lunes, 30 de noviembre de 2009

Sobre la Renta Básica


Conferencia inaugural del IX Congreso de Renta Básica
Pronunciada por Daniel Raventós en Bilbao, el pasado 20 de noviembre de 2009

Agradezco a las personas que han hecho posible esta organización del IX Simposio de la Renta Básica.

Tenía que hacer, como sabéis, esta conferencia inaugural Pablo Yánez, pero razones de fuerza mayor le han obligado a permanecer en México DF y han impedido su presencia hoy aquí en Bilbao. Los organizadores me han pedido que diga algo sobre la Pensión Ciudadana de México DF de la que Pablo tenía que hablar con detalle. Con eso empezaré. Buena parte de los datos mexicanos que voy a ofrecer a continuación me los ha proporcionado el mismo Pablo Yanez.

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Creo que debemos empezar con algunos datos de México para entender mejor ciertas proporciones. El 10 por ciento de la población más rica tiene un ingreso 45 veces más que el 10 por ciento más pobre. Pero si desagregamos las cifras encontraremos que 20 multimillonarios mexicanos tienen una riqueza equivalente al 6% del Producto Interior Bruto, con un ingreso estimado en 14 mil veces más al del promedio de la población.

En el año 2001 se implantó la Pensión Ciudadana en el Distrito Federal de México (oficialmente con casi 9 millones de habitantes, más que todos los habitantes de Catalunya y unas 4 veces más que todas las personas que viven en la Comunidad Autónoma Vasca).

Cuando arrancó la mencionada pensión ciudadana en 2001 la oposición de derechas dijo que no había recursos. Para ello se hizo el programa de austeridad republicana, esto es, un programa que recortaba los privilegios y los gastos superfluos, además de un duro combate a la corrupción, para obtener los recursos necesarios para hacer posible la pensión.

A partir del año 2002 la pensión ciudadana se financia con recursos fiscales del presupuesto normal del gobierno de la ciudad, representando alrededor del 3,8% de este presupuesto. 

Desde el año 2004, la Asamblea Legislativa de la ciudad tiene la obligación de incluir el costo de la pensión ciudadana en el presupuesto anual del Gobierno que ella aprueba. 

En síntesis, la pensión se financia con los recursos fiscales de la Ciudad y forma parte del presupuesto anual del Gobierno del Distrito Federal y su monto, por ley, no puede ser inferior a medio salario mínimo mensual vigente en la Ciudad de México.

Así pues, en la Ciudad de México, actualmente 470 mil personas de 68 años y más, con el único requisito de haber residido tres años en la ciudad, reciben una pensión equivalente al costo de la canasta básica alimentaria, de manera individual, vitalicia y no condicional. Estas personas reciben una pensión ciudadana de 822 pesos mensuales. Debo decir que el Salario Mínimo Interprofesional para 2009 es en México de 1.644 pesos mensuales (822 pesos mensuales es el 50% exacto del SMI, tal como marca la ley). El SMI del Reino de España en 2009 es de 624 euros mensuales.

La Pensión Ciudadana no requiere del requisito de nacionalidad mexicana. Con tres años de censo en el DF, como queda dicho, ya se tiene derecho a percibirla. Asimismo la pensión de la Ciudad de México desde el año 2004 se encuentra institucionalizada como un derecho exigible por Ley.

Pero probablemente lo más relevante es la legitimidad social que han ido adquiriendo estas transferencias. Durante los años 2001 y 2002 fue frecuente escuchar severas críticas contra la pensión de adultos mayores y tuvo la oposición beligerante de ciertos sectores a su instrumentación. Y en realidad se trató de los mismos argumentos que se esgrimen contra el Ingreso Ciudadano o Renta Básica. 

Como acostumbra a decir Pablo Yánez: "En ese momento no lo sabíamos, pero el debate que se desarrolló en la Ciudad de México en esos años sobre la pensión de los adultos mayores, fue en realidad el primer debate sobre el Ingreso Ciudadano."

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De los debates a lo largo de los últimos años en México y en distintas partes del mundo sobre la RB en países pobres, países ricos, países no tan ricos, destacaré una serie de puntos que por distintas razones son particularmente interesantes. Son cinco.

