más tiempo que las otras actuaciones en las que ya estamos.
P. Entonces ¿va a cambiar el Código Penal sobre este asunto?
R. No vamos a decir a la comisión cómo debe acabar, pero sí creo que ofrecerá elementos suficientes para una decisión política.
P. ¿En esta legislatura?
R. Por lo que es mi experiencia, la reflexión nos puede llevar un año o un año y medio. Por tanto, yo no excluyo que sea en esta legislatura. Además, eso sigue la reflexión que hizo el Congreso Federal [del PSOE], que no es un mandato, pero es el partido que soporta al Gobierno.
P. Por tanto, no es disparatado pensar que España pueda llegar a un marco como el de Suiza o de Holanda.
R. No [es disparatado] que se pueda llegar. Pero todo no se puede hacer el primer día.
P. ¿Está preparada la sociedad para hablar de esto?
R. Nuestra sociedad ha demostrado ya en varias ocasiones que es una sociedad moderna, que es madura y que está preparada para cualquier tipo de debate.
P. ¿En este tema quiere el consenso del PP?
R. El consenso existe en torno a la Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos, que se aprueba por unanimidad en el Consejo Interterritorial. La mayor parte de las cosas que estamos discutiendo son más operativas que ideológicas. Es poner los medios para que esto realmente llegue a un ciudadano de un pueblo de Segovia. Lo que ocurre es que el término eutanasia se utiliza para nombrar cosas muy distintas, y, por tanto, el que haya un grupo de reflexión viene bien para, en primer lugar, ponerse de acuerdo en los términos y en hasta dónde se puede llegar sin cambiar la norma. Y, si hay que cambiar la norma, en cómo habría que cambiarla.
Extracto de una entrevista publicada en El País, Madrid, septiembre 2008.
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