miércoles, 25 de junio de 2008

Ataque planeado Usraelí contra Irán: ¿habrá guerra?

by Michel Chossudovsky
Global Research, May 27, 2008



Los medios de comunicación han fallado en informar sobre la historia de las preparaciones de guerra norteamericanas contra Irán.
Algo, muy poco, comenzó recién a aparecer a principios de 2007.
Aunque estamos en presencia de algo confirmado por informes y documentos oficiales militares sin embargo el hecho es que la opinión pública ha sido mantenida en la oscuridad y desinformada en lo que respecta a estas preparaciones de guerra.

Una guerra contra Irán viene siendo considerada ya desde mediados de los 90’. Durante la administración de Bill Clinton el Comando Central ya había formulado planes para teatros de guerra que incluían primero a Irak y luego a Irán:
“…El objetivo siempre es proteger los intereses vitales de los Estados Unidos en esa región, de forma ininterrumpida, y asegurar el acceso de EU y de sus aliados al Golfo Pérsico”.
(USCENTCOM, http://www.milnet.com/milnet/pentagon/centcom/chap1/stratgic.htm#USPolicy, emphasis added)

Concordantemente con las secuencias planeadas por el Comando Central ya en el año 1995 los planes para atacar Irán fueron reactivados en medio de la ola de la invasión de Irak en el año 2003, bajo lo que se denomina TIRANNT (Theater Iran Near Term). Consiste en un modelo de teatro de guerra directamente diseñado contra Irán que examina todas las alternativas a ese respecto.


"El Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea, los marines, todos tienen preparados planes detallados y han gastado cuatro años construyendo bases y entrenando para la operación “Libertad de Irán”.

El almirante Fallon, el Nuevo jefe del Comando Central [renunciado en marzo de 2008], heredó planes bajo el nombre de TIRANNT (Theatre Iran Near Term)." (New Statesman, 19 Feb 2007)
El trabajo al que se hace referencia en la cita de abajo fue publicado hace tres años por Global Research, en el mes de mayo de 2005. Se titulaba Planned US Israeli Attack on Iran y detallaba la primera fase de esos preparativos de guerra en relación con Irán.
(Véase http://www.globalresearch.ca/articles/CHO505A.html )

Ese universo de planificaciones militares está hoy en estado más avanzado. Y asimismo evolucionan las estructuras de las alianzas militares. La OTAN es hoy parte de una alianza militar. Con los auspicios de la OTAN, relacionados al Pentágono, están los británicos, los alemanes, los franceses, los turcos, todos jugarán un rol de responsabilidad importante en el caso de un ataque contra Irán y contra Siria. A este respecto conviene tener presente que la OTAN e Israel firmaron un acuerdo de cooperación militar de amplio alcance en el año 2005.
También, que existe un acuerdo de cooperación militar entre Israel y Turquía.
De acuerdo con declaraciones y documentos militares que tienen estado público Estados Unidos, Israel y otras fuerzas aliadas están en avanzado estado de preparación. En realidad buena parte de esa planificación ya está lista desde el año 2005.

Pero importantes variables intervienen en la evaluación de la conveniencia de una guerra contra Irán. Un importante número de factores en contrario de esta decisión también están en curso de ponderación.


Ruidos de sables

Ahora bien, todo ese conjunto de preparativos militares se los aprovecha también a menudo para otros objetivos. Esos escenarios de guerra asociados a ultimátums y preparaciones militares también sirven para forzar a otros países a resignar soberanía, a abrir su economía a los inversores occidentales, a privatizar y vender los mejores activos a las compañías norteamericanas, etc. Estas amenazas son efectivas solo si un país carece de capacidades defensivas. La fortaleza de su economía es también de la mayor importancia.


Hay ruidos de sables en relación con Irán. El objetivo final es neutralizar a Irán como poder regional y el de tomar posesión de su fastuosa riqueza petrolera, aproximadamente un 10% del total mundial.

¿Cuáles son las capacidades militares de Irán, a saber su habilidad para defenderse a sí mismo y también para infligir daño a Estados Unidos y sus aliados?


La respuesta a esta cuestión tiene dos aspectos esenciales. Primero, Irán tiene avanzados sistemas de defensa aérea, tanto con tecnologías propias como rusas. Pero además, según los expertos militares occidentales tiene perfeccionados sistemas de misiles con los que puede provocar importantes daños a las instalaciones militares de USA en Iraq, en el Golfo Pérsico y en Israel.


En los últimos años Irán se ha estado preparando activamente para una guerra. Con los ingresos petroleros pudo financiar mejoras en su preparación. Está en una situación muy diferente de la que tenía Irak antes de la invasión de 2003, que había sido blanco de ataques aéreos angloamericanos por más de diez años más otros diez de debilitantes sanciones económicas.


Este factor es el que ha venido operando a favor de demorar las hostilidades.

Los militares norteamericanos son plenamente conscientes de la posibilidad de una escalada. Si se lanza un ataque aéreo el ejército de Irán podría cruzar la frontera de Irak y atacar las instalaciones norteamericanas. Esta circunstancia ha venido ayudando a poner un freno.

Pero en lugar de un vasto bombardeo que podría tener una fuerte réplica los yanquis podrían lanzar ataques aéreos limitados con la idea de que Irán no conteste. Según especula Philip Giraldi el ataque sería como una especie de pin pong cortito, circunscripto a golpear solo a la gente de al-Qods y evitar bajas entre la población civil. Mediante amenazas y negociaciones secretas Washington podría intentar asegurarse de que Irán no replique.

Las capacidades militares americanas


El almirante Fallon, que fue recientemente despedido como Jefe Supremo del Comando Central del Ejército tenía plena conciencia de las habilidades militares y de la capacidad de réplica iraní. Esta comprensión fue transmitida a comienzos de 2003 en el marco de los escenarios de guerra TIRANNT.


Antes de ser renunciado el almirante Fallon desechó la posibilidad de una guerra “mientras el estuviera”.


El almirante Mullen, Jefe de la Junta de Jefes de Estados Mayores, reconoció las debilidades americanas. Dijo que las guerras de Irak y de Afganistán pueden haber socavado la capacidad militar de librar guerras contra adversarios de gran envergadura, incluido Irán (citado por el diario israelí Haaretz, octubre 22 de 2007)


En una entrevista con el New York Times, Mullen dijo:


"...los riesgos pueden ser altos, muy altos….... estamos ya en conflictos con dos países … tenemos que pensar muy bien antes de meternos en un tercero en esa parte del mundo”

Estas declaraciones fueron hechas al comienzo de su mandato como Comandante de la Junta de Jefes de Estado Mayor en octubre de 2007.


Las dudas del almirante Mullen no se originan en una postura política divergente sino en una evaluación realista de las capacidades militares americanas. Mullen ve que están sobreextendidos y que enfrentan severos problemas para conseguir reclutas para la guerra.

Pero además tácitamente se reconoce que el Pentágono y las fuerzas de la coalición enfrentan una fiera resistencia tanto en Afganistán como en Irak.

La designación del general Petraeus como jefe del Comando Central


La designación del general Petraeus como jefe del Comando Central tiene por objetivo neutralizar las oposiciones eventuales que pueda haber dentro de las Fuerzas Armadas.
Refuerza la posición del vicepresidente Cheney y sus posibilidades de asegurarse de que si ordena el ataque tenga el apoyo sin fisuras de las Fuerzas Armadas.


El objetivo es preparar el escenario para un ataque utilizando como pretexto que Irán sería responsable de la caída de soldados norteamericanos en Irak (Ver “Iran should be "Set Up for an Attack" by Muriel Mirak-Weissbach, Global Research, May 2008). Irán es acusado también de intervenir en Afganistán y Líbano. A este respecto los ataques israelíes del 2006 al Líbano son parte de una amplia agenda militar de guerra contra Irán y contra Siria. (ver Mahdi D. Nazemroaya, Global Research, May 2007)


Enfrentamientos armados en el Líbano


Los recientes enfrentamientos armados en el Líbano entre el Hezbollah contra el movimiento 14 de mayo apoyado por Estados Unidos y por Israel precipitaron el país en el caos. Las peleas brotaron después de que el gobierno pro norteamericano de Siniora anunció medidas enérgicas contra el Hezbollah.


El Hezbollah tomó el control de partes del Beirut occidental lo cual podría preparar el escenario para una intervención de la OTAN de “mantenimiento de la paz”. Una mayor implicación de la OTAN y más militarización de toda la costa este del Mediterráneo, los dos forman parte del escenario de guerra contra Irán y contra Siria: las referidas fuerzas de “mantenimiento de la paz de la OTAN”, actuando por cuenta de Israel, en realidad apuntan a Siria, al Hezbollah y al Hamas.


Estos acontecimientos fueron deliberados. Tenían por objetivo desestabilizar el país. Forman parte de los planes militares de EU. Están preparado el escenario de una confrontación con Siria.


La estructura de las alianzas militares


Conocer la estructura de las alianzas militares es crucial. Norteamérica cuenta con Israel y con la OTAN.


Los aliados de Iran son China, Rusia y los estados miembros de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO).

China y Rusia tienen acuerdos militares de cooperación de amplio alcance con Irán. Desde 2005, Irán tiene el estatus de miembro observador en la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO). Esta organización a su vez está vinculada con el Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO), un conjunto de acuerdos militares de cooperación entre Rusia, Armenia, Bielorrusia, Uzbekistan, Kazajstan, Kirguistán y Tajikistan.