1) Los argumentos en contra de la RB son muy parecidos en cualquier parte del mundo a los que se dan también en contra de cualquier medida que beneficie a los más pobres. Como es el caso de la reiterada Pensión Ciudadana del DF. Extraigo unos párrafos de la alocución que Pablo dirigió en la última asamblea hasta hoy del Basic Income Earth Network (Dublín, 2008) con motivo del ingreso de la sección mexicana a esta organización internacional:

"Los argumentos en contra de la Pensión Ciudadana fueron los de siempre: "no se debe regalar dinero", "no se deben entregar recursos a cambio de nada", "sólo deben entregarse a quien realmente lo necesite", "la pensión debe ser únicamente para quienes carezcan de jubilación formal", "los adultos mayores no requieren regalos, sino trabajo", "no hay recursos", "no es sostenible", "se va a desatar una crisis fiscal". 

Unos cuantos años después estos argumentos han desaparecido en la Ciudad. No sólo se ganó una batalla política, se ganó una batalla cultural.

Si hace años el cuestionamiento era la transferencia a adultos mayores, ahora lo que se critica es que sólo sea a los de 70 años (hoy ya a 68) y no a grupos de menor edad. La lógica que predomina ahora es la necesidad de la expansión, no de la restricción. Una perspectiva más cercana a la universalización que a la focalización."

Estas ideas son muy parecidas a las que se extraen en Alaska después de 25 años de una Renta Básica. Un profesor de una universidad de aquel lugar me dijo hace un par de años que si alguien se atreviera a pedir ahora que se sacara la RB de Alaska debería salir corriendo con peligro de su vida "porque ya sabes que podemos tener armas legalmente". En cambio, en Alaska, en los orígenes de la RB no se veía nada claro "dar algo a cambio de nada".

2) Otro punto. La RB cuando es conocida despierta simpatías entre mucha gente porque si no es un freno digamos total a las cada vez mayores desigualdades sociales, sí puede representar una medida humilde para que los que disponen de menos tengan la existencia garantizada o, para ser más exacto, que tengan la existencia garantizada más que ahora. Su digamos "prestigio" se reconoce incluso entre los que están muy lejos de querer implantarla. Voy a ejemplificar esta afirmación con el caso argentino. Actualmente hay 11 proyectos de ley en el Parlamento supuestamente a favor del IC para la niñez, aunque, en palabras de un miembro de la red argentina por el IC, Carlos Abel Suárez: "solamente 2 se aproximan a lo que nosotros propiciamos, o sea, a un paso hacia un ingreso universal, monetario e incondicional, comenzando por los niños". Estos dos proyectos son a) el proyecto de ingreso para niños y adolescentes, originario de la diputada Lilita Carrió, cuya matriz se encuentra en Lo Vuolo-Barbeito,  y  b) el proyecto de Claudio Lozano, un economista de la interesantísima Central de los Trabajadores Argentinos.  Todos los demás proyectos de ley son iniciativas de planes focalizados, que toman el nombre de Ingreso Universal para la niñez."

Insisto: el "prestigio" de la RB se reconoce incluso entre los que están muy lejos de querer implantarla. Así se explica el furor argentino de estos 11 proyectos de ley sobre la Renta Básica (o Ingreso Ciudadano, como allá le llaman) aunque algunos de estos proyectos se parezcan a la RB como un huevo a una castaña.

La llamada Renta Básica de Emancipación sería otro ejemplo más cercano geográficamente de este prestigio.

3) Un tercer punto. La terrible y extendida confusión según la cual como todos reciben la RB, todo el mundo gana. Siendo esto así, sigue el argumento, provoca una situación injusta. No hay forma de salir de este entuerto si no es sabiendo cómo se pretende financiar la RB que se propone. Puede hacerse de muchas formas, pero las únicas que tienen interés político desde mi punto de vistas son las que suponen una gran redistribución de la renta de los ricos a los pobres y a los de menos renta. Puede hacerse mediante una reforma del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, puede hacerse mediante una reforma combinada del IRPF y de otros impuestos. Pero aquí surge otra cuestión con gran fuerza. El problema es que estamos hablando de política, más que de economía. Y eso es así casi siempre en las cosas importantes. Una gran redistribución de la renta es una medida económica, por supuesto, pero también es una medida política.

