NO HAY DERECHO (S)
La ilegalidad del poder en tiempos de crisis
Gerardo Pisarello
Jaume Asens
En tiempos de crisis, la legalidad y el orden público son utilizados como argumentos de peso por los responsables políticos para limitar los derechos de la ciudadanía a manifestar su opinión ante las medidas adoptadas. La conflictividad social que provoca la desigualdad social en momentos de crisis profunda como el actual empuja a restringir libertades para asegurar la implantación de políticas que no favorecen a la población. La legalidad entra en contradicción con la legitimidad de la ley imperante. En este sentido y por poner un ejemplo los desahucios en tanto medidas legales se presentan como totalmente ilegitimas a nivel social en un contexto como el actual. Paradojas como esta son tratadas a lo largo del libro con el objetivo de forzar al poder a cumplir o modificar la legalidad imperante y crear marcos jurídicos más igualitarios, inclusivos y libres de violencia.
El Derecho y el discurso jurídico desempeñan un papel central en la configuración de las relaciones de poder. Para imponerse, una actuación policial o un programa de ajuste económico necesitan de la fuerza. Pero también de su capacidad para apelar al Derecho, a la legalidad, como fuente de justificación.
Tras la derrota del fascismo, la legalidad que los propios estados invocan en sus actuaciones se ha vuelto exigente. Se ha enriquecido con tratados, constituciones y cartas que reconocen derechos humanos y principios garantistas. Estos principios entrañan límites y controles a poderes de todo tipo, públicos y privados, de Estado y de mercado.
Los textos que componen este libro intentan mostrar cómo, en tiempos de crisis y movilizaciones, esta legalidad garantista se convierte en un espejo incómodo. Porque refleja la arbitrariedad jurídica, además de ético-política, de muchas actuaciones del poder realizadas en nombre del Derecho. Pero también porque permite juzgar de otro modo los actos de protesta y de desobediencia ciudadana que se alzan contra ellas. No ya como actos delictivos, objeto de criminalización, sino como herramientas legítimas, incluso necesarias, para forzar al poder a cumplir su propia legalidad y para fundar marcos jurídicos más igualitarios y libres de violencia.
Gerardo Pisarello es profesor de derecho constitucional de la Universitat de Barcelona.
Jaume Asens es miembro de la Comisión de Defensa del Colegio de Abogados de Barcelona y de la ACDDH.
Ambos integran, además, el Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC).
1 comentario:
muy buena la justificacion del libro y la importancia que tiene el derecho para el ser humano,donde la legalidad deberia estar por encima de la justificacion si no, no hay derecho..
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