En octubre de 2007, la gente del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO) y los de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO) firmaron un Memorandum de Entendimiento poniendo las bases de la cooperación militar entre las dos organizaciones. Este acuerdo entre el SCO-CSTO, un hecho de gran importancia pero sin embargo apenas mencionado en los multimedias occidentales, implica la creación de una alianza militar completa (full-fledged) entre China, Rusia y los miembros del SCO/CSTO. Es importante tener presente que esta gente realizó ejercicios militares conjuntos en el año 2006, en coincidencia con los realizados por Irán. (Para más detalles ver Michel Chossudovsky, Russia and Central Asian Allies Conduct War Games in Response to US Threats, Global Research, August 2006)

EU y sus aliados buscan debilitar la estructura de lazos militares que tiene Irán con Rusia y con China. En este último país están los cuarteles generales de la Organización de Cooperación de Shangai.


Esto indica que la alianza militar euroasiática que subyace debajo de la OCS se fortaleció. Irán actualmente tiene estatus jurídico de observador. Pero su gobierno ya manifestó deseos de ser miembro pleno de la SCO. Pero además en el último año Irán fortaleció sus vínculos energéticos petroleros y gaseros mediante oleoductos y gasoductos que llegan hasta la India pasando por Pakistán. La inclinación de la India hacia el lado de Irán en el terreno petrolero y gasero debilita la influencia de Washington en la región.


"Lo que Teheran está buscando es "nada menos que un rediseño de una nueva relación entre las naciones de Eurasia, cuya colaboración en el desarrollo de una infraestructura de nivel continental-- energía nuclear, gas y oleoductos petroleros y gaseros y transporte –debería todo ello establecer las bases de una auténtica independencia política y económica”( Muriel Mirak Weissbach, May 2008)

La historia alecciona mucho respecto de la importancia de las alianzas militares. Los Estados Unidos y sus socios de la OTAN están buscando socavar la formación de una alianza militar cohesionada que pueda desafiar y contener el expansionismo de la dupla US-OTAN en Eurasia, combinando las capacidades militares no solo de India y de China, Rusia, sino también de varias antiguas repúblicas soviéticas lo cual incluye Bielorrusia, Armenia, Kazajstan, Tajikistan Uzbekistán y Kirguistán.


La decision de ir a la Guerra


La decisión de ir a la Guerra no la toman los altos mandos militares.
Esa decisión la toman civiles.

El Ejército de E.U. tiene una jerarquía y una estructura de comando. Las órdenes vienen de arriba, emanan del gobierno civil, o sea, hoy, de la administración Bush. Van hacia abajo a través de la estructura de comando. Una vez dada la orden de ir a la guerra no se discute, no se debate, es ejecutada por el aparato militar. Además, con toda probabilidad, puentearán al Congreso, en una flagrante violación del art. 1 Sección 8 de la Constitución. No les importa.


En la práctica el presidente y comandante en jefe del Ejército no deciden. Ellos también obedecen órdenes. Aplica los dictacts de poderosos intereses corporativos.


La guerra es motivada por el afán de ganancias. “La guerra es buena para los negocios”, se repite constantemente, como un mantra. Es una operación para ganar dinero. Son miles de millones de ganancias para Wall Street, para los gigantes petroleros, para el complejo militar industrial, ni hablar de los especuladores en monedas, en barriles de petróleo, y en los mercados de materias primas agrícolas.

El objetivo de la guerra propuesta es para extender las fronteras de la economía global capitalista, eventualmente, si se puede, tomar el control de la riqueza petrolera iraní. Las tremendas implicaciones éticas y políticas de usar armas nucleares tácticas en un teatro de guerra convencional no preocupan a los tipos que deciden la guerra.


El rol central del vice presidente Dick Cheney


A diferencia de otras administraciones, en esta de George W. Bush, el vicepresidente juega un rol importantísimo, en realidad, eclipsa al presidente. En la práctica, rodeado de un ejército de consejeros y funcionarios, es el hombre que controla la Casa Blanca. Es el vértice, además de un poderoso aparato corporativo, por medio de sus vínculos con Halliburton y el rol que esta empresa cumplió en la definición de una agenda militar determinada por el apetito de ganancia.


Cheney jugó personalmente un rol clave en activar planes de guerra contra Irán.


“Al principio del segundo mandato de Bush, Cheney tiró una bomba. Dijo que Irán estaba en el tope de la lista de los estados canallas, enemigos de Norteamérica y que Israel debería bombardearla (Michel Chossudovsky, May 2005)


Dick Cheney es de hecho la cabeza del estado. Bush es meramente figurativo. Recientemente jugó un rol clave en presionar a los estados árabes de la línea del frente en apoyar un ataque contra Irán.


Al vice presidente Cheney le importan muy poco las consecuencias probables y las vidas que se puedan perder como consecuencia del uso de armas, ya sea convencionales, ya sean nucleares, contra Irán. Tiene plena conciencia de que aún un ataque aéreo limitado puede desatar un enorme conflicto que abarque todo el Medio Oriente y todo el Asia Central, hasta las fronteras occidentales con China. Todos estos escenarios ya fueron considerados. Se los tiene presente.


La crisis más seria de la Historia Moderna


Estamos en la encrucijada más seria de la historia moderna. Estos planes de guerra están en paralelo con un proceso de reestructuración económica y con una bastante bien instalada depresión económica mundial. La guerra y la globalización son procesos que están íntimamente relacionados. La militarización de Medio Oriente y de Asia Central tienen que ver con el proyecto de extender el sistema del “libre mercado” hacia esas nuevas fronteras.


A su vez la Guerra intensifica la crisis económica. La economía civil está colapsando, eclipsada y socavada por el complejo militar industrial, el que sí que, en un sentido bien real, y no figurado, produce armas de destrucción masiva. Concurrentemente los altos precios del crudo, de los alimentos de primera necesidad, empujados por la especulación en los mercados de commodities, empobrecieron a millones de personas.


El movimiento antiguerra tiene que actuar de forma inequívoca, contundente, para prevenir esta nueva fase de la guerra. No es fácil. Altos funcionarios, militares y del Congreso se han arrogado la autoridad para mantener una agenda de guerra ilegal. Se precisará de un amplio movimiento de masas, nacional e internacional, que desafíe la legitimidad de los que dicen que gobiernan en nuestro nombre.


Criminales de Guerra ocupan posiciones de poder.

Las ciudadanías están hipnotizadas en el apoyo a los gobernantes que nos dicen que están comprometidos con nuestra “seguridad y nuestro bienestar”. A través de la desinformación de los medios se nos presenta a la guerra con un rostro humano.


Para revertir la marea de la guerra las bases militares tienen que cerrarse, la maquinaria de la guerra (entre otras la producción de sistemas de armas avanzados) tiene que ser detenida y la construcción de un estado policial tiene que ser desmantelada.

Hay que enfocarse asimismo en las grandes corporaciones, en las grandes petroleras, en los grandes bancos, en los grandes contratistas de la defensa, todos los cuáles devinieron parte integral de la maquinaria de guerra militar.


Con solo los sentimientos antiguerra no vamos a ningún lado. Los criminales de guerra de Estados Unidos, de Israel y de Gran Bretaña tienen que ser echados de sus oficinas.


Lo que es absolutamente necesario es revelar el verdadero rostro del Imperio Americano y la subyacente criminalización de la política exterior norteamericana que usa la “guerra contra el terrorismo” y la amenaza de al Qaeda para conseguir el apoyo del público a favor de una agenda permanente de guerra (Michel Chossudovsky, 1 de mayo de 2005).

Enlace con texto original en inglés:
http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=8861

Traducción Horacio J. Garetto. Rebelion.

Fuente: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=9094

martes, 24 de junio de 2008

La trascendencia


El hecho es conocido: la religión, después de un periodo de contención en la vida privada, ha vuelto a la escena pública. En esta nueva edad de los espíritus santos, la fe vuelve a repartir dividendos económicos y réditos políticos y militares, además de pingües beneficios editoriales. Aunque se trate de hechos que poseen etiologías diferenciadas, después del 11-S tenemos la impresión de que existe algún parentesco entre, por ejemplo, la constitución del lobby de teólogos de la Administración conservadora estadounidense, la competición del "diseño inteligente" con la biología científica, el conflicto de los símbolos sagrados que conmueve a la opinión e incluso la salida de los obispos españoles a las manifestaciones callejeras armados con banderas.

Gracias a este giro espectacular, además de volver a disfrutar de las gloriosas guerras de religión, tenemos otra vez (¡quién lo hubiera dicho!) teología en los periódicos; y no en L'Osservatore Romano o en el prodigioso Alfa y Omega, en donde dormitaba como una rancia antigüedad, sino en las mismísimas tribunas de opinión, disputando el sitio a la calderilla de las controversias nacionales o internacionales y adornándolas con el timbre de profundidad contemplativa de cuya carencia tanto nos lamentábamos, ese toque de seriedad que estremece el gesto del lector cada vez que se pronuncia el ominoso vocablo trascendencia; un vocablo cuyo sabor a muerte se diría calculado para convertir todo lo que le rodea en intrascendente.

En nuestro entorno, los militantes más patrióticos de la oposición transfiguran a sus líderes en iconos de la imaginería sacra y los más píos intelectuales de idéntica filiación se afanan abrillantando con aditivos dignos de la comida rápida las demostraciones medievales de la existencia de Dios en algunos medios especializados en el periodismo especulativo; cosa que no debería sorprendernos considerando que, como nos recuerda José María Ridao en su antología Por la gracia de Dios, en España la expresión "derecha liberal" ha designado frecuentemente una quimera, y el consenso letrado en torno a la separación entre la Iglesia y el Estado ha sido bastante ilusorio.

