Querido Gaspar,
Me habría gustado estar contigo en este merecido homenaje y en este día, que, además es el de mi 56 cumpleaños. El destino escrito por manos no amigas de quienes creemos en la fuerza de la verdad y de la verdadera justicia, ha decidido que no sea así. Pero, la distancia física entre continentes, no puede impedir la proximidad afectiva entre quienes tenemos mucho más en común que en oposición frente a todo lo que está pasando en nuestro país y en el mundo, en general.