Creo que este extremo es cada vez más evidente para buena parte de la población, incluso para una parte del mundo académico, normalmente lento de reflejos, que se dedica a estudiar la política y la economía. El mismo Paul Krugman, que nadie tomará por rojo y menos por leninista, escribe de forma habitual que en los grandes cambios económicos hay que ver en la política la guía y que la economía simplemente la sigue. Aumentar los impuestos a los ricos y a los especuladores, por ejemplo. Tomar esta decisión o la contraria depende de qué política se quiera seguir. Permitidme tres ejemplos que de forma si se quiere indirecta están mostrando lo que digo. Uno es del ya citado Paul Krugman. Dice en su recomendable libro La fi dels neocons (Ara Llibres, 2009):  "El fortalecimiento de la derecha dura (en los 70) animó a las empresas a lanzar un ataque general al movimiento obrero, reduciendo drásticamente el poder negociador de los trabajadores; liberó a los empresarios de las restricciones políticas y sociales que antes habían establecido límites sobre los salarios descontrolados de los ejecutivos; fomentó amplias reducciones de impuestos sobre los ingresos elevados; y promovió la desigualdad creciente de formas muy diversas" (pág. 25). Otra cita: "El período de cambio político y económico sugiere que fue la política y no la economía quien tomó la delantera" (pág. 26). Y para no cansaros con Krugman una última cita del mismo libro: "Un impuesto mayor a las rentas más altas supondría incrementar considerablemente los ingresos públicos y, por tanto, ayudar a muchas personas".

El segundo ejemplo es del sofisticado economista Dean Baker. Se trata de su defensa de un impuesto a las transacciones financieras:

"La lógica del impuesto a las transacciones financieras es sencilla. Impondría un pequeño recargo a las transacciones de acciones, de futuros, los seguros derivados de crédito y otros instrumentos financieros. Esto tiene muy poco impacto sobre la gente que compra acciones con la intención de mantenerlas durante un largo período de tiempo.

Por ejemplo, si alguien compra 10.000 dólares de acciones, pagará 25 dólares en impuesto en el momento de la compra. Si esta persona vende las acciones diez años después por 20.000 dólares, deberá pagar 50 dólares en impuestos. Los impuestos totales serían equivalentes a un incremento de 0,8 puntos porcentuales en el impuesto a las ganancias de capital.

Por el contrario, si alguien está interesado en comprar acciones a la una en punto para venderlas una hora después, este impuesto es probable que dé un buen golpe a los beneficios esperados. Lo mismo se aplica a la gente que está especulando en futuros, seguros derivados de crédito y otros instrumentos financieros.

Podemos obtener más de 140.000 millones de dólares al año mediante esta imposición a las transacciones financieras, una cantidad equivalente al 1% del PIB. Antes de buscar la aplicación de un impuesto sobre las ventas nacionales, o un impuesto sobre el valor añadido deberíamos insistir en poner en marcha en primer lugar un conjunto de impuestos a las transacciones financieras." (www.counterpunch.org, traducido en www.sinpermiso.info).

El tercer y último ejemplo es de Sam Pizzigati, el editor de la revista Toomuch:

"D: Los medios sugieren que más impuestos acarrean más tasas de evasión. ¿Cuál es su opinión?

S.Pizzigati: Si esto fuera cierto, entonces unos impuestos más bajos deberían disminuirlas. Pero resulta que hoy tenemos impuestos bajos para la gente rica y ello tampoco impide que estos sigan engañando al fisco de igual modo. En general, los ricos no utilizan servicios públicos y les molesta tener que pagar por ellos. Sólo entre 2000 y 2007, en los EE UU se evadieron 50.000 millones de dólares procedentes de las grandes fortunas del país, a través de entidades financieras como Swiss USB. Ésta, junto a otros dos grupos bancarios de Suiza ayudaron a ocultarle a las autoridades fiscales estadounidenses 50.000 millones de dólares de beneficios gravables, procedentes de las mayores fortunas de los EE UU." (www.toomuchonline.org, traducido en www.sinpermiso.info).

Y para finalizar este punto, recordaré  que hasta Nomi Prins, que fue ex directora del Bear Stearns y Goldman Sachs reclama en la revista In these times la inmediata restitución de la ley Glass-Steagall (la ley votada por el Congreso de los EEUU en 1933) que separaba las funciones de la banca de depósitos y de la banca de inversión y que evitaba los grandes movimientos especulativos. Esta ley fue revocada el 2 de noviembre de 1999 por la ley Gramm-Leach-Bliley por 92 votos contra 8 por el mismo Congreso. Muchos consideran que en esta revocación hay una parte de los grandes problemas semimafiosos que han conducido a la gran crisis económica en la que estamos inmersos. Quizás sea bueno recordar lo que un Presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt dijo claro y alto: "Ahora sabemos que un gobierno en manos del capital organizado es sencillamente tan peligroso como en manos de una mafia organizada".

Repito, estamos hablando de política más que cualquier otra cosa. No estamos hablando de lo que Max Mayer llamaba "reglas culturalmente indiferentes" de carácter predominantemente técnico (conducir por la izquierda o por la derecha, carnet de conducir por puntos o sin puntos, casas de un color o de distintos colores, el cobro de la cuota de un organismo público…). Estamos hablando de impuestos, de redistribución de renta. Esto es, hablamos de política.