Últimamente se ha unido a la faena teológico-periodística el ilustre Peter Singer (¿El Dios del sufrimiento?, EL PAÍS del 1 de junio)*,mejor pertrechado de sentido del ridículo que nuestros sabios conservadores, relatándonos su polémica con Dinesh d'Souza sobre la existencia de Dios, tema que hasta ahora no habíamos incluido en la agenda de nuestros sobresaltos cotidianos. Así que, antes de que los tertulianos se vean obligados a posicionarse en torno a este problema y la disputa llegue al Parlamento, permítanme un aviso: el clásico pero imbatible argumento que presenta Singer -el sufrimiento de los justos y de los inocentes en este mundo- no prueba que Dios no exista (sólo Gustavo Bueno, hasta donde llega mi información, estaría en condiciones de acometer un programa científico de esta envergadura), sino que es un ser malo y despiadado, inferior en sensibilidad moral a muchas de sus criaturas, pues de otra manera su omnipotencia no podría tolerar ese dolor. Cierto.

Pero, en lugar de perder tiempo en refutaciones escolásticas contra los teólogos que extraen su malbaratada actualidad de estas controversias, ¿por qué no concentramos nuestros esfuerzos en las deidades accesorias que, día tras día, sirven en el mundo para justificar, no solamente el sufrimiento de los animales que tanto preocupa al profesor Singer, sino también el de millones de seres humanos cuya aspiración a la dignidad y a la felicidad es sacrificada en nombre de las más variadas causas, que, incluso aunque no lleven el nombre de Dios grabado en su frente, operan como iglesias triunfantes aplicadas a calmar la sed de trascendencia de los mortales?

El motivo último del rendimiento social de la religión reside en que ella es -junto con la patria, de la que resulta a menudo indisociable- la principal productora de una de las más tiránicas divinidades despiadadas de estos días, la identidad, elemento dominante de la nueva forma de pobreza material y moral que se extiende por nuestras sociedades sustituyendo el Estado de derecho por esos estados de emergencia que a veces amenazan con imponerse en Europa, y que aprovecha el vacío de proyecto político para ocupar el espacio público con conflictos privados, pasionales e irresolubles, que hacen aparecer a la democracia como un régimen superado y prescindible.

Quienes luchamos por una polis verdaderamente aconfesional hemos de defender hoy enérgicamente el derecho de los no creyentes, es decir, el derecho a no creer, pero no solamente en el Dios de Dinesh d'Souza, sino en ninguno de los dioses del sufrimiento, por muy aparentemente laicos que sean sus atuendos. No creo que nos resulte difícil detectar a nuestro alrededor la presencia de estos demonios de la trascendencia. Otro día les hago una lista.

José Luis Pardo es profesor titular de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid.(el Pais 24-06-08)

(*) ¿El Dios del sufrimiento?

Vivimos en un mundo creado por un dios todopoderoso, omnisciente y absolutamente bueno? Los cristianos así lo creen. No obstante, todos los días nos enfrentamos a un motivo poderoso para dudarlo: en el mundo hay mucho dolor y sufrimiento. Si Dios es omnisciente, sabe cuánto sufrimiento hay. Si es todopoderoso, podría haber creado un mundo sin tanto dolor, y lo habría hecho si fuera absolutamente bueno. Los cristianos generalmente responden que Dios nos concedió el don del libre albedrío, y por lo tanto no es responsable del mal que hacemos. Pero esta respuesta no toma en cuenta el sufrimiento de quienes se ahogan en inundaciones, se queman vivos en incendios forestales provocados por un rayo o mueren de hambre o sed durante una sequía.

Los cristianos tratan de explicar este sufrimiento diciendo que todos los seres humanos son pecadores y merecen su suerte, por espantosa que sea. Pero los bebés y niños pequeños tienen las mismas probabilidades que los adultos de sufrir y morir en desastres naturales y parece imposible que lo merezcan.

Una vez más, algunos cristianos sostienen que todos hemos heredado el pecado original cometido por Eva, que desafió el decreto de Dios de no comer del árbol del conocimiento. Esta es una idea repelente por partida triple, ya que implica que el conocimiento es malo, que desobedecer la voluntad de Dios es el mayor de todos los pecados y que los niños heredan los pecados de sus antepasados y pueden ser justamente castigados por ellos.

Aun si aceptáramos todo esto, el problema sigue sin solución. Los animales también sufren a causa de las inundaciones, incendios y sequías y, puesto que no descienden de Adán y Eva, no pueden haber heredado el pecado original.

En tiempos pasados, cuando el pecado se tomaba más en serio que hoy en día, el sufrimiento de los animales planteaba un problema particularmente difícil a los pensadores cristianos. El filósofo francés del siglo XVII René Descartes lo resolvió mediante el drástico recurso de negar que los animales puedan sufrir. Sostenía que los animales eran simplemente mecanismos ingeniosos y que no se debían tomar sus chillidos y contorsiones como señal de dolor, de la misma manera que no se toma el ruido de un reloj despertador como señal de que tiene conciencia. Es poco probable que las personas que tienen un gato o un perro encuentren convincente ese argumento.

El mes pasado, en la Universidad de Biola, una escuela cristiana en el sur de California, debatí la existencia de Dios con el comentarista conservador Dinesh D'Souza. En los últimos meses, D'Souza ha insistido en discutir con ateos prominentes, pero a él también le costó trabajo encontrar una respuesta convincente al problema que he descrito.

Primero dijo que puesto que los seres humanos pueden vivir eternamente en el cielo, el sufrimiento de este mundo es menos importante que si nuestra vida en este mundo fuera la única que tuviéramos. Eso sigue sin explicar por qué un dios todopoderoso y absolutamente bueno lo permitiría. Por insignificante que sea este sufrimiento desde la perspectiva de la eternidad, el mundo estaría mejor sin él, o al menos sin la mayor parte de él. (Algunas personas afirman que necesitamos algo de sufrimiento para apreciar lo que es ser feliz. Tal vez, pero ciertamente no necesitamos tanto).

A continuación, D'Souza adujo que como Dios nos dio la vida, no estamos en condiciones de quejarnos si no es perfecta. Utilizó el ejemplo de un niño nacido sin una pierna. Dijo que si la vida en sí misma es un don, no se nos hace un daño si recibimos menos de lo que podríamos desear. En respuesta, señalé que nosotros condenamos a las madres que dañan a sus bebés mediante el uso de alcohol o cocaína durante el embarazo. No obstante, ya que le dan la vida a sus hijos, parece que según la opinión de D'Souza lo que hacen no tiene nada de malo.

Por último, D'Souza recurrió, como lo hacen muchos cristianos cuando se les presiona, a la afirmación de que no podemos esperar entender los motivos de Dios para crear el mundo tal como es. Es como si una hormiga tratara de entender nuestras decisiones, por lo insignificante que es nuestra inteligencia en comparación con la infinita sabiduría de Dios. (Ésta es la respuesta que se da de forma más poética en el Libro de Job). Pero una vez que abdicamos así de nuestra capacidad de raciocinio, bien podemos creer lo que sea.

Además, la afirmación de que nuestra inteligencia es insignificante en comparación con la de Dios presupone exactamente el punto que se está debatiendo: que existe un dios omnisciente, omnipotente y absolutamente bueno. Las evidencias que tenemos ante nuestros propios ojos indican que es más razonable creer que el mundo no fue creado por dios alguno. Si de cualquier forma insistimos en creer en la creación divina, nos vemos obligados a admitir que el dios que creó el mundo no puede ser todopoderoso y absolutamente bueno. O es malvado o no es muy hábil.

Peter Singer es profesor de bioética en la Universidad de Princeton. © Project Syndicate, 2008. Traducción de Kena Nequiz.

lunes, 16 de junio de 2008

Banqueros salvados, derechos humanos sacrificados


by Damien Millet and Éric Toussaint Global Research, April 18, 2008

Por el azar de los números, la economía nos devela a veces misterios sorprendentes.

Tras las bambalinas del teatro de sombras animado por los celosos servidores de la mundialización neoliberal, la cruda realidad se filtra a través de las ranuras de la publicación reciente de dos estadísticas internacionales.


Por una parte, la ayuda oficial al desarrollo (AOD) otorgada por los países ricos durante 2007 fue de aproximadamente 100 mil millones de dólares. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), tal ayuda descendió en un 8,4%, a exactamente 103,7 mil millones de dólares. Esta tendencia a la baja es importante, por cuanto revela el fiasco de los compromisos internacionales.
Ni una sola cumbre de los ocho países más industrializados – el G8 – concluye sin una promesa de incremento de la AOD, principalmente de la destinada al Africa, el continente más golpeado por la miseria.

