lunes, 24 de noviembre de 2008

¡Cerremos el casino financiero!

Propuestas de Attac para superar la crisis.

El Capitalismo Financiero se está cayendo a pedazos y estamos ante una crisis muy grave, con enormes consecuencias para el mundo. La fuerza de esta crisis es tan enorme que ha cogido por sorpresa a los responsables políticos, banqueros, intermediarios y economistas que, deslumbrados por los beneficios, no han querido ver el monstruo que estaban creando. Esta complacencia y su obsesión por la ganancia inmediata les ha hecho estar tan poco preparados para hacer frente a la crisis que, día tras día, están abrumados por cada nueva quiebra de un banco y por los desplomes masivos de las Bolsas de Valores.

Nuestros dirigentes están mostrando una escandalosa incompetencia para resolver la crisis porque se siguen aferrando al marco neoliberal, marco que ha demostrado ser tan devastador como inhumano. A diferencia de ellos, en ATTAC nos hemos estado preparando para esta situación durante 10 años y sobre la base de nuestros conocimientos sabemos que necesitamos acciones sistémicas para hacer frente a una crisis sistémica.

En estos momentos no se necesita una ligera regulación, como quieren algunos políticos hacernos pensar. Estamos siendo testigos de la mayor crisis financiera en la historia, lo que puede llevarnos a una gran depresión como la del período de entreguerras en la década de 1930, con un desempleo masivo y el aumento de las tensiones entre los Estados-nación por el control de las materias primas y los bienes de primera necesidad. En esta situación de emergencia, ATTAC, que reúne a académicos, economistas, sociólogos, periodistas, profesionales, trabajadores y activistas de toda Europa, propone las siguientes acciones para mitigar los efectos de la crisis y salir fortalecida de ella.

1. Cooperación internacional:
Esta crisis es una crisis global, por lo tanto, ningún Estado, ni siquiera los EE.UU., puede resolverla por sí solo. Los dirigentes del mundo deben sentarse juntos y diseñar una nueva arquitectura financiera y económica sobre la base de políticas democráticas que controlen los mercados financieros. La política tiene que estar de nuevo por encima de la economía y no al revés.

2. Mitigar los efectos de la crisis de acuerdo con el principio "el especulador paga":
Cuando los mercados financieros estaban en auge, los especuladores hicieron enormes beneficios. Ahora que los mercados se han estrellado, los encargados de formular políticas quieren repartir las pérdidas entre todos los contribuyentes con la esperanza de mantener el sistema vivo. Esto es inaceptable. En lugar de ello, nos proponemos crear en cada país un fondo de crisis alimentado por una única imposición extra sobre todos los ingresos de capital por encima de 50.000 euros y un 1% de impuesto extra sobre todos los beneficios de las empresas del sector financiero.

3. Control democrático sobre el Banco Central Europeo:
Desde su creación, el Banco Central Europeo (BCE) sólo se ha preocupado de la inflación, siguiendo el dogma neoliberal que ha demostrado ser tan dañino. Es hora de cambiar las políticas monetarias del BCE a favor de un crecimiento sostenible, del empleo y de la redistribución de la renta, bajo la estricta supervisión del Parlamento Europeo, nuestros representantes democráticos en Europa. El BCE debería establecer de inmediato los controles de capital en el continente con el fin de estabilizar todo el sistema económico y ayudar a establecer un ordenamiento impositivo común que evite el dumping fiscal, la evasión tributaria y la competencia existente entre los diferentes países en relación a los seguros de depósitos.

4. Fiscalidad para evitar la especulación:
Necesitamos urgentemente impuestos sobre todo tipo de transferencias financieras a fin de terminar con la especulación, de ralentizar la velocidad de circulación de los capitales en los mercados financieros y de poner fin al cortoplacismo. Esto incluye un marco multilateral de impuestos sobre todas las transacciones monetarias para desalentar las operaciones especulativas a corto plazo a través de las fronteras. El capital debe utilizarse para la financiación del comercio equitativo y sostenible, la inversión productiva y el consumo responsable y no para jugar en el "Gran Casino Mundial" que son los mercados financieros hoy en día. La implantación de esta tasa global sobre los movimientos de capital entre naciones (tasa Tobin) puede financiar la puesta en marcha de un New Deal ecológico a nivel mundial que dirija sus objetivos hacia el mantenimiento y la recuperación de los perecederos bienes naturales, cuya pérdida irreparable está ocasionando hambre y miseria por todo el planeta.

5. Cerrar los paraísos fiscales y centros off-shore:
¿Quién necesita centros de banca extraterritorial (OFCs) y paraísos fiscales? Sólo los individuos ricos y los inversionistas institucionales que quieren ocultar sus enormes ganancias y capitales de las autoridades fiscales, la mafia, los terroristas, los comerciantes de armas, los que negocian con seres humanos y otras fuerzas criminales que quieren blanquear dinero. No hay ningún argumento económico razonable en favor del mantenimiento de la situación de esos territorios privilegiados. Por lo tanto, su función delictiva debe ser completamente cerrada.

6. Creación de bancos públicos:
Después de la Segunda Guerra Mundial, en Europa, la orientación de la banca
pública sin fines de lucro hizo un buen trabajo. Durante las dos últimas décadas, estos bancos se han ido cada vez más fusionando y transformando en bancos comerciales e intermediarios de inversión con ánimo de lucro, cuyas acciones se negocian en los mercados de valores. Esta tendencia debe invertirse, y los bancos públicos sin ánimo de lucro deben ser fortalecidos y quedar exentos de la actual legislación europea en materia de competencia. El Tesoro Público debería poseer, al menos, algunos de los principales bancos para proporcionar financiación estable para un desarrollo sostenible y justo.

7. Paralización del proceso de ratificación del Tratado de Lisboa y reformulación de un nuevo marco constitucional para Europa, lejos del neoliberalismo y pensado para los ciudadanos, siguiendo los procesos democráticos establecidos por el sentido común. Elecciones a un Parlamento Constituyente, redacción de la Carta Magna, discusión y aprobación por los distintos Parlamentos Nacionales y referéndum europeo.

















Desde ATTAC hemos alertado durante los últimos diez años acerca de los peligros asociados al capitalismo financiero. Desde nuestra creación en 1998, justo después de la crisis financiera en Asia oriental, hemos tratado de explicar, sin cesar, a la sociedad en general y a nuestros políticos en particular que los mercados libres no son autorregulables y que las burbujas financieras, repetidas a lo largo de la Historia desde el siglo XVII, son extremadamente peligrosas para la sostenibilidad de nuestras economías debido a que los especuladores financieros sólo se mueven por los beneficios a corto plazo y no por proyectos a largo plazo que son los que crean puestos de trabajo y aumentan la riqueza material e intelectual del conjunto de la sociedad.


Durante todos estos años hemos denunciado el poder de los mercados financieros sobre la economía real y cómo este enfoque neoliberal nos llevaba irremediablemente hacia la catástrofe. Previendo el peligro, hemos insistido constantemente en la necesidad de más regulación y más control democrático de la actividad financiera, pero nadie de la élite dirigente ha estado dispuesto a escucharnos. Los responsables de la política y los economistas “ortodoxos” nos retrataron como alarmistas. Creían que no éramos capaces de aceptar las virtudes de la recién descubierta forma de capitalismo “perfecto” que se ha ido desarrollando en los últimos 30 años. Nos tomaron a todos por idiotas. Ahora, sin embargo, comprobamos que nosotros teníamos razón y que ellos estaban equivocados.

Octubre 2008
www.attac.es

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