sábado, 6 de septiembre de 2008

¿Antes muerta que sencilla?

Vive sencilla pero con calidad.

El arte de vivir es también saber elegir lo que te acerca a la felicidad y a la paz, en lugar de llevarte al estrés y al agobio


¿Tu casa, armarios y sótano, e incluso tu auto, están llenos de cajas con cosas que no te sirven pero guardas “por si acaso” y cosas que no usas desde hace mucho tiempo? Buscar cualquier objeto puede ser como una aguja en un pajar, cuando el lugar está saturado de cosas.

Saber vivir bien es en realidad vivir de forma sencilla, pero con calidad. Para esto debes aprender a evitar el consumismo, los objetos innecesarios y las complicaciones. Adquiere y guarda sólo lo que realmente te sea útil y beneficioso.

Menos bultos, más claridad


El estilo de vida consumista de hoy nos lleva a comprar constantemente y acumular cada vez más cosas. Pero en lugar de traernos la felicidad, como prometen los anuncios de publicidad, muchas veces terminan por complicarnos la existencia.


Desprenderte de lo inútil requiere esfuerzo porque necesitas revisar qué cosas sirven y cuáles no. Pero librarte de algo que pensabas que jamás podrías tirar o regalar es quitarte un peso de encima.

Dominique Loreau, autora del libro “El arte de simplificar la vida”, después de años de estudio de la filosofía Zen en Japón, asegura que es necesario hacer un hueco antes de recibir, pues para llevar una vida basada en la sencillez y la belleza, la simplicidad enriquece la vida y libera de prejuicios y restricciones.


Menos tienes, menos necesitas


Austeridad en tus posesiones, sencillez en tu atuendo y moderación en la comida equivalen a claridad en tus pensamientos. La simplicidad consiste en poseer poco para encontrar la libertad de llegar a lo esencial, lo que se traduce en bienestar, serenidad y belleza. Éstas son algunas de las propuestas de Dominique Loreau para lograrlo:


• Busca el minimalismo confortable. Tu hogar debe ser un lugar de reposo y refugio, donde cada objeto tenga su utilidad. Haz una lista de lo que realmente necesitas y de lo que es simplemente decorativo y no te aporta nada y deshazte de lo que no te sirve. Hay elementos con significado emocional, como las fotos de tus seres queridos, pero no hace falta llenar la casa de imágenes por todas partes.

• Piénsalo dos veces antes de comprarlo. Cuando vayas a adquirir algo, reflexiona por unos instantes si en verdad te va a ser de utilidad o si lo has elegido sólo por sus cualidades estéticas.

• Huye de las modas pasajeras. En lugar de llenar tu clóset y vaciar tus bolsillos con indumentarias y accesorios que sólo vas a usar una temporada y luego pasarán de moda, escoge ropa de buena calidad para que te dure más y que no quede desplazada rápidamente. Es mejor tener una buena prenda en lugar de tres que se deterioran después de la primera lavada.


• Pregúntate si lo necesitas. Antes de guardar algo por impulso, pregúntate por qué lo estás almacenando y para qué te sirve. Haz lo mismo con las cosas que tienes guardadas, si no te sirven tíralas o regálalas para que las aprovechen otros.

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