Desde 1970, los países ricos vienen prometiendo llevarla al 0,7% de su ingreso nacional bruto (INB). sa cifra no es actualmente cumplida sino por cinco países: Noruega, Suecia, Luxemburgo, Dinamarca y Holanda. En el pelotón de cola, los Estados-Unidos, con una cifra del 0,16%...
Desde un punto de vista global, la APD no sobrepasa el 0,28% del INB, pese a una serie de manipulaciones estadísticas destinadas a enmascarar la escualidez de la ayuda suministrada por los países ricos: en efecto, incluyen en la AOD rubros tan discutibles como los montos de remesas de la deuda, los gastos de los Estados-Unidos para reconstruir las infraestructuras que ellos mismos destruyeron en Iraq o en Afganistán, los gastos de escolaridad en el Norte de estudiantes originarios del Sur, los salarios de personal expatriado y los costos de los innumerables “consultores” que defienden los intereses de los países donantes, donde producen “estudios” tan costosos como inútiles (1)… Peor aún, esa ayuda es principalmente dirigida hacia países que presentan un interés geoestratégico para el país donante, independientemente de las necesidades reales en los países del sur o del país del caso. Es así que, además de Iraq y Afganistán, los principales beneficiarios de la ayuda de los Estados-Unidos son Sudán y Colombia…, sin olvidarnos de Israel…

Después de la cumbre del G8 de 2005, en Gleneagles (Escocia), los compromisos estaban claros: alza importante de la APD, y destacadamente, duplicación desde entonces al 2010 de la AOD destinada al Africa. Según la OCDE, ello suponía “llevar la ayuda de 80 mil millones de US$ en 2004 a 130 mil millones en 2010 (a precios constantes del 2004)”.

El veredicto no tiene apelación: “de modo general, la mayoría de los donantes no están respetando sus compromisos anunciados en términos de incrementar la ayuda y deberán proceder a escalamientos sin precedente para lograr los objetivos que ellos mismos se han fijado para el 2010 (2)”. Tanto como decir que esos objetivos no serán logrados.

Decididamente, desde hace unos cuarenta años a esta parte, la palabra de un Jefe de Estado de G-8 no vale gran cosa…


Por otra parte, 1 millón de millones de dólares es aproximadamente, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el costo potencial de la crisis financiera internacional actual, consecuencia de la crisis conocida como “de las subprimes” nacida en el verano del 2007, la que no termina de hacer estragos.

En un informe publicado el 8 de abril, el FMI ha cifrado precisamente tal costo en 945 mil millones de dólares para el sistema financiero internacional, de los cuales, 565 mil millones directamente ligados al sector de los préstamos hipotecarios a riesgo.
Veamos lo que pasó: para colocar sus activos líquidos y engullir beneficios monumentales, los organismos de crédito le prestaron a un sector de la población ya altamente endeudado, en el seno de las clases pobres y medias, a una tasa de interés fija y moderada durante los dos primeros años para “enganchar” al cliente, antes de que tal tasa aumentara fuertemente desde el tercer año. Los prestamistas le afirmaban a los prestatarios que el bien que ellos compraban, que servía de garantía al préstamo, a la vista del comportamiento del mercado inmobiliario, incrementaría su valor rápidamente. En el 2007, la burbuja inmobiliaria explotó. La crisis se propagó entonces a múltiples sectores financieros que habían elaborado quiméricos montajes de deudas y llevado a cabo enormes operaciones fuera de balance (3).


Los Ministros de Finanzas de los países occidentales reaccionaron vivamente a la publicación de la cifra (cálculo) del FMI (4), como si fuese peligroso el mostrar la extensión de los daños. En todas partes de los países del Norte, ya sean conservadores o social-demócratas, los gobiernos aplican políticas neoliberales particularmente brutales para la mayoría de sus ciudadanos. El alcance de la cobertura de los servicios sociales es voluntariamente reducido al extremo, los ingresos del capital son protegidos, por cuanto la tasa de IVA, que golpea proporcionalmente más fuerte a los hogares pobres que a los acomodados, es incrementada.


Incapaces de auxiliar a sus poblaciones necesitadas, esos mismos gobiernos han rápidamente ido al auxilio del sector privado. En el menú: nacionalización de los bancos en dificultades, cambio de títulos desvalorizados por dinero fresco, inyección de recursos líquidos, planes de salvamento bancario, baja de las tasas de interés…


En el 2000, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estimaba en 80 mil millones de dólares en (10) diez años el monto necesario para garantizar un acceso universal – sí, universal – al agua potable, a una alimentación decente para los niños, a una educación primaria, a los cuidados de salud de base, a los servicios de ginecología. El desafío era entonces el encontrar 800 mil millones de dólares en total… No los encontramos, y las condiciones de vida de millares de personas continúan deteriorándose.

La brutal alza de los precios de los alimentos, debida en gran parte al desarrollo de la producción de agro-combustibles, sumió en la pobreza absoluta a decenas de millones de habitantes de Africa, de América Latina y de Asia. Protestas y desórdenes causados por el hambre han estallado en Haití, en Egipto, en Costa de Marfil, en Senegal, en Camerún, en Burkina Faso… Y eso es sólo el comienzo.

En vez de acercarnos a los Objetivos del Milenio para el desarrollo, bastante modestos, nos estamos alejando a todo vapor. La crisis bancaria actual va a costar un millón de millones de dólares y prueba que fue la voluntad política la que faltó cuando se trató de reunir los 800 mil millones propuestos por las Naciones Unidas para garantizar ciertos derechos humanos elementales.

Estamos frente a una violación flagrante de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de muchos otros textos internacionales vinculantes. Es intolerable e imperdonable. Y es la lógica misma del modelo económico lo que está en juego.


Traducido por Paulino Nuñez

Enlace con el articulo en francés: Banquiers sauvés, droits humains sacrifiés


1. Ver « Les faux-semblants de l’aide au développement », Le Monde diplomatique, julio 2005.

2. Comunicado de prensa de la OCDE, 4 abril 2008.

3. En muchos países de América Latina, los bancos y las compañías de seguros, llevan estas operaciones y los fideicomisos bajo el rubro de balance: “Cuentas de Orden”, frecuentemente mucho más voluminosas que la totalidad de los restantes activos y/o pasivos.

4. Despacho de AFP : « Los países ricos le reprochan al FMI su ciframiento demasiado severo de la crisis », 10 abril 2008.

Eric Toussaint, presidente del CADTM Bélgica (Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, www.cadtm.org ), autor de Banco del Sur y nueva crisis internacional, El Viejo Topo, Mataró, 2008; Abya Yala, Quito, 2008.


Damien Millet, portavoz del CADTM Francia, autor de África sin deuda, Icaria, Barcelona, 2008.

Fuente: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=8722

jueves, 12 de junio de 2008

GOL A LA EUROPA SOCIAL

Comprenderé que los irlandeses voten hoy no al Tratado de Lisboa. No por el Tratado en sí, que no es precisamente un prodigio legal, sino porque Europa, la Unión Europea, necesita un electroschock para repensar su presente y su futuro.

Desde el sábado y hasta el 29 de junio muchos ciudadanos van a estar narcotizados a base de fútbol. La realidad económica fuera de los estadios quizá explica bastante este escapismo generalizado. Pero esto no debería ser un justificante para olvidar que en la noche del lunes se produjo en Luxemburgo un hecho histórico desde el mundo de vista laboral: la Unión Europea ha acabado con una de las mayores conquistas sociales de los trabajadores del continente, la semana laboral legal de 35 , 40 o 48 horas -y no más- y el derecho al descanso. Un derecho social consagrado por la Organización Internacional del Trabajo y el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. A partir de ahora el límite legal será 60 horas a la semana.

Parece que los líderes europeos están dispuestos a abandonar lo mejor de la tradición continental, uno de los puntos clave del Estado del Bienestar. Se diría que apuestan por el modelo asiático o el japonés, modelo que ya están aplicando desde hace años en Gran Bretaña. Allí, gracias a su sistema de opting outs comunitarios, ignoran las reglas que se aplican el resto de los socios europeos, y así ha sido, desde tiempos de Margaret Thatcher, en el capítulo sociolaboral. En consecuencia, los británicos trabajan a destajo sin límite de tiempo. Es verdad que existen muchos puestos de trabajo, y mucha movilidad, pero no pregunten ustedes por las condiciones leoninas o dickensianas, según se mire, de esos trabajos.

Adiós a la negociación sindical y a los convenios de ramo.

En esta nueva Europa en la que mandan los gobiernos de centro derecha era previsible que los británicos consiguieran imponer sus ideas a políticos próximos ideológicamente, como Berlusconi, Sarkozy o Merkel. Y no se trata sólo de que los ciudadanos puedan ahora trabajar semanalmente hasta 60 horas semanales, y hasta 65 si se trata de médicos de guardia, sino de que cada empresa puede “pactar” con sus trabajadores su propia jornada laboral. Esto es lo que han decidido los ministros de trabajo de los 27 países miembros, con más o menos reticencias, y esto es lo que deberá ratificar el Parlamento Europeo después del verano. El dominio de los conservadores en la Eurocámara hace prever lo peor.

Así pues, mucho hablar de Europa Social en el texto de la ya fallecida Constitución Europea, y en el actual Tratado de Lisboa, pero ahí están los resultados.

El gobierno español y los europarlamentarios socialistas han anunciado ya una ofensiva diplomática para intentar frenar esta locura. Porque, además, nadie puede asegurar que permanecer más horas en el puesto de trabajo signifique más productividad. Antes al contrario. Estos mismos gobiernos que hablan de trabajar más horas y más años son los mismos que luego se desgañitan lamentándose de que no nacen niños y proclamando que hay que ayudar más a las madres jóvenes. ¿Cómo se compagina una jornada laboral de diez horas y el cuidado de un bebé? ¿Y cómo se estimula que las mujeres trabajen fuera de casa y más horas cuando a igual trabajo ganan, como es el caso de las alemanas, hasta un 22% menos de sueldo que sus colegas varones?

