martes, 28 de febrero de 2012

NO HAY DERECHO (S)


NO HAY DERECHO (S) 
La ilegalidad del poder en tiempos de crisis
Gerardo Pisarello
Jaume Asens

En tiempos de crisis, la legalidad y el orden público son  utilizados como argumentos de peso  por los responsables políticos  para  limitar los derechos de la ciudadanía  a manifestar su opinión ante las medidas adoptadas.  La conflictividad social que provoca  la desigualdad social en momentos  de  crisis profunda como el actual empuja a restringir libertades  para asegurar la implantación de políticas que no favorecen a la población. La legalidad  entra en contradicción con la legitimidad de la ley imperante. En este sentido y por poner un ejemplo  los desahucios en tanto  medidas legales se presentan como  totalmente  ilegitimas a nivel social en un contexto como el actual. Paradojas como esta son tratadas a lo largo del libro con el objetivo de forzar al poder a cumplir  o modificar la   legalidad  imperante y crear marcos jurídicos más igualitarios, inclusivos y libres de violencia.



El Derecho y el discurso jurídico desempeñan un papel central en la configuración de las relaciones de poder. Para imponerse, una actuación policial o un programa de ajuste económico necesitan de la fuerza. Pero también de su ca­pa­cidad para apelar al Derecho, a la legalidad, como fuente de justificación.

Tras la derrota del fascismo, la legalidad que los propios estados invocan en sus actuaciones se ha vuelto exigente. Se ha enriquecido con tratados, constituciones y cartas que re­conocen derechos humanos y principios garantistas. Estos principios entrañan límites y controles a poderes de todo tipo, públicos y privados, de Estado y de mercado.

Los textos que componen este libro intentan mostrar cómo, en tiempos de crisis y movilizaciones, esta legalidad garantista se con­vierte en un espejo incómodo. Porque refleja la arbitrarie­dad jurí­dica, además de ético-política, de muchas actuaciones del po­der realizadas en nombre del Derecho. Pero también porque per­mite juzgar de otro modo los actos de protesta y de desobediencia ciu­da­dana que se alzan contra ellas. No ya como actos delictivos, objeto de criminalización, sino como herramientas legítimas, in­clu­­so necesarias, para forzar al poder a cumplir su propia legalidad y para fundar marcos jurídicos más igualitarios y libres de violencia.

Gerardo Pisarello es profesor de derecho constitucional de la Universitat de Barcelona.
Jaume Asens es miembro de la Comisión de Defensa del Co­le­gio de Abogados de Barcelona y de la ACDDH.
Ambos integran, además, el Observatorio de Derechos Eco­nómicos, Sociales y Culturales (DESC).




1 comentario:

fredy rafael dijo...

muy buena la justificacion del libro y la importancia que tiene el derecho para el ser humano,donde la legalidad deberia estar por encima de la justificacion si no, no hay derecho..