4) Cuarto punto. Hay personas con posturas políticas diferentes que defienden la RB. Pero hasta un despistado incorregible puede entender que están hablando de propuestas substancialmente diferentes. Por ejemplo, en Alemania defienden la RB algunas militantes de Die Linke y algún empresario famoso con objetivos digamos algo diferentes. Muy diferentes, para ser exactos. Katja Kipping, dirigente de Die Linke, declaró hace pocas semanas a la revista Prager Frühling respecto a la RB:

"Debe estar por encima del umbral de la pobreza y posibilitar la participación social de quien la reciba."

"Una renta básica incondicional no debe sustituir en ningún caso a las ayudas sociales, sino complementarlas. Aquí veo una analogía con el salario mínimo. Cuando luchamos por un salario mínimo (que en Alemania no existe), eso no quiere decir que no deba haber salarios más altos que ése. Al contrario, quien así lo quisiera podría conseguir una pensión mínima asistencial, la ayuda para desempleados o, por el contrario, unos ingresos más altos o una mejor ayuda por desempleo."

"Una renta básica es de izquierdas porque aleja el miedo a la existencia y mejora claramente la posición negociadora de quienes sólo pueden vender su fuerza de trabajo." (Traducido en El Viejo Topo)

El empresario del mismo país Gotz Werner tiene una idea muy diferente de la RB. (Agradezco a David Casassas que me haya pasado algunos datos del ideario de este empresario.) Este empresario tiene una cadena de "drugstores". Propone la RB para fomentar la eficiencia. Dice que la RB permitirá: 1) dotar a los trabajadores de una cierta seguridad (cosa que hará contentos a los trabajadores), y 2) reducirá los salarios (cosa que hará contentos a los empresarios). Todos contentos por tanto. Así, si alguien cobre 1.500 euros, con la RB de Gotz Werner resultaría que seguiría cobrando los 1.500 euros pero desglosados así: 750 como RB y 750 como salario. El empresario se ahorra 750 euros de salario. Buen negocio.

No hay duda, esta RB de Gotz Werner es muy diferente a la que propone, entre otra personas, la mencionada Katja Kipping.

Defender la RB, por tanto, no es muy informativo del tipo de sociedad que se desea. La RB es defendida desde posiciones políticas y filosóficas distintas. A Van Parijs le gusta llamar a eso, con mayor o menor fortuna, el "ecumenismo" de la RB. Pero eso significa también que, para personalizarlo, hay formas de defender la RB con las que no me siento identificado. O dicho más castizamente, hay personas que defienden la RB con las que personalmente tengo pocas afinidades teóricas y políticas, si es que alguna. En cambio, hay personas que no defienden la RB con las que puedo tener grandes afinidades teóricas y políticas. Todo eso es trivial, pero vale la pena recordarlo.

5) Finalmente, no puedo dejar de mencionar ni que sea muy de pasada lo que Pablo Yanez, Rubén Lo Vuolo y yo mismo hemos venido defendiendo estos últimos meses, aunque supongo que en estos no estamos solos: "la RB es buena en tiempos de bonanza, y buenísima en tiempos de crisis".

Muy recientemente leí otro dato económicosocial escalofriante, era del Departamento de Agricultura de EEUU. Dice este informe:

"En total, 14,6 por ciento de los hogares, que equivalen a unos 49 millones de personas, 'tuvieron ocasionalmente problemas para llevar a la mesa suficiente comida durante el año', afirma el informe Household Food Security in the United States, 2008 (Seguridad Alimentaria de las Familias en Estados Unidos, 2008).
Esto constituye un notable incremento respecto de la cantidad de población que pasó las mismas penurias en 2007, 11,1 por ciento de los hogares, o 36,2 millones de personas. 
Y seguramente este año esa proporción será mayor, debido a los persistentes efectos de la crisis económica que empezó a manifestarse hace 14 meses."

Para las personas que sois conocedoras de la propuesta no hace falta añadir nada más sobre lo que una RB podría significar para estos 49 millones de personas que viven en el país más rico del mundo.

Muchas gracias.

Daniel Raventós es profesor de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, miembro del Comité de Redacción de SINPERMISO y presidente de la Red Renta Básica. Su último libro es Las condiciones materiales de la libertad (Ed. El Viejo Topo, 2007).


Fuente: www.sinpermiso.info 29 noviembre 2009

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