Asunto aparte, y que tiene irritadísimos a los médicos y personal sanitario es el concepto de guardias “activas” y “pasivas”. Que se lo digan a un médico residente que se pasa la noche en blanco en una urgencia si esas son o no horas computables de trabajo y sueldo. En Francia, la Asociación de Médicos de Urgencias ya han definido este asunto de clara “regresión social”.

Esta es la Europa que estamos construyendo, poquito a poco. Una Europa que se quiere parecer a los tigres asiáticos, en lugar de profundizar en lo bueno que tenemos. Una Europa en la que avanzan las posiciones británicas: menos en lugar de más Europa. Una Unión llena de miedos que tiene pavor a lo que digan hoy los irlandeses y que huye de las consultas populares como de la peste. Siempre se ha dicho que la construcción europea ha sido realizada por las élites. No podía ser de otra manera, sobre todo en sus inicios. Pero, ahora, 4,2 millones de ciudadanos de una isla verde pueden decir no a un proyecto que inspira todo menos confianza en el futuro.


Aurora Mínguez (Berlín)
12/06/2008

miércoles, 11 de junio de 2008

Economía, Mercado y Comunicaciones

Economía, Mercado y Medios de comunicación: un triunvirato de temer

por Pilar Sánchez


Global Research, June 2, 2008

El Morro cotudo (Chile)



Declaro que los datos técnicos de esta nota no son míos y que el pie de página da a cada cual los laureles correspondientes ("Hambre Global", por Michel Chossudovsky) y mi reflexión solo se sustenta en el fenómeno reducido de la última especulación del precio del arroz que todos sufrimos, la que dejé por escrito en este diario hace algunas semanas, junto a lo cual les comento que el mercado se estabilizó al punto que nuestra última compra de arroz al mayoreo no ha sufrido incremento alguno y, lo que es más alarmante, el público comprador regreso al kilo a la semana sin mayores altibajos, con la salvedad de que los especuladores hicieron su agosto en abril, en base a la información de la CNN, en español y la replica que nuestros medios de comunicación nacional hicieron de esa noticia puntual.


Pero vamos al punto:

Antecedente Nº1

Palabras de Henry Kissinguer: “Controla el petróleo y controlarás a los países. Controla los alimentos y controlarás la gente”. Extracto del Memorándum de Seguridad Nacional, número 200 del año 1974, titulado “Implicaciones del Crecimiento de la Población Mundial para la Seguridad Nacional”.


Antecedente Nº2

De acuerdo con la FAO el precio de los granos de primera necesidad se incrementó un 88% desde marzo de 2007. El precio del trigo se incrementó un 181% en tres años. El precio del arroz un 50% en los últimos tres meses Ian Angus, Food Crisis: "The greatest demonstration of the historical failure of the capitalist model", Global Research, April 2008)

Antecedente Nº3
“El arroz más popular de Tailandia se vendía hace 5 años a 198 la tonelada, 323 hace un año. En abril de 2008 llegó a 1000 USS la tonelada. Esos incrementos son todavía peores en los mercados locales. En Haití la bolsa de 50 kilos se duplicó en valor en una semana a fines de marzo de 2008. Estos incrementos son catastróficos para los 2600 millones de personas que viven con menos de 2 dólares por día y que gastan entre un 60 a un 80% de sus ingresos en comida.

Consideraciones generales:


Los medios de comunicación informan a la opinión pública algunas causas de estos aumentos, enfocándose en los costos de producción, climáticos y redistribución de tierras en referencia a los bio-combustibles y otros, que han disminuido la oferta y que pueden haber contribuido a los aumentos de precios.
Si bien esto puede explicar en parte el fenómeno, no es menos cierto que la especulación alimentaria de la cual ellos hacen parte fundamental tiene otros ribetes aún más alarmantes y son, en gran parte, el resultado de las manipulaciones de los mercados. Las especulaciones con trigo, con arroz o con maíz pueden hacerse sin necesidad de que la transacción “suceda en el mundo real”.

Los que participan de estos juegos no necesariamente están implicados en la venta o entrega de los granos. Las transacciones pueden usar commodity index funds que son apuestas o al alza o la baja de los precios. Una “put option” es una apuesta a la subida de los precios y una “call option” es una apuesta a la baja. Proponiéndoselo, los “traders” (los operadores del mercado) y las grandes instituciones financieras pueden llevar los precios para arriba en general o también en particular el de algún grano.
Si la suspicacia nos acompaña podríamos pensar que estos conglomerados económicos globalizados no solo tienen el poder de comprar cosechas por adelantado, sino que además intervienen los medios de comunicación de acuerdo a sus propios intereses. Por tanto promover una escasez del producto con el fin de incrementar la demanda y subir los precios de sus commodity apostando a una “call option” y vender este commodity con ganancias sustanciales sin siquiera haberse movido de su escritorio ni haber consumido ni un grano de arroz.

Este conjunto de acciones especulativas recientes en los precios de los alimentos han desencadenado una ola de hambre mundial que no tiene precedentes por su escala en la historia. Y si a esto, le debemos sumar la ausencia de medidas de regulación en estos mercados especulativos en la situación actual, un congelamiento de la especulación en los mercados de alimentos de primera necesidad, se hace imperativo, sin embargo siendo esta una decisión política, no es menos cierto que las implicancias económicas y los benéficos que esta especulación traen a las trasnacionales serán el principal escollo para tomar estas medidas regulatorias que contribuirían a bajar los precios de los alimentos. Nada impide hacerlo pero nada hace prever que se esté pensando.


Cedo la palabra al Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, pero ya no en el tema de entregar créditos y de aumentar el endeudamiento de los mas desposeídos transando presiones para perpetuar el sistema económico imperante, sino para que de una vez por todas, se focalicen las acciones en las personas, necesitamos regulaciones para proteger a las poblaciones más empobrecidas del planeta para darles una vida digna y no para controlarlas, como sentenciara en los 70 el señor Kissinguer al comienzo de esta nota.
Cómo obligarlos a darle una mirada a un pobre y hambriento sin dejarse encandilar con los fríos números y las utilidades que se quedan en una cosecha inexistente y en una noticia tirada al voleo por una cadena informativa internacional. Mientras somos testigos silentes de este genocidio. Nos deja pensando sobre el poder de la prensa y la posibilidad que estos espacios virtuales nos permiten al poder tomar la palabra desde el podio de la gente de a pie.

Como ven, economía, mercado y comunicaciones: un triunvirato de temer.

Fuente: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=9155

La crisis global: Alimento, agua y combustible

La crisis global: Alimento, agua y combustible Tres necesidades vitales en peligro

by Michel Chossudovsky


Global Research, June 10, 2008











Las balas cubiertas de azúcar del “libre mercado” están matando a nuestros hijos. El acto de asesinar es impremeditado. Es instrumentado de un modo indiferente mediante negocios programados por computadoras en las bolsas mercantiles de Nueva York y Chicago, donde se deciden los precios globales de arroz, trigo y maíz.
La pobreza no es sólo el resultado de fracasos de políticas en el ámbito nacional. La gente en diferentes países está siendo empobrecida simultáneamente como resultado de un mecanismo de mercado global. Un pequeño número de instituciones financieras y corporaciones globales tiene la capacidad de determinar, mediante la manipulación del mercado, el nivel de vida de millones de personas en todo el mundo. Nos encontramos en la encrucijada de la crisis económica y social más seria de la historia moderna. El proceso de empobrecimiento global desatado al comienzo de la crisis de la deuda de los años ochenta ha llegado a un importante punto decisivo, llevando a la erupción simultánea de hambrunas en todas las principales regiones del mundo en desarrollo. Hay muchas características complejas que subyacen a la crisis económica global, que tienen que ver con mercados financieros, la disminución de la producción, el colapso de instituciones estatales y el rápido desarrollo de una economía de guerra motivada por beneficios. Lo que es mencionado pocas veces en este análisis, es como esta reestructuración económica global afecta forzosamente a tres necesidades fundamentales de la vida: el alimento, el agua, y el combustible. El suministro de alimento, agua y combustible es un prerrequisito para la sociedad civilizada: son factores necesarios para la supervivencia de la especie humana. En los últimos años, los precios de esas tres variables han aumentado dramáticamente en el ámbito global, con devastadoras consecuencias económicas y sociales. Esos tres bienes o artículos de consumo esenciales, que en sentido real determinan la reproducción de la vida económica y social en el planeta Tierra, están bajo el control de un pequeño número de corporaciones e instituciones financieras globales. Tanto el Estado como la gama de organizaciones internacionales – a las que se refieren a menudo como la ‘comunidad internacional’ – sirven los intereses libres de trabas del capitalismo global. Los principales organismos intergubernamentales, incluyendo a Naciones Unidas, las instituciones de Bretton Woods y la Organización Mundial de Comercio (OMC) han avalado el Nuevo Orden Mundial por cuenta de sus patrocinadores corporativos. Gobiernos en países desarrollados y en desarrollo han abandonado su papel histórico de reguladores de las variables económicas cruciales, así como de asegurar un sustento mínimo para sus pueblos. Movimientos de protesta dirigidos contra los aumentos de los precios de alimentos y gasolina han hecho erupción simultáneamente en diferentes regiones del mundo. Las condiciones son particularmente críticas en Haití, Nicaragua, Guatemala, India, Bangladesh. La escalada de los precios de alimentos y combustible en Somalia ha precipitado a todo el país a una situación de hambruna masiva, combinada con una grave falta de agua. Una situación similar e igualmente seria prevalece en Etiopia. Otros países afectados por el aumento fuera de control de los precios de alimentos incluyen a Indonesia, las Filipinas, Liberia, Egipto, Sudán, Mozambique, Zimbabue, Kenia, Eritrea, una larga lista de países empobrecidos..., para no hablar de los que están bajo ocupación militar extranjera, incluyendo a Iraq, Afganistán y Palestina.



















Hambre en Etiopia, Junio de 2008.


















Bangladesh, Junio de 2006.



Desregulación


El suministro de alimento, agua y combustible ya no es objeto de regulación o intervención gubernamentales o intergubernamentales a fin de aliviar la pobreza o evitar el estallido de hambrunas.
La suerte de millones de seres humanos es dirigida tras puertas cerradas en las salas de consejo de las corporaciones como parte de una agenda motivada por los beneficios. Y como estos poderosos actores económicos operan a través de un mecanismo de mercado aparentemente neutral e “invisible,” los devastadores impactos sociales de aumentos amañados en los precios de alimentos, combustible y agua son descartados a la ligera como resultado de consideraciones de oferta y demanda.

Naturaleza de la crisis económica y social global

Confundidas en gran parte por informes oficiales y mediáticos, tanto la “crisis alimentaria” como la “crisis del petróleo” son el resultado de la manipulación especulativa de valores del mercado por parte de poderosos protagonistas económicos.
No se trata “crisis” distintas y separadas de los alimentos, el combustible y el agua, sino de un proceso global de reestructuración económica y social. Los dramáticos aumentos de los precios de estos tres recursos esenciales no son algo casual. Estas tres variables, incluyendo los precios de de alimentos básicos, del agua para la producción y el consumo y de los combustibles son objeto de un proceso de manipulación deliberada y simultánea del mercado. Al centro de la crisis alimentaria están los crecientes precios de alimentos básicos, combinados con un aumento dramático del precio del combustible. Al mismo tiempo, el precio del agua que es un insumo esencial para la producción agrícola e industrial, la infraestructura social, la higiene pública y el consumo doméstico, ha aumentado abruptamente como resultado de un movimiento a escala mundial para privatizar los recursos acuíferos. Estamos frente a una gran agitación económica y social, una crisis global, caracterizada por la relación triangular entre el agua, los alimentos, y el combustible: tres variables fundamentales, que afectan en conjunto los medios mismos para la supervivencia humana. En términos muy concretos, estos aumentos de precios empobrecen y destruyen vidas humanas. Además, el colapso a escala mundial de los niveles de vida ocurre en un tiempo de guerra. Está íntimamente relacionado con la agenda militar. La guerra en Oriente Próximo tiene una relación directa con el control sobre las reservas de petróleo y del agua. Aunque el agua no es actualmente una materia prima comercializada internacionalmente de la misma manera como el petróleo y los alimentos básicos, también es objeto de la manipulación del mercado a través de la privatización del agua.

Los actores económicos y financieros que operan detrás de puertas cerradas son:


• Los principales bancos y firmas financieras de Wall Street, incluyendo los especuladores institucionales que juegan un papel directo en los mercados de materias primas, incluyendo los mercados del petróleo y los alimentos.

• Los gigantes del petróleo anglo-estadounidenses, incluyendo a British Petroleum (BP), ExxonMobil, Chevron-Texaco, Royal Dutch Shell.

• Los conglomerados de la biotecnología y del agronegocio, que poseen los derechos de propiedad intelectual sobre semillas e insumos agrícolas. Las compañías de biotecnología también son importantes actores en las bolsas mercantiles de Nueva York y Chicago.
• Los gigantes del agua incluyendo a Suez, Veolia y Bechtel-United Utilities, involucrados en la amplia privatización de los recursos acuíferos del mundo.

• El complejo militar-industrial anglo-estadounidense que incluye a los cinco grandes contratistas de la defensa de EE.UU. (Lockheed Martin, Raytheon, Northrop Grunman, Boeing y General Dynamics) en alianza con British Aerospace Systems Corporation (BAES) constituye una poderosa fuerza superpuesta, estrechamente aliada con Wall Street, los gigantes del petróleo y los conglomerados del agronegocio y de la biotecnología.


La burbuja del precio del petróleo


El movimiento en los precios globales en las bolsas mercantiles de Nueva York y Chicago no tiene nada que ver con los costes de producción del petróleo. Los precios disparados del petróleo crudo no resultan de una escasez de petróleo. Se calcula que el coste de un barril de petróleo en Oriente Próximo no excede los 15 dólares. Los costes de un barril de petróleo extraído de las arenas bituminosas de Alberta, Canadá, es del orden de 30 dólares (Antoine Ayoub, Radio Canadá, mayo de 2008)
.

El precio del petróleo crudo es actualmente más de 120 dólares por barril. El precio de mercado es en gran parte el resultado de la acometida especulativa.


Precios del petróleo 2006-2008















Precios del petróleo 1994-marzo de 2008














Fuente: NYMEX


El petróleo forma parte de la producción de virtualmente todas las áreas de la manufactura, la agricultura y la economía del sector de servicios. Los aumentos en los precios del combustible han contribuido, en todas las principales regiones del mundo, a precipitar a la bancarrota a decenas de miles de pequeñas y medianas empresas así como a debilitar y potencialmente paralizar los canales del comercio interior e internacional.
El mayor coste de la gasolina en el sector minorista lleva a la desaparición de las economías en el ámbito local, a un aumento de la concentración industrial y a una masiva centralización del poder económico en manos de un pequeño número de corporaciones globales. Por su parte, los aumentos en el combustible tienen una repercusión negativa sobre el sistema de transporte urbano, las escuelas y los hospitales, los transportes por camión, los embarques intercontinentales, el transporte aéreo, el turismo, la recreación y la mayor parte de los servicios públicos.

Inflación

El aumento en los precios del combustible desata un proceso inflacionario más amplio que resulta en una compresión del poder adquisitivo real y una disminución consecuente de la demanda de consumo. Son afectados todos los mayores sectores de la sociedad, incluyendo a las clases medias en los países desarrollados.
Estos movimientos de precios son dictados por los mercados de materias primas. Son el resultado del comercio especulativo en los fondos índice, los futuros y las opciones en todos los principales mercados de materias primas, incluyendo el ICE [Intercontinental Exchange] de Londres y las bolsas mercantiles de Nueva York y Chicago.

La dramática subida de precios no es el resultado de una escasez de combustible, alimento o agua.
Este trastorno en la economía global es deliberado. Las políticas económica y financiera del Estado son controladas por intereses corporativos privados. El comercio especulativo no es objeto de políticas reguladores. La depresión económica contribuye a la formación de riqueza, a realzar el poder de un puñado de corporaciones globales.

Según William Engdahl:


“Por lo menos un 60% del precio de 128 dólares por barril del petróleo crudo proviene de la especulación en futuros no regulada de fondos especulativos, bancos y grupos financieros que utilizan las bolsas de futuros ICE de Londres y NYMEX de Nueva York y el comercio inter-bancos o sobre el mostrador para evitar un análisis minucioso. Las regulaciones del gobierno sobre el margen en futuros en EE.UU. de la Comisión del Comercio en Futuros sobre Mercancías, permiten que los especuladores compren un contrato de futuros de petróleo crudo en la NYMEX y que tengan que pagar sólo un 6% del valor del contrato. Al precio actual de 128 dólares por barril, eso significa que un negociante en futuros sólo tiene que depositar unos 8 dólares por cada barril. Pide prestados los otros 120 dólares. Este extremo ‘apalancamiento’ de 16 a 1 ayuda a impulsar los precios a niveles salvajemente irreales y a compensar las pérdidas de los bancos en hipotecas de alto riesgo y otros desastres a costas de la población en general”.
(Vea más sobre la verdadera razón detrás de los altos precios del petróleo, en Global Research, mayo de 2008)


Entre los otros protagonistas en el mercado especulativo para el petróleo crudo están Goldman Sachs, Morgan Stanley, British Petroleum (BP), el conglomerado bancario francés Société Générale, Bank of America, el mayor banco de EE.UU., y Mercuria de Suiza. (Vea Miguel Angel Blanco, La Clave, Madrid, junio 2008)
. British Petroleum controla la Bolsa Internacional del Petróleo (IPE) basada en Londres, que es una de las mayores bolsas del mundo para futuros y opciones en energía. Entre los principales accionistas de IPE están Goldman Sachs y Morgan Stanley.

Según Der Spiegel, Morgan Stanley es uno de los principales actores institucionales en el mercado especulativo del petróleo (IPE) basado en Londres. Según Le Monde, Société Générale, de Francia, junto con Bank of America y Deutsche Bank han estado involucrados en la difusión de rumores a fin de aumentar el precio del petróleo crudo. (Vea Miguel Angel Blanco, La Clave, Madrid, junio de 2008)


Se disparan los precios de los alimentos


La crisis alimentaria global, caracterizada por considerables aumentos en los precios de los alimentos básicos, ha conducido a millones de personas en todo el mundo hacia el hambre y la pobreza absoluta crónica.

Según la FAO [Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación], el precio de los alimentos básicos en granos ha aumentado en un 88% desde marzo de 2007. El precio del trigo ha aumentado en un 181% en un período de tres años. El precio del arroz ha aumentado en un 50% durante los últimos tres meses. (Vea Ian Angus: “Crisis Alimentaria - La mayor demostración del fracaso histórico del modelo capitalista”, Rebelión, mayo de 2008).

El precio del arroz se ha triplicado durante un período de cinco años, de aproximadamente 600 dólares por tonelada en 2003 a más de 1.800 dólares por tonelada en mayo de 2008. (Vea gráfica a continuación)













“La calidad más popular de arroz de Tailandia se vendió a 198 dólares por tonelada hace cinco años y por 323 dólares hace un año. En abril de 2008, el precio llegó a 1.000 dólares. Los aumentos son aún mayores en mercados locales – en Haití, el precio de mercado de un saco de 50 kilos de arroz se duplicó en una semana a fines de marzo de 2008. Son aumentos catastróficos para los 2.600 millones de personas en todo el mundo que viven con menos de 2 dólares al día y gastan entre un 60 y un 80% de sus ingresos en alimento. Cientos de millones no tienen suficiente dinero para comer.”
(Ibíd.)


Los principales actores en el mercado de los granos son Cargill y Archer Daniels Midland (ADM). Estos dos gigantes corporativos controlan una gran parte del mercado global de granos. También participan en transacciones especulativas en futuros y opciones en la NYMEX y en la Bolsa de Futuros de Chicago (CBOT).

En EE.UU., “el mayor productor de cultivos GM [genéticamente modificados], Cargill, ADM y el competidor Zen Noh, controlan entre ellos un 81% de todas las exportaciones de maíz y un 65% de todas las exportaciones de soja.” (Greg Muttitt, Control Freaks, Cargill and ADM, The Ecologist, marzo de 2001)


TRIGO














MAÍZ












Fuente: Chicago Board of Trade


Antecedentes históricos de la reforma agrícola


Desde inicios de los años ochenta, coincidiendo con la embestida de la crisis de la deuda, la gama de reformas neoliberales de política macroeconómica ha contribuido en gran parte a debilitar la agricultura local. Durante los últimos 25 años, el cultivo de alimentos en los países en desarrollo ha sido desestabilizado y destruido por la imposición de reformas del FMI y del Banco Mundial.
El dumping de excedentes de granos de EE.UU., Canadá y de la Unión Europea ha llevado a la desaparición de la autosuficiencia alimentaria y a la destrucción de la economía campesina local. A su vez, este proceso ha resultado en beneficios multimillonarios para el agronegocio occidental, resultantes de contratos de importación por los países en desarrollo, que ya no son capaces de producir sus propios alimentos. Estas condiciones históricas preexistentes de pobreza masiva han sido exacerbadas y agravadas por el reciente aumento en los precios de los granos, que han llevado en algunos casos a la duplicación del precio minorista para los alimentos básicos. Los incrementos de precios también han sido exacerbados por el uso de maíz para producir etanol. En 2007, la producción de maíz fue del orden de 12.320 millones de fanegas de las cuales 3.200 millones fueron utilizadas para la producción de etanol. Casi un 40% de la producción de maíz en EE.UU. será canalizada hacia el etanol.

Semillas genéticamente modificadas


Coincidiendo con el establecimiento de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 1995, ha ocurrido otro importante cambio histórico en la estructura de la agricultura global.
Bajo los artículos de acuerdo de la Organización Mundial de Comercio (OMC), se ha garantizado a los gigantes alimentarios una libertad irrestricta para penetrar a los mercados de semillas de los países en desarrollo. La adquisición de “derechos de propiedad intelectual” exclusiva sobre variedades de plantas por intereses agroindustriales internacionales, también favorece la destrucción de la biodiversidad. Actuando por cuenta de un puñado de conglomerados de biotecnología, las semillas OMG han sido impuestas a los agricultores, a menudo en el contexto de “programas de ayuda alimentaria”.

En Etiopia, por ejemplo, kits de semillas OMG fueron distribuidos a agricultores empobrecidos para rehabilitar la producción agrícola después de una sequía importante.
Las semillas OMG fueron plantadas, produciendo una cosecha. Pero luego el agricultor llegó a darse cuenta de que las semillas OMG no podían ser vueltas a plantar sin pagar derechos a Monsanto, Arch Daniel Midland, y otros. Luego los agricultores descubrieron que las semillas sólo podían ser cosechadas si utilizaban los insumos agrícolas que incluían el fertilizante, el insecticida y el herbicida, producidos y distribuidos por las compañías biotecnológicas del agronegocio. Economías campesinas completas fueron recluidas bajo la sujeción a los conglomerados del agronegocio.

Los principales gigantes de la biotecnología en OMG incluyen a Monsanto, Syngenta, Aventis, DuPont, Dow Chemical, Cargill y Arch Daniel Midland.

Rompiendo el ciclo agrícola


Con la adopción generalizada de semillas OMG, ha ocurrido una importante transición en la estructura y la historia de la agricultura establecida desde sus comienzos hace 10.000 años.
La reproducción de semillas en semilleros locales en el ámbito de la aldea ha sido desorganizada por el uso de semillas genéticamente modificadas. Se rompió el ciclo agrícola, que posibilita que los agricultores almacenen sus semillas orgánicas y vuelvan a plantarlas para obtener la próxima cosecha. Este modelo destructivo – que invariablemente resulta en hambrunas – es reproducido en un país tras el otro llevando a la desaparición a escala mundial de la economía campesina.

El consenso de la FAO y del Banco Mundial

Después de la Cumbre de Roma de la FAO en junio de 2008 sobre la crisis alimentaria, políticos y analistas económicos por igual abrazaron el consenso del libre mercado: el estallido de hambrunas fue presentado como el resultado de la usual oferta y demanda y de consideraciones climáticas, fuera del control de los responsables políticos.

“La solución” canaliza ayuda de emergencia a áreas afectadas bajo los auspicios del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (WFP, por sus siglas en inglés). No se interviene en la interacción de las fuerzas del mercado.
Irónicamente, esas “opiniones expertas” son refutadas por los datos sobre la producción global de granos: la FAO pronostica que la producción mundial de cereales alcanzará un resultado récord en 2008. Contradiciendo sus propias explicaciones de manual, se espera, según el Banco Mundial, que los precios mundiales sigan siendo altos, a pesar del pronóstico de un creciente suministro de alimentos básicos. En los pasillos de la FAO y del Banco Mundial no consideran que la regulación estatal de los precios de los alimentos básicos y de la gasolina sea una opción. Y, por cierto, es lo que enseñan en los departamentos de economía de las universidades más prestigiosas de EE.UU. Mientras tanto, los precios a la puerta de la granja en el ámbito local apenas cubren los costes de producción, llevando la economía campesina a la bancarrota.

La privatización del agua

Según fuentes de la ONU, que subestiman enormemente la seriedad de la crisis del agua, mil millones de personas en todo el mundo (un 15% de la población mundial) no tienen acceso a agua limpia “y 6.000 niños mueren cada día debido a infecciones ligadas a agua sucia” (BBC News, 24 de marzo de 2004)
Un puñado de corporaciones globales incluyendo a Suez, Veolia, Bechtel-United Utilities, Thames Water y RWE-AG de Alemania, están obteniendo el control y la propiedad de servicios públicos de agua y de disposición de residuos. Suez y Veolia tienen aproximadamente un 70% de los sistemas acuíferos privatizados en todo el mundo.

La privatización del agua bajo los auspicios del Banco Mundial se alimenta del colapso del sistema de distribución pública de agua potable segura: “El Banco Mundial sirve los intereses de compañías suministradoras de agua a través de sus programa regulares de préstamos a gobiernos, que a menudo vienen con condiciones que requieren explícitamente la privatización del suministro de agua...” (Maude Barlow y Tony Clarke, “Water Privatization: The World Bank's Latest Market Fantasy,” Polaris Institute, Ottawa, 2004)


“El modus operandi [en India] es obvio – desatender el desarrollo de recursos acuíferos [bajo medidas de austeridad presupuestaria del Banco Mundial], afirmar una “crisis de recursos” y permitir que los sistemas existentes se deterioren.”
(Ann Ninan, Private Water, Public Misery, India Resource Center 16 de abril de 2003)


Mientras tanto, los mercados para agua embotellada han sido absorbidos por un puñado de corporaciones, incluyendo a Coca-Cola, Danone, Nestlé y PepsiCo. Estas compañías no sólo trabajan en estrecha colaboración con las compañías de suministro de agua, están vinculadas con las compañías de agronegocios-biotecnología involucradas en la industria alimentaria. El agua del grifo es comprada por Coca-Cola de una instalación municipal de agua y luego revendida al por menor. Se estima que en EE.UU., un 40% del agua embotellada es agua del grifo. (Vea: Jared Blumenfeld, Susan Leal The real cost of bottled water, San Francisco Chronicle, 18 de febrero de 2007)


En India, Coca-Cola ha contribuido al agotamiento de las napas subterráneas en detrimento de comunidades locales:
Comunidades en toda India que viven cerca de plantas embotelladoras de Coca-Cola están viviendo una severa falta de agua, directamente como resultado de la masiva extracción de agua por Coca-Cola de los recursos comunes de agua subterránea. Los pozos se han secado y las bombas manuales de agua ya no funcionan. Estudios, incluyendo uno del Consejo Central de Agua Subterránea en India, han confirmado el importante agotamiento del nivel freático. Cuando el agua es extraída del recurso común de capas subterráneas cavando más profundo, el agua huele y gusta de modo extraño. Coca-Cola ha estado descargando indiscriminadamente sus aguas servidas en los campos alrededor de sus plantas y a veces dentro de ríos, incluyendo el Ganges, en el área. El resultado ha sido que el agua subterránea también ha sido contaminada, así como los suelos. Autoridades de la salud pública han colocado letreros alrededor de los pozos y de las bombas manuales informando a la comunidad que el agua no es adecuada para el consumo humano... Ensayos realizados por una serie de agencias, incluyendo el gobierno de India, confirmaron que los productos de Coca-Cola contienen altos niveles de pesticidas, y como resultado, el Parlamento de India ha prohibido la venta de Coca-Cola en su cafetería. Sin embargo, Coca-Cola no sólo sigue vendiendo bebidas con una dosis de venenos en India (que nunca podrían ser vendidas en EE.UU. y en la UE), también introduce nuevos productos al mercado indio. Y como si no bastara que vende bebidas con DDT y otros pesticidas a indios, una de las últimas instalaciones embotelladoras de Coca-Cola en India, en Ballia, está ubicada en un área con una severa contaminación de arsénico en su agua subterránea. (India Resource Center, Coca-Cola Crisis in India, sin fecha).

En los países en desarrollo, los aumentos en precios de combustibles han aumentado los costes del embotellamiento de agua de grifo por los grupos familiares, lo que por su parte favorece la privatización de recursos acuíferos.
En la fase más avanzada de la privatización del agua, se contempla la propiedad real de lagos y ríos por corporaciones privadas. Mesopotamia no fue sólo invadida por sus amplios recursos de petróleo, el Valle de los dos ríos (Tigris y Éufrates) tiene amplias reservas de agua.

Comentarios finales


Estamos encarando una constelación compleja y centralizada de poder económico en la que los instrumentos de la manipulación del mercado tienen una influencia directa en las vidas de millones de personas.
Los precios de los alimentos, del agua y del combustible son determinados a nivel global, fuera del alcance de la política gubernamental nacional.

Los aumentos de precios de esas tres materias primas esenciales constituyen un instrumento de “guerra económica,” realizada a través del “libre mercado” en las bolsas de futuros y opciones.
Estos aumentos en los precios de los alimentos, del agua y del combustible contribuyen en un sentido muy real a “eliminar a los pobres” mediante “muertes por hambre.” Las balas edulcoradas del “libre mercado” matan a nuestros hijos. El acto de matar es instrumentado de un modo indiferente mediante el comercio programado por computadora en las bolsas de materias primas, donde se deciden los precios globales del arroz, el trigo y el maíz.

“La Comisión sobre crecimiento de la población y el futuro de EE.UU.”

Pero no encaramos sólo conceptos de mercado. El estallido de hambrunas en diferentes partes del mundo, resultantes de que los precios de los alimentos y del combustible se han puesto por las nubes, tienen amplias implicaciones estratégicas y geopolíticas. Al comenzar su mandato en 1969, el presidente Richard Nixon afirmó “su creencia en que la sobrepoblación amenaza gravemente la paz y la estabilidad del mundo.”

Henry Kissinger, en aquel entonces consejero Nacional de Seguridad de Nixon, instruyó a diversas agencias del gobierno para que emprendieran conjuntamente “un estudio sobre el impacto del crecimiento de la población del mundo en la seguridad y los intereses de EE.UU. en el exterior.”


En marzo de 1970, el Congreso de EE.UU. estableció una (Comisión sobre el Crecimiento Demográfico y el Futuro de EE.UU. (Vea Center for Research on Population and Security). La Comisión no era una Fuerza de Tareas corriente. Integraba a representantes de USAID, el Departamento de Estado y el Departamento de Agricultura con responsables de la CIA y del Pentágono. Su objetivo no era ayudar a los países en desarrollo sino más bien limitar la población del mundo a fin de servir los intereses estratégicos y de seguridad nacional de EE.UU. La Comisión también veía el control de la población como un medio para asegurar un entorno estable y seguro para los inversionistas de EE.UU. así como para obtener el control sobre los recursos minerales y de petróleo de los países en desarrollo.
Esta Comisión completó su trabajo en diciembre de 1974 y circuló un documento confidencial intitulado “Memorando Estudio 200 de Seguridad Nacional: Implicaciones del Crecimiento Mundial de la Población para los Intereses de Seguridad y Exteriores de EE.UU.” dirigido a “determinados secretarios y jefes de Agencia para su estudio y comentarios.”

En noviembre de 1975, el informe y sus recomendaciones fueron refrendados por el presidente Gerald Ford.
Kissinger había ciertamente dado a entender en el contexto del Memorando Estudio 200 de Seguridad Nacional (NSSM 200) que la recurrencia de hambrunas, enfermedades y guerra podrían constituir un instrumento de facto para el control de la población.

Aunque el informe NSSM 200 no asignó, por razones obvias, un rol político explícito a la generación de hambrunas, sin embargo dio a entender que la ocurrencia de hambrunas podría, bajo ciertas circunstancias, suministrar una solución de facto a la sobrepoblación.

“Consecuentemente, aquellos países donde hambre y desnutrición ya están presentes en gran escala enfrentan la triste perspectiva de poca, si alguna, mejora en el consumo de alimentos en los años por venir, a menos que haya un importante programa financiero de ayuda alimentaria, una expansión más rápida de la producción interna de alimentos, una reducción del crecimiento de la población o alguna combinación de los tres factores. Peor aún, una serie de desastrosas cosechas podría transformar algunos de ellos en típicos casos maltusianos con hambrunas que involucrarían a millones de personas. Aunque la ayuda externa probablemente seguirá estando disponible para encarar situaciones de emergencia a corto plazo, como ser la amenaza de muerte masiva por hambre, es más cuestionable si los países donantes de ayuda estarán dispuestos a suministrar el tipo de ayuda alimentaria masiva requerida por las proyecciones de importación sobre una base continua a largo plazo. Tasas reducidas de crecimiento de la población podrían evidentemente producir un alivio significativo a más largo plazo...

En los casos extremos en los que las presiones de la población conduzcan a hambrunas endémicas, disturbios por alimentos, y una ruptura del orden social, esas condiciones seguramente no serán favorables para una exploración sistemática de depósitos de minerales o para las inversiones a largo plazo requeridas para su explotación. Fuera de hambrunas, a menos que se pueda satisfacer un cierto mínimo de las aspiraciones populares de mejora material, y a menos que los términos de acceso y explotación persuadan a gobiernos y pueblos de que este aspecto del orden económico internacional “contenga algo para ellos,” es probable que las concesiones para compañías extranjeras sean expropiadas o sometidas a intervenciones arbitrarias. Sea a través de acción gubernamental, conflictos laborales, sabotaje, o disturbios civiles, el flujo sin problemas de los materiales necesarios será puesto en peligro.

Aunque la presión de la población obviamente no es el único factor involucrado, estos tipos de frustraciones son mucho menos probables bajo condiciones de un crecimiento lento o nulo de la población.”
(1974 National Security Study Memorandum 200: Implications of Worldwide Population Growth for U.S. Security and Overseas Interests).

El informe concluye con un par de preguntas clave relativas al papel de los alimentos como “un instrumento del poder nacional,” que podría ser utilizado para lograr los intereses estratégicos de EE.UU.:

• “¿Sobre qué base deberían suministrarse esos recursos alimentarios? ¿Se consideraría a los alimentos como instrumentos del poder nacional? ¿Nos veremos obligados a seleccionar a quién podemos razonablemente ayudar, y si es así, deberían los esfuerzos relacionados con la población ser un criterio respecto a una tal ayuda?
• ¿Está dispuesto EE.UU. a aceptar el racionamiento de alimentos para ayudar que no pueden o no quieren controlar el crecimiento de su población?” (Ibíd.)

En boca de Henry Kissinger:

“Controla el petróleo y controlarás a las naciones; controla el alimento y controlarás a la gente.”


Enlace con el texto original en inglés: The Global Crisis: Food, Water and Fuel. Three Fundamental Necessities of Life in Jeopardy
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens.
ANEXO:

Protagonistas corporativos destacados en este artículo (entre muchos otros actores corporativos importantes)

Comercio especulativo con petróleo crudo:

Goldman Sachs,
Morgan Stanley,
British Petroleum (BP),
Deutsche Bank,
Société Générale,
Bank of America,
Mercuria, de Suiza

Privatización del agua:

Infraestructura:

Veolia,
Bechtel-United Utilities,
Thames Water
RWE-AG, de Alemania

Minoristas, distribución de agua potable:

Coca-Cola,
Danone,
Nestlé
PepsiCo

Precios de alimentos semillas genéticamente modificadas:

Monsanto,
Syngenta,
Aventis,
DuPont,
Dow Chemical,
Cargill,
Arch Daniel Midland.

Complejo militar-industrial:

Lockheed Martin,
Raytheon,
Northrop Grunman,
Boeing,
General Dynamics,
British Aerospace Systems Corporation (BAES)

http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=9191

(*) Michel Chossudovsky es autor del éxito de ventas internacional “The Globalization of Poverty”, publicado en once idiomas. Es Profesor de Economía en la Universidad de Ottawa y director del Centro de Investigación de la Globalización, en www.globalresearch.ca.
También es colaborador de la Enciclopedia Británica. Su libro más reciente es: “America’s ‘War on Terrorism”, Global Research, 2005. Sus escritos han sido traducidos a más de 20 idiomas.

También es autor del primer estudio exhaustivo sobre la restauración del capitalismo en China, publicado hace más de veinte años. Michel Chossudovsky: “Towards Capitalist Restoration. Chinese Socialism after Mao,” Macmillian, Londres, 1986. Recientemente volvió de un viaje a China. Estuvo en Shangai y Beijing en marzo